jueves, 30 de abril de 2015

Fin de rodaje, espera hasta octubre

A mediados de éste mes de abril se daba por concluido el rodaje de la esperada "Mi Gran Noche" (Álex de la Iglesia, 2015), si hemos continuado obteniendo información de Adanne, con merchandising y repertorio de canciones era para ocultar aún más la sorpresa que se nos tiene reservada con el personaje de Alphonso. A Pepón Nieto y Enrique Villén ya les hemos vestido con su elegante esmoquin empapado en densa pintura roja, lo que ya desata completamente nuestro perverso cerebro, que durante años está siendo cultivado cinematográficamente por personajes como Quentin Tarantino, Dario Argento, o el mismo Álex de la Iglesia, que nos han hecho asumir que sangre somos y en sangre nos convertiremos. Por si fuese poco este año estamos viendo a un Álex de la Iglesia-padrino, productor de obras que no se alejan de lo que el director quiere hacernos ver desde sus comienzos en "Mirindas Asesinas" (Álex de la Iglesia, 1991), esa idea de asumir la violencia como la máxima expresión del séptimo arte, fuerte, duro, y así lo están demostrando sus dos producciones: "Musarañas" (Juanfer Andrés y Esteban Roel, 2014) y "Los héroes del mal" (Zoe Berriatúa, 2015), ésta última ha sido bien acogida en el último Festival de Málaga, con una mención especial al actor Emilio Palacios. Volviendo a "Mi Gran Noche", la frenética carrera que debe llevar la post-producción debe de ser indescriptible cuando se habla de una película del director vasco, peleas, sufrimiento, y alcanzar ese filtro que te muestra la película en color haciéndote sentir la esencia del blanco y negro.


Hasta octubre, fecha para la que se tiene previsto el estreno de la cinta, nos queda mucho por ver. Pokeepsie Films es la productora que, con Álex de la Iglesia y Carolina Bang en la cabeza, ha sacado adelante los proyectos citados, en colaboración con Nadie es Pefecto Entertainment. Aún nos queda el estreno nacional de "Los héroes del mal", y como ya se ha comentado en muchos medios (incluida la página de la productora) el comienzo de rodaje de "El Bar", un proyecto que busca alejarse de la complejidad de las grandes producciones, volviendo a la obsesión, vista en "La comunidad" (Álex de la Iglesia, 2000), de grabar completamente en lugares cerrados. "El Bar" narra la historia de unos hombres que deben quedarse encerrados en su bar por la amenaza de un "extraño ángel exterminador" que disparará a cualquiera que salga, todo para sacar lo peor de cada uno de ellos. Un atractivo encabezamiento que nos recuerda a "7:45 de la mañana" el cortometraje de Nacho Vigalondo que en 2004 fue nominado al Oscar al Mejor Cortometraje, donde en un minuto pasábamos de un lugar lleno de "buen rollo" a la angustia causada por un loco atado a unos paquetes de dinamita. Sin duda Álex de la Iglesia sabrá exprimir a cada uno de sus personajes la materia prima necesaria para tener en tensión al espectador durante todo el metraje, como suele ocurrir en la mayoría de sus obras. Hasta entonces les dejo con un comentario del actor Jaime Ordóñez, implicado en el reparto de "Mi Gran Noche", película de la que nos adelanta: "¡Es una comedia trepidante y descacharrante! Con un reparto espectacular". 


martes, 28 de abril de 2015

Cuando Astérix acabó con Mortadelo

El pasado sábado tuve la suerte de disfrutar de un pase para ver "Astérix: La residencia de los dioses" (Louis Clichy y Alexandre Astier, 2014), inevitablemente la comparé con la obra de nuestro director Javier Fesser "Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo" (2014), de donde salió victoriosa "Astérix..." por muchos motivos. El primero es que se basaba en uno de los tebeos más leídos y conocidos de Goscinny y Uderzo, tras ver la cinta fui corriendo a mi estantería para alcanzar el cómic que por suerte estaba allí, resultado: es una adaptación magnífica y eficaz del original. Los dibujos 3D, como ya comenté, me resultan un poco "mareantes", sin embargo en esta ocasión, pese a ser una historia llena de golpes y carreras, han sabido conducir el movimiento lentamente, haciendo que la escena suceda sin movimiento de "cámara". Los fantásticos nombres romanos (Trabajus por salarius dignus, Zumus de manzana) y la esencia de nuestra infancia se ve plasmada en esta comedia que inevitablemente saca sonrisas a todos los públicos, recordando también la infancia en familia puedo decir que la película debe ser, como el Cluedo, disfrutada de ocho a ochenta años. Javier Fesser es sin duda un perfeccionista, y por eso en su película se va más allá de la historia principal, se va al trasfondo, cada plano es un mundo lleno de detalles, aún río cuando recuerdo el vehículo del Ayuntamiento en el que se leía: "Hay untamiento".


Lo que está claro es que si no se trata de "South Park", las cintas de animación están destinadas especialmente a los niños, y su mayor reto es conseguir incluir comentarios destinados a los adultos. Por eso en mi opinión las adaptaciones al cine en "carne y hueso" tienen mucho más valor y merecen ser más apreciadas, "Astérix y Obélix contra César" (Claude Zidi, 1999) es una obra maestra del cine de aventuras, cuyo reto es conseguir que la historia entretenga a los niños, normalmente usando los famosos gags de la comedia absurda. Y "La gran aventura de Mortadelo y Filemón" (Javier Fesser, 2003) es una reliquia, un hermosa pieza de la que el cine español debe estar orgulloso, por la magistral unión entre la realidad y el mundo de Bruguera, millones de detalles, y el perfil de comedia que danza entre la coral de Berlanga y la surrealista de Cuerda. El próximo viernes 30 se estrena esta divertida comedia de animación, y les aseguro que no les defraudará, cada personaje es un mundo, especialmente destacables los esclavos con sus razonamientos ineficaces que siempre les hacen recaer bajo la opresión del látigo. 

domingo, 26 de abril de 2015

Dentro de una jaula de grillos

Como ya recordamos Mike Nichols es uno de los directores más versátiles del cine, podía plantarse ante los espectadores con un fuerte drama de duras interpretaciones como "¿Quién teme a Virginia Woolf?" (1966) o con una comedia romántica ligera como "Armas de mujer" (1988), y con todas ellas ha conseguido que cada una brille como icono del género que utiliza. Su carrera siempre se ha destacado como una de las mejor formadas, todas sus películas han sabido alcanzar a la crítica y al público, y han conseguido mantenerse hasta nuestros días, ejemplo de ellos es una de sus cintas más alocadas y divertidas, icono de la comedia absoluta, "The Birdcage" ("Una jaula de grillos", Mike Nichols, 1996) es una auténtica obra maestra de ese cine que sabe salirse de la comedia habitual para elevarla al cuadrado. Ejemplo de este particular género son "La última noche de Boris Grushenko" (Woody Allen, 1975), "El Guateque" (Blake Edwards, 1968) o "El jovencito Frankenstein" (Mel Brooks, 1974), todos los directores citados supieron mantenerla en gran parte de sus obras. Mike Nichols se "autoreformaba" antes de cada nuevo filme, habilidad magistral que compartía con algunos directores de la talla de Stanley Kubrick, Martin Scorsese o Clint Eastwood, capaces de enfrentarse a cualquier género para sacarle lo mejor.


"Una jaula de grillos" funciona por el enfrentamiento de dos pensamientos tan opuesto y tan presentes, incluso en la actualidad, en los Estados Unidos, el pensamiento liberal y conservador que se ve obligado a convivir en una cena que funciona como una de las anticuadas tradiciones de nuestra sociedad. Claro que las interpretaciones de Robin Williams y de un espectacular Nathan Lane, que se eleva por encima de todas las divinas, ayudan bastante en la comedia que rodea este film. La comedia busca una trama sencilla que funciones, sobre la que luego cae una manta de matices que va manteniendo el calor del espectador para desembocar en un clímax álgido y esperado. El choque de ideologías entre los padres del novio y de la novia existe por necesidad, Dianne Wiest mantiene con su magnífica interpretación el estatus de mujer comprometida por la nación, sólo comparable con la primera dama de los Estados Unidos, sorprende aún más la mala graduación de las gafas de Gene Hackman, un hombre cegado por la enorme amabilidad de la homóloga de su mujer. La película es un remake de la famosa cinta francesa "La cage aux folles" (Édouard Molinaro, 1978), de ésta hubo dos secuelas más, sin embargo el público mundial ya conoce de sobra el "sueño americano" y los conflictos ideológicos del país por ser la potencia mundial, cuyas películas nos hacen ver Central Park como si del Retiro se tratase, es por eso por lo que "Una jaula de grillos" es el alcance mundial de esta historia, perfecta para pasar una tarde de domingo, como hoy.

jueves, 23 de abril de 2015

Sol Carnicero recuerda a Berlanga

Con emoción hoy recogemos en Mondo Berlanga las palabras de Marisol Carnicero, una de las directoras de producción más importantes de nuestro cine, su trabajo es el de resolver los problemas de la producción en la que se embauca, como ella resumió al recoger su Goya por "Cara de acelga" (José Sacristán, 1986). Aunque en aquella ocasión se confesó de haber tenido una labor muy fácil por la escasez de problemas, seguro que puede decir lo mismo de otros films que ahora brillan como clásicos de nuestro cine pero que en su tiempo supusieron producciones de gran envergadura, como es el caso de "Las bicicletas son para el verano" (Jaime Chávarri, 1984) o "Esquilache" (Josefina Molina, 1989), además de tratar con directores con fama complicados en los rodajes como Pilar Miró, con quien trabajó en sus afamadas "Gary Cooper, que estás en los cielos" (Miró, 1980) y "El Crimen de Cuenca" (Miró, 1979). Como vemos, su trabajo, ha permitido que disfrutemos de grandes clásicos tal y como hoy los conocemos, sin embargo su mayor distinción es sin duda la de haber sacado adelante las películas más complicadas de Luis García Berlanga, y algunas de las más exitosas en taquilla del director, así descubrimos su trabajo en la saga de la familia Leguineche: "La escopeta nacional" (1978), "Patrimonio Nacional" (1981) y "Nacional III" (1982), terminando su colaboración en el cine de Berlanga en 1985 con "La Vaquilla". La relación de Sol Carnicero con Luis Berlanga no termina en este momento, pues sin duda ha sido una de las mayores defensoras por la conservación del "patrimonio berlanguiano", siendo hoy en día asistente de coordinación del Berlanga Film Museum, además de la conservadora de numerosas fotografías de sus años con el director como las que ilustran hoy este artículo. En numerosas ocasiones he leído y escuchado entrevistas a Luis en las que declaraba que los rodajes de "La escopeta nacional" y "La Vaquilla" habían sido algunos de los más fáciles y divertidos de su carrera... ¿casualidad? Les dejo con Sol Carnicero.

Sol Carnicero recuerda a Berlanga:



¡Ay, Luis, cómo te echo de menos! En realidad, os echo de menos a los tres: a ti, Berlanga, a Rafael Azcona y a Alfredo Matas. Creo que nunca he trabajado de una manera más satisfactoria que cuando se conjugaban vuestras maestrías. La de Alfredo, por su olfato, por saber elegir, por saber supervisar sin agobiar, por saber discutir sin imponer, por tener claro dónde había que transigir y dónde había que claudicar para conseguir una buena película. La de Azcona porque cuando entregaba un guión ya no había que darle más vueltas. Estaba terminado, era perfecto. La historia, los tiempos, los personajes, los momentos duros y los relajantes, la emoción, las risas…  Rafael entregaba el guión que previamente había requerido Alfredo y ya no volvía a hablar más de ese tema. Ese era ya el “mondo Berlanga”. A partir de ahí era Luis quien hacía y deshacía, quien moldeaba y matizaba, quien llevaba a imágenes los deseos de Alfredo y Rafael, incorporando los suyos propios, claro. ¡Y cómo trabajábamos, pero qué bien nos lo pasábamos…!

Yo era todavía muy jovencita cuando empecé a vivir esa irrepetible forma de trabajar y disfrutar. Aunque llevaba unos cuantos años en esto del audiovisual (había empezado a los 16, en la tele española, con Óscar Banegas, Alfredo Amestoy, Martín Ferrand y Narciso Ibáñez Serrador), así que venía “rodada”, habiendo pasado por cometidos varios: script, ayudante de dirección, regidor, ayudante de producción… pero fue José Manuel Herrero, el Director de Producción que entonces trabajaba con Matas, quien me encarriló hacía estos menesteres y me dejó en su puesto cuando él se jubiló.

La primera película que hice con Luis fue “La Escopeta Nacional”, aunque ya habíamos intentado otra antes, que no llegó a buen puerto. Era un guión de Luis con Perico Beltrán, que iba a llamarse “El Desguace”. Corría el año 1976 y contaba la historia de una marquesa que se iba descomponiendo, con las heces en forma de melena, mientras sus familiares querían prolongar su vida para que lo dejara todo “atado y bien atado”. ¿Os suena la letra? Ahí comencé mi aventura berlanguiana. Las sesiones con Luis y Perico eran intensas aunque descacharrantes. Mi misión era encerrar a los dos genios en un despacho de la oficina de Gran Vía, 70, décimo piso y no dejarlos salir, apenas para hacer pis y beber agua, hasta que hubieran producido tres páginas. Yo era la encargada de taquigrafiar los textos y pasarlos a máquina, testificando que efectivamente se había cumplido el trabajo, tras el cual pagaría a Perico la cantidad de mil duros, a cuenta de la nómina final que, calculando a 5.000 pesetas por tres páginas, venía a ser de unas 150.000 pesetas el guión completo. Pero a Perico se le pagaba así, día a día… Por algo sería, aunque yo entonces no lo comprendía bien. Hasta que concluíamos los tres folios, más de doce horas diarias de elucubraciones, consultas, documentación, chistes, disparates… y talento por arrobas. El guión se acabó, pero no llegó a rodarse; quizás era demasiado prematuro para aquel país nuestro…
En cambio, aquella marquesa se convirtió en Marqués, se llamó Leguineche y Azcona lo convirtió en el cabeza de familia de una larga saga. Entonces empezamos “La Escopeta”.
Lo que viene a partir de ahí puede que ya sea más conocido: “Patrimonio Nacional”, “Nacional III”, “La Vaquilla”
Son tantos y tantos los recuerdos, las anécdotas, las horas de trabajo, de aprendizaje, de maravillarme comprobando cómo ese ser excepcional que era Luis, podía llevarnos hasta el paroxismo a fuerza de sugerir ideas desbordantes, que sus colaboradores debíamos llevar a la práctica. Pero además, siempre, quedaba un momento para celebrarlo, para reirnos, para jugar… Como, por ejemplo, cuando llegaba algún cumpleaños y, entre planes de trabajo, presupuestos interminables, castings desproporcionados, sacábamos unos minutos para preparar una tarta sadomasoquista de chocolate negro, que era el preferido de Luis…



domingo, 19 de abril de 2015

"3 Monjes Rebeldes" y un camino

"San Roberto - Ora Pro Nobis". El pasado viernes 17 tuve la suerte de asistir al preestreno de la película "3 Monjes Rebeldes" (Aleix Forcada, 2015), un proyecto que nace de una simple propuesta entre amigos y que ha llegado a proyectarse en el mítico cine Palafox de Luchana. El principal objetivo de este ambicioso proyecto era el de transmitir esa fe en Dios que a día de hoy se está perdiendo en la juventud, jóvenes del movimiento Schoenstatt son algunos de los principales implicados en el filme que ha salido adelante gracias a su esfuerzo, e incluso con un poco de suerte reconocen algunos, de todos modos sirva como ejemplo de que incluso partiendo de cero, se puede hacer cine. Por supuesto uno no puede presentarse en la sala pensando que su mente va a conocer la nueva "palabra", "3 Monjes Rebeldes" debe afrontarse como una cinta inspiradora y directa a un público dispuesto y entregado. Fiestas y distintos eventos benéficos son los que han permitido que el proyecto de unos jóvenes, inspirados por un libro, termine viendo la luz. "Tres monjes rebeldes" es una novela de M. Raymond, comienzo de una trilogía que narra el origen de la orden cisterciense, la reforma o rebeldía (allá como lo vea cada uno) que permitió salir de una etapa donde la iglesia había crecido corrupta y acomodada, cuyos escándalos llegaban hasta el trono de San Pedro. Como se dice en el film "si la obra es de Dios saldrá adelante" y así camina este proyecto al que no le faltan posibilidades para abrirse al público en alguna sala de proyección, los protagonistas y artífices de la película nos contaron como consiguieron un monasterio en el último momento, o les prestaron unos focos por casualidad. Después de todo, el mismo rodaje y la postproducción de la cinta, parecen haber tenido una historia de superación y esfuerzo como la que casualmente encontramos en el argumento.


Los biopics están de moda, al tratarse de las vidas de personas suelen caer en el drama, sin embargo las vidas de santos, que tanta producción han dado en la España de los años 40' y 50', suelen ir destinadas al público joven, con lo que cuentan con roces de comedia que amenizan las verdaderas historias de lucha, sufrimiento y dolor. ¿Quién no recuerda al mítico Fray Papilla de "Marcelino, pan y vino" (Ladislao Vajda, 1955)? Hubo toda una época en la que este cine brilló en los carteles de las salas españolas, el pobre San Martín de Porres fue retratado en "Fray Escoba" (Ramón Torrado, 1961), la dura experiencia del Padre Damián con los leprosos fue plasmada por el reputado director Luis Lucía en "Molokai, la isla maldita" (1959) y sólo Luis García Berlanga supo manejar la comedia y narrar la vida de un astuto ladrón que resultó ser San Dimas, en "Los jueves, milagro" (1957). Sin embargo desde entonces se ha rodado mucho cine y desde luego la juventud ha cambiado, por eso en el guión de "3 Monjes Rebeldes" se apuesta por mostrar la parte más humana de cada uno, ni el más santo es incorrupto, había escenas que incluso recordaban a "Harry Potter" por los pasillos de Hogwarts, con aquel novicio repelente que quiere menos trabajo manual ciñéndose al reglamento de Cluny, ese personaje me inspiró la misma rabia que Draco Malfoy. En ese aspecto es una cinta renovada, claro que el aspecto técnico no pasa de la afición, los fallos de luz y el movimiento de cámara están ahí, para recordarnos que ha sido un proyecto que nace de la necesidad de unos jóvenes que quieren mostrar a otros jóvenes lo apasionante de la fe en San Roberto. Ni la ambientación de época, ni el vestuario, ni el cambiar de años, teniendo así que cambiar el aspecto físico de los actores, les ha sido un obstáculo, con lo que espero que sigan adelante y pronto se puede leer en alguna cartelera: "3 Monjes Rebeldes".

Trailer de "3 Monjes Rebeldes"

viernes, 17 de abril de 2015

El rostro más simpático Hollywood

A menudo nos encontramos con rostros en la Gran Pantalla que nos hacen sentir cierta simpatía hacia ellos, se les ve como personas agradables, volvemos a verles en otra película y nos alegramos de verle, suelen ser secundarios con pequeñas intrusiones que favorecen a los protagonistas en su propia aventura. A mi me ocurre siempre que veo "Breakfast at Tiffany's" (Blake Edwards, 1961), una película cargada de personajes, todos ellos magistrales claro que provienen de la cabeza de Truman Capote. El personaje de Mr. Yunioshi es fantástico, un vecino extranjero, que cansado de las cansinas actuaciones de la joven señorita Golightly no duda en protestar una y otra vez, sin embargo es controlado por la joven con un simple guiño de ojo aunque termine con esa venganza infantil y asiática, otro ejemplo es la fantástica "decoradora" que es Patricia Neal y que con cierta elegancia es capaz organizar la vida sentimental de un gigoló enamorado. Sin embargo el personaje que me fascina, que me divierte, y que espero desde el comienzo de la película es el dependiente de Tiffany's, ese hombre amable y agradable, no es un simple dependiente, es un hombre con corazón que examina el caso especial que se le presenta, dispuesto a cumplir el deseo de una joven que se muere por que sus delgadas manos sientan una inscripción de Tiffany's es en anular. Además el dependiente es un rostro a que poco a poco nos hemos acostumbrado a ver, es interpretado por John McGiver, no sé si será el rostro más simpático de Hollywood, pero sin duda sí es uno de los que establecen mejor relación con el espectador.


John McGiver es un actor que pese a la comedia que le rodea, ha sabido rodearse de los más grandes, triunfó en la televisión, fue solicitado en dos ocasiones para actuar en dos episodios de "Alfred Hitchcock presenta" y se forjó en el teatro, como debe ser (según la teoría de Laurence Olivier). Aunque al verle todos podemos reconocerle pues, con pequeños papeles, ha sabido convivir con los más grandes, uno de sus primeros papeles fue precisamente junto a Audrey Hepburn en la cinta "Love in the afternoon" (Billy Wilder, 1957), siendo además Monsieur X junto con Madame X una de las más importantes incógnitas del cine de los años 50'. Esta comedia, titulada en España "Ariane" brilla por el fantástico ritmo y tranquilidad con la que se lleva el tema del adulterio, que sólo el maestro Wilder puede manejar. "Mr. Hobbs take a vacation" (Henry Koster, 1962) fue otro de esos papeles que ligan con la figura de McGiver desde la escritura de guión, en los papeles protagonistas se encontraban James Stewart y la reciente Oscar Honorífico, Maureen O'Hara, con Stewart forjó una amistad que le llevaría a protagonizar varios episodios de "El show de James Stewart" a comienzos de la década de 1970. Falleció en 1975 y no dejó de trabajar hasta el mismo año de su muerte, sin duda su papel más recordado fue del que hemos hablado en "Breakfast at Tifanny's", aunque quizás uno de los más importantes sea el de Albert en "Cuidado con el mayordomo" (Delbert Mann, 1967) una fantástica comedia navideña en la que compartía reparto con Dick Van Dyke, su personaje era un simpático cleptómano que termina por resolver el complicado argumento. Quede aquí el recuerdo a un simpático, gran actor, John McGiver.

martes, 14 de abril de 2015

Manuel Gutiérrez Aragón, o "berlanguiano" en la RAE

Ya es conocida la figura del cineasta Manuel Gutiérrez Aragón, que además de habernos regalado su cine, personal e incomparable con otra cinematografía, nos ha demostrado su pasión por la literatura y el séptimo arte en numerosos artículos y libros que completan su extensa carrera. El último artículo que leí fue en la nueva revista "Ego", donde con un calmado aire melancólico nos hizo recorrer la Cuba de su infancia, sin duda eso me llevó a recordar su filme "Cosas que dejé en la Habana" (Gutierrez Aragón, 1997), una de sus películas más "ñoñas", aunque de indudable calidad cinematográfica, la calidad del autor de cintas como "Demonios en el jardín" (1982) o "La mitad del cielo" (1986), cuyo despertar con "Habla, mudita" en 1973 se convirtió en todo un clásico de nuestro querido cine rural, que José Luis Cuerda elevó al cuadrado con su recordada trilogía, nada surrealista. Como una serie de directores, entre los que se encuentra el asturiano Gonzalo Suárez, Manuel Gutiérrez Aragón lleva un largo periodo sin acercarse a las cámaras, refugiándose en sus plumas que en ambos casos, remarcando aún más el erotismo de Suárez, no suelen defraudar. Gutierrez Aragón es miembro de la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando desde 2004, y es ahora el único candidato para la vacante que dejó José Luis Sampedro en la Real Academia Española, desde el fallecimiento de nuestro querido José Luis Borau en 2012 ningún cineasta se ha sentado en los reales sillones, con la más que posible entrada de Gutierrez Aragón puede que se restaure ese equilibrio que estabilizan los cineastas.


Una de las obcecaciones de José Luis Borau fue la de introducir el adjetivo "berlanguiano" en la RAE, pese a todo aún a día de hoy no lo encontramos entre sus páginas como: propio y característico de Luis García Berlanga, o que tiene semejanza con el estilo de las obras de tal cineasta. Lo que viene a ser útil en situaciones absurdas, comicidad caústica, y enfoques grotescos que a veces proliferan en una sociedad difícil de meter en cuadro, como dice Jorge Berlanga en el libro "¡Viva Berlanga!". En mi opinión una palabra Realmente necesaria, no tienen más que echar un vistazo a algunos artículos de este blog, o simplemente enfrentarse a una situación como las definidas: La abuela, gran matriarca de la familia, queda colapsada ante unas interminables escaleras, entre familiares conseguirán levantarla, con silla incluida, recordando la imagen de Rafaela Aparicio en "Mamá cumple 100 años" (Carlos Saura, 1979), y la llevarán a su preciado destino, la abuela con una sonrisa victoriosa saldrá adelante, mientras que alguna hernia de recuerdo pueda quedar para sus incansables familiares. Una escena parecida se recreaba el otro día en "Cuéntame cómo pasó", donde una triunfal María Galiana se hacía con la cámara en todo momento, sin embargo a menor escala seguro que nos enfrentamos con alguna una vez a la semana. Como miembro del Centro de Altos Estudios Berlanguianos, que creó José Luis García Sánchez, Manuel Gutiérrez Aragón puede significar una continuación de Borau, en éste y otros aspectos como la reforma de la imagen pública de la tachada "farándula". Esperamos la inminente entrada del del director cántabro en la RAE. 

sábado, 11 de abril de 2015

"Birdman"... y el súper-antihéroe

La literatura ha sido uno de los primeros elementos culturales que se han difundido entre la población humana, y desde la misma Biblia hemos tenido que soportar a un ser superior, a un hombre especial y divino, muy alejado de nuestra realidad. Hoy más cerca del estreno de la cinta en DVD, puedo escribir sobre ella, más alejado de la primera vez que la vi, pues si lo hubiese escrito entonces la emoción e impresión que me causó "Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)" hubiese sido un baño de elogios, que aún hoy difícilmente puedo evitar. Puedo expresar mi interrogante hacia las personas que me han comentado que la película no era para tanto, cuando por primera vez en mucho tiempo nos enfrentamos a uno de esos caramelos deliciosos, donde el ansia nos puede y mordemos antes de que esté suficientemente reblandecido. Alejandro González Iñárritu brilla tanto en la dirección como en el guión, una obra sensacional que sabe tratar los claros y oscuros de la vida teatral, un actor perseguido por un éxito banal para sí, una estrella de acción condenada a ello, un hombre capaz de tirarlo todo por la borda con tal de triunfar en la esencia del cine, en el teatro, y no sólo en él, sino en Broadway. El plano secuencia que sólo el clímax es capaz de cortar nos recuerda a aquellas obsesiones que recordábamos en el artículo sobre el film "Musarañas" (Juanfer Andrés y Esteban Roel, 2014), y ésta en especial ya fue objeto de otro gran director, son pocos los que no recordarán en este momento "Rope!" ("La soga", Alfred Hitchcock, 1948).


Cada una de las interpretaciones logra crear un personaje, en muchas ocasiones las películas tienen un personaje protagonista muy elaborado lo que convierte a sus acompañantes de reparto en simples trazos impresionistas, si en este caso es así, los personajes secundarios han debido de salir del pincel del propio Claude Monet. Emma Stone reúne belleza y naturalidad, la representación de lamisca realidad que ahora vemos más que nunca en el cine, Woody Allen nos lo mostró ya en su cinta "Magia a la luz de la luna" (2014), en el personaje que encarnaba la misma Stone. Naomi Watts, Amy Ryan y Edward Norton son pura pasión, se comen la pantalla en cada una de sus escenas, algunas se hacen irresistibles para el espectador. Ejemplo: Edward Norton sumido en su divertido egocentrismo se cambia de ropa en el camerino, Naomi Watts entra natural y comienza a arreglarse, es su pareja, lo que no sabe Watts es que hasta hace unos segundos Norton estaba hablando con la joven Emma Stone, a partir de este momento la escena se desarrollar sóla y limpia, sencillamente genial. Michael Keaton es un actor al que hemos concebido desde nuestra infancia, completamente identificado con Riggan y los posibles fantasmas que le puedan perseguir desde su famoso "Batman" (Tim Burton, 1989) o incluso del genial "Bitelchús" (Tim Burton, 1988) de la que ahora prepara una segunda parte, con Burton y su compañera de reparto Winona Ryder.

Ha sido la gran ganadora de los Oscar, sin embargo aún quedan pequeñas espinas clavadas por ese Oscar al Mejor Actor, Eddie Redmayne le arrebató la estatuilla a Keaton por su genial interpretación de Stephen Hawking, en una cinta como "La teoría del todo" (James Marsh, 2014) que no cuenta nada nuevo del científico y que sería perfecta para la programación de media tarde de Antena 3. Emma Stone, también nominada, tenía pocas opciones ante Patricia Arquette, machacante madre coraje en "Boyhood" (Richard Linklater, 2014). A la espera del estreno de "Irrational man" (Woody Allen, 2015), Emma Stone nos brinda una interpretación cargada de emociones, en la que sus ojos brillan casi como otro protagonista. 

domingo, 5 de abril de 2015

Sin prisa, pero sin pausa - Negociador

Borja Cobeaga nos trae su última comedia, el co-guionista de "Ocho apellidos vascos" (Emilio Martínez-Lázaro, 2014), nominado al Óscar en 2007 por su cortometraje "Éramos pocos", nos sorprende con está sencilla y clara película que ironiza, sin herir a los posibles afectados, las negociaciones entre el gobierno español y la organización terrorista E.T.A. La ha decidido bautizar bajo el nombre de "Negociador", ganadora del premio a la Mejor Película Vasca del Festival de San Sebastián. La película tiene un fuerte carácter vasco que por si fuese poco se une al que estos últimos años está invadiendo la cinematografía nacional, de una manera atrevida y sutil, Cobeaga, logra rozar temas tan delicados como las fechas de los atentados o los problemas del gobierno, amenizándolos al soltarlos en diálogos dispersados entre el mismo negociador y una prostituta o en las opiniones de un genial camarero interpretado por Secun de la Rosa. En la ficción nos trasladamos también fuera del territorio de confort de ambos protagonistas, acordando así una igualdad de condiciones entre bandos. Ramón Barea brilla en su papel, un veterano que intenta llegar a una relación al menos normal entre su homólogo etarra, una seria y cómplice interpretación de Josean Bengoetxea. Temas que aún descansan sobre un fino hilo, en el punto de mira de los implicados, y que sin embargo Borja Cobeaga sabe tratar con completa naturalidad, como quizás debemos de ir asumiendo nosotros. Desde el comienzo el espectador espera lo que le será entregado, ese delicioso filete que se fríe vivamente ante nuestros ojos al comienzo de la película.


Como gran admirador de Raphael no puedo evitar fijarme en los carteles de su última gira, Amor&Desamor Tour, que no estaba en curso en el año 2005, pequeño gazapo que se perdona, porque una vez más vemos al cantante metiéndose lentamente en las fauces de nuestro cine. Antes de escribir nada sobre "Negociador" he navegado por internet con el fin de encontrar a Patricia Álvarez de Miranda y Ana Sainz-Trápaga, encargadas del casting del filme, ya que no podía estar más acertado. Ambas ya se encargaron de encontrar a Carlos Areces para el reparto de "Lobos de Arga" (Juan Martínez Moreno, 2011) donde nos descubrieron a un Areces galleguiño magnífico, después de ello parece que Borja Cobeaga ya tenía muy claro que necesitaba al actor para el papel de Patxi, en el que se ve que está escrito para él, y que por consiguiente interpreta de una manera lúcida, atemorizante y divertida. Patxi es un papel complicado, lleno de matices, parece mucho más liberal y peca de ello, es intimidador dentro de su normalidad, que no dentro de la del pobre Manu Aranguren, político vasco que a su vez no entra dentro de la normalidad del gobierno español, representado en el papel de Alberto (Óscar Ladoire). La película narra una historia principal que llama la atención del público, el dominio narrativo de Cobeaga se ensalza en esas pequeñas historias formadas a partir de la trama central, quizás mucho menos concisas y elaboradas que lo que verdaderamente importa en la película. En definitiva "Negociador" se defiende ante sus compañeras de cartelera, y brilla junto algunas como "El año más violento" (J. C. Chandor, 2014), que como ella siguen la trama sin prisa, pero sin pausa.

viernes, 3 de abril de 2015

Almodóvar, el eterno vecino

Pedro Almodóvar Caballero es sin duda el personaje más reconocido de nuestro cine, su nombre completo es una marca de identidad con la que se ha abierto paso desde la Mancha hasta Hollywood, por eso Almodóvar ya no es un director al que se le pueda considerar del cine español, sino del cine internacional, si algo me gustó de su última cinta "Los amantes pasajeros" (2013), aparte de la interpretación de Carlos Areces, fue la vuelta a una comedia española, que aunque calificada de soez llevaba con ella un importante trabajo de guión formando una intensa vida para cada uno de los personajes principales. El "Caballero" de Almodóvar nos recuerda a su madre, Doña Francisca, siempre uno de sus personajes más tiernos, presente en cada una de sus películas, ya sea por sus apariciones en cintas como "Átame" (Pedro Almodóvar, 1989) o "Kika" (Almodóvar, 1993) o por aquellos personajes escritos pensando en ella, y que tantas veces han sido encarnados por Chus Lampreave, como la inolvidable madre de Rossy de Palma y Marisa Paredes (que hoy cumple años) en "La flor de mi secreto" (Almodóvar, 1995). El director manchego ha triunfado por su condición de liberal entregado, nacida de la explosión cultural vivida en los años 80' de la que "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón" (Almodóvar, 1980) es su máxima expresión, también existe el otro lado de la Mancha, las figuras castellanas siempre presentes que podrían aparecer con su compañero Don Quijote, todas esas vecinas, mujeres en general de nuestra España más pura, esa esencia que ya buscaban los componentes de la generación del 98', y que Almodóvar ha sabido llevar fuera de nuestras fronteras.


En 1999 fallece Doña Francisca Caballero la querida madre de Agustín y Pedro, coincide con el estreno de su película "Todo sobre mi madre" todo un canto a la belleza cinematográfica, aunque con uno de esos guiones que sin querer te llevan a los Cerros de Úbeda. Ella era su esencia, y desde entonces parece haber perdido su toque de gracia, "La mala educación" y "Los abrazos rotos" se confirman como dramas lentos, parece la nueva formación de Pedro. No tarda en cambiar de etapa, y con "La piel que habito" (2011) nos trae un impresionante thriller en el que juega deliciosamente con los flashbacks y cuya referencia a "Los ojos sin rostro" (Georges Franju, 1960) la convierte en una experiencia fílmica apasionante para los amantes del cine francés. Almodóvar, al que el mismo Carlos Ceesepe retrató en el capítulo "El eterno adolescente", de la serie "Delirios de amor" (1989), como un vecino acompañado por su madre a la que protege de las posibles perversiones de la juventud, se ha convertido en ese vecino que esta vez nos manda guardar "Silencio" con su última película, con la que vuelve al drama que le elevó a los cielos de California, con un reparto que como él mismo afirma "se aleja de mi reparto habitual, no hay papeles para mis actrices de siempre", volvemos a las mujeres, a las pastillas, los desmayos, las medias, los labios, el sexo, volvemos a los mejor de Almodóvar, con Emma Suárez y Adriana Ugarte al frente del reparto, en el que no falta al menos una de sus "chicas", Rossy de Palma.