domingo, 7 de septiembre de 2014

Madre Echanove

Juan Echanove es el mejor actor de nuestro panorama, nos ha ofrecido algunas de las interpretaciones más importantes de nuestro cine, como es el psicópata de "Una casa en las afueras" (Pedro Costa, 1995), también ha sido nuestro Quevedo en "Alatriste" (Agustín Díaz Yanes, 2006), y también se convirtió en el apoderado de "Manolete" (Menno Meyjes, 2006). Pero sin duda su mejor interpretación (y anda que no le hemos cogido cariño al "Miguelón" de "Cuéntame como pasó") es la de el general Francisco Franco Bahamonde en "Madregilda" (Francisco Regueiro, 1993). El guión de la misma, que corre por parte de Regueiro y el crítico cinematográfico Ángel Fernández Santos, es único, sabe recoger tanto la comedia y el drama metiendo al "generalísimo" de por medio. La simpática idea de que Franco llegó a lo más alto por diferentes casualidades, entre ellas por un acto de la mujer de uno de sus generales, es de un gran ingenio. Creo que pocas veces me he reído tanto como cuando vi a Franco decir que pasaba por malos momentos económicos, o que él, como todos sus generales, no deben meterse nunca en política.


"Madregilda" es una de nuestras grandes películas, y lo es gracias a la actuación de Echanove, que pone cuerpo y voz de una manera ridícula al caudillo, y que ha inmortalizado frases como: "El que sale en la moneda soy yo, así que de ser de alguien, es mío... pero te lo regalo". Sencillamente único, igual que el verle cantando una vieja canción. Juan Echanove nos trae la viva imagen de Franco, lo que resulta divertido y terrible verle rodeado de sus generales, en la cinta interpretados por José Sacristán, Antonio Gamero y Juan Luis Galiardo. Además la película cuenta con la otra mitad, la de José Sacristán como padre de familia, el descubrimiento de su mujer, y su segundas nupcias con ella. En todo momento no se pierden toques de humor fantásticos por parte de los guionistas como el de "los dos premios Nobel, Ramón y Cajal". Pero sin duda el personaje del caudillo haciéndose saber así mismo quién es, o contando chistes sobre su persona, es realmente genial, así como la visita a su padre, un genial Fernando Rey, dónde hablan sobre el cargo de "Caudillo" que inventó el propio Franco, se repasa una historia retocada de España.


La historia entre la hija del conductor de la locomotora (Manuel Alexandre) y el hijo del general Longinos (Sacristán) es el comienzo dónde nos muestran la España de aquellos tiempos, y las tremendas condiciones del pueblo bajo. Además esa relación sirve para finalizar la cinta de un modo extraño y triste de lágrima, aunque ya puedes haberla mantenido de la risa de ver el Franco de Echanove, el cual recibió un Goya a Mejor Actor por su interpretación. La película mantiene realmente momentos únicos y geniales, con ideas realmente originales que se integran completamente en la historia, que utiliza personajes que realmente existieron, a los que todos conocemos, para contarnos su propia historia... Una fantástica película que comienza con el escándalo de "Gilda", transformada como "Madregilda"...



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