sábado, 30 de noviembre de 2013

Divisa recuerda a Berlanga

El gran escritor Javier Divisa, viene a Mondo Berlanga con la intención de hablaro sobre Berlanga, el director al que estamos homenajeando últimamente con motivo de su reciente aniversario. El escritor prefiere narrarse a sí mismo, con lo cual primero tenemos una pequeña introducción para averiguar quién nos escribe. 


"Tengo bastantes publicaciones en revistas literarias de España y Suramérica e incluso he ganado dos o tres premios literarios de los que no dan ni reputación ni dinero. Mi novela "Tres Hombres para Tres Ciudades" se puede comprar en cualquier librería, vale doce euros, y existe porque también existe gente que ha creído en ella, y es incluso buena. Por lo demás, tengo estudios de letras y escribo desde que aprendí a escribir y a mirar a la gente. Actualmente compagino la literatura con el mundo del trapo, es decir que me dedico a la moda en una empresa que se llama Divisa, aunque a veces me sonroje diciendo el término moda. Gracias a este business he viajado bastante por Asia y Europa, y he ido modelando mis letras pero conozco muy pocas instituciones culturales y casi ningún museo, valga el paradigma (y no muestro orgullo de ello) de que he estado unas veinticinco veces en París y no he entrado en el Louvre, entre otras cosas porque muchas páginas de mi pedazo de novela se han escrito tras los ventanales de las "brasseries" parisinas y a mi literatura le interesa mucho la gente y muy poco las obras de arte. Soy muy tragicómico para todo. Una vez en Nueva Delhi un amigo hindú me hizo pasar por famous-spanish-writer, y me homenajearon con Johnnie Walker y pastel de marihuana. 
Y eso es una verdad como un templo. Mi blog (en vigencia desde 2010) está siempre a vuestra disposición en el siguiente link: http://janpath-broadway.blogspot.com.es/. Actualmente me dedico a corregir una novela con el título de "Valientes Idiotas", y va a ser la hostia. ¡Ah, y soy un flipado de Berlanga!"

A continuación el artículo de Divisa, declarado y confirmado fan de Luis García Berlanga.

¡Cómo una película de Berlanga!:


Cuando uno tiene el gratificante encargo de realizar un artículo sobre Dios, cabe la gratificante posibilidad de salir derrotado, porque hacer un artículo a la altura del mejor director español de todos los tiempos es de un compromiso categórico. Merci querido Patricio, por esta bonita putada, aunque te lo agradezco mucho porque sabes que me van estas movidas de la retórica. Son parte sustancial de  la salsa de la vida. Salpimentemos pues.
Por si ustedes no están al tanto, estamos hablando de Luis García
Berlanga, es decir, del mejor director de cine español de todos los tiempos. "Bienvenido Mr Marsall". "Plácido". "La Vaquilla". "El Verdugo". Existieron más clarividencias del celuloide, todas con chile, guindilla y azafrán valenciano (Berlanga y los colorantes no sé entendían), aunque con con las precedentes hubiera sido suficiente, porque uno se puede morir tranquilo con cuatro obras de arte de tal magnitud. Y eso fue lo que ocurrió, que Berlanga se murió pero no se murió, y permítanme esa cursilería de que los grandes y quien a uno le da gana, no solo quedan aferrados al corazón (afectación) sino que no se mueren en la vida, como los cadáveres exquisitos de Peré Lachaise. Valgan los paradigmas de Balzac, Moliere, Wilde.
En fin , ustedes saben que Berlanga es recordar a su abuelo, a su padre, a su alcalde,  a su tía la del pueblo, a su prima, la precoz mujer de 14, escotada de vértigo y satén, y en general a todas esas personas de su entorno enmascaradas con las características principales de su cine, las cuales, quien suscribe admira para seguir viviendo o al menos para que el universo se pueda parecer de vez en cuando a una escena alegre de Berlanga: estamos hablando de ser incisivo, sarcástico y espontáneo.  De vivir con dignidad y de asignar letras del humor en los fondos de inversión de la tragedia. Tan importantes para vivir en high quality de emociones. Berlanga era como sus películas. "El dolor me jode, pero morirme me jode más", toda una declaración de intenciones, y un affair  de largo recorrido con la ironía, una de sus últimas frases, grande el Patriarca incluso cuando estaba ya buscando las tablas.
Nosotros decíamos: "Berlanga ha sacado peli, hay que verla. Aquí hay más
gente que en una película de Berlanga."  Porque todos estábamos dentro de esas cintas de celuloide que no eran cintas de celuloide sino retazos de esta España incorregible, visionaria y fracasada, divertida y tirana. "Como de película de Berlanga", amén. La inmortalidad. La vida misma. Berlanga. Desgarrar la miseria con la comedia. La sátira social de "Plácido", la crítica política de "El Verdugo", la parodia de la guerra, republicanos infiltrados en zona nacional, "La Vaquilla". "Bienvenido Míster Marshall", el alcalde, el cura y el boticario, ¡Americanos, os recibimos con alegría!. Para qué más.
P.D. Como bien te comenté Patricio, me dejo en el tintero "La Escopeta Nacional". Y otra escena mitológica de otro actor legendario, Agustín González.  "¡Baja de ahí y besa los pies a esta Santa! ¡Qué lo que yo he unido en la Tierra, no lo separa ni Dios en el Cielo!" 
Avanti.

La primera fotografía es un retrato del escritor, Javier Divisa, que nos ofrece este post.
La segunda fotografía es un fotograma del primer film en solitario de Berlanga, "Bienvenido Mr. Marshall".
La tercera fotografía la gran procesión con la participación de Plácido Alonso y su motocarro en el film "Plácido".
Nino Manfredi y José Isbert presiden esta cuarta fotografía que es uno de los momentos claves de "El Verdugo".
El reparto principal de "La Vaquilla" en el que es una de sus instantáneas más reconocidas, en esta la quinta fotografía.

Bajo estas líneas Luis José (José Luis López Vázquez) y Segundo (Luis Ciges) son descubiertos por Chus (Amparo Soler Leal) en un momento clave del film, "La escopeta nacional" de 1978.










jueves, 21 de noviembre de 2013

Gómez Rufo recuerda a Berlanga


Hoy en los recuerdos a Berlanga el escritor Antonio Gómez Rufo recuerda al que fue uno de los personajes claves tanto en su vida personal como en la profesional. En 1980 comenzaba su carrera profesional publicando la biografía de Marx, "Marx, el hombre y la historia". Desde entonces hemos podido disfrutar de varios ensayos, colaboraciones en guiones y más de veinte novelas que nos ha dejado el gran escritor. Con Luis ha colaborado en el guión de la serie televisiva "Blasco Ibáñez, la novela de su vida" un proyecto completamente magistral con guión de Jorge, Luis y Antonio, contó con el presupuesto más alto del momento invertido en televisión, pero sufrió muchos recortes, es más, se quería rodar en Hollywood. Gómez Rufo también fue uno de los nombres que circulaban en el guión de "París-Tombuctú", el último largometraje de Berlanga. En 1990 juntos (Rufo y Berlanga) realizaron un magnífico libro ("Berlanga, contra el poder y la gloria") que recuerda toda la vida y carrera del director. Después ya colaboraron otra vez para la colección de conversaciones con directores saliendo como resultado "Berlanga: Confidencias de un cineasta". Cuando el director falleció se estrenó su biografía (escrita por Antonio) titulada ya por fin: "Berlanga, la Biografía".
Por otro lado también cabe destacar la obra de teatro que escribió en 1994 Antonio Gómez Rufo titulada "Adiós, princesa", que tiene "dos actos, dos personajes (padre e hija) y un decorado".

Berlanga: cabeza de romano:


Una cabeza de romano. Un césar. Un sociólogo. Berlanga
fue uno de esos escasos personajes de la vida española contemporánea que consiguieron, en un país en el que nadie es alguien mientras no se hable mal de él, que no se excedieran en maldades acerca de su singularidad, de su presencia e, incluso, de sus deliberadas ausencias. Tal vez fuera porque a Luis García Berlanga no le gustaba hablar mal de nadie, con la secreta esperanza de que así nadie hablara mal de él. Un director de cine que supo huir del insulto y que, de entre los escasos pero significativos que conservó en su biografía, destacó el que le adjudicó el general Franco en un Consejo de Ministros, cuando dijo de él que no era un comunista, sino algo mucho peor: un mal español. Pero lo realmente importante y esencial en Berlanga, por encima de su anecdotario personal, fue que formaba parte de esa elite intelectual privilegiada que pasará a la historia de la cultura española de la segunda mitad del siglo XX.

Berlanga tenía ojillos de listo, unos ojos azul mediterráneo que guardaban siglos de navegación fenicia y parecían destinados a un pícaro tardío de trueques y cambalaches. Tenía ojos de listo, pero a él le gustaba disfrazarse de torpe, de patoso, de inútil; para compensar, poseía la mayor dosis de ternura que pueda imaginarse. De todo tenía opinión; a todo le gustaba poner el punto y la coma. Y esta paradoja, en alguien que aseguraba ser tímido, no era ni mucho menos la única de Berlanga, un ser tan aparentemente contradictorio como, a la vez, sencillo y humano.
Profundamente inteligente, intuitivo y dinámico, tenía una manera de ser aprendida de su padre y de su abuelo, para quienes la política fue manantial de enseñanzas en el arte de la diplomacia, la cortesía y la buena educación.
           
No es posible imaginar el cine español sin su presencia, sin la ruptura que supuso su intromisión en la cultura española, sin sus análisis sociopolíticos llevados a la pantalla disimulando, como si se tratara de una mera coincidencia. En realidad disimuló tan bien durante los años 50 y 60 que la izquierda le maltrataba, mientras la derecha le odiaba por desclasado y por traidor. Pero el pueblo español, el más fiel admirador de su cine, iba entendiendo a golpe de chiste negro, ironía y sarcasmo, que la sociedad española era un convento mugriento en el que ni el padre prior conocía de la misa la media. Berlanga tampoco, claro –así se preocupaba de enfatizarlo él–, pero es que el arte del disimulo, del camuflaje, es el don con que la naturaleza ha dotado a las especies más débiles para preservar su supervivencia.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Fernando Vizcaíno recuerda a Berlanga


Fernando Vizcaíno de Sas (abogado laboralista, por añadir información) recuerda hoy a Luis Gª Berlanga con el que compartió momentos desde infante, siendo compañero de escuela de Jorge (hijo del director) y espiando conversaciones entre Mingote, Berlanga, Tono y otros muchos grandes, entre ellos su padre, el escritor Fernando Vizcaíno Casas, también reconocido guionista y abogado laboralista. Vizcaíno Casas colaboró con Rafael Gil en películas como "Mi hijo y yo", "La autonosuyas" o "...Y al tercer año resucitó" basada en una notable obra suya con el mismo nombre. Fernando (Hijo) nos recuerda hoy como era el director desde un punto de vista más de dentro y... "laboralista".

Luis Berlanga (el García tardé mucho en hacerme con él) era, directamente, un cachondo burgués metido a cineasta. Cuando conducía abandonaba el volante y volviéndose de espaldas se ponía a discutir de señoras, de tacones o de literatura erótica, lo que provocaba el pánico entre los pasajeros que veían peligrar sus vidas por la erudición del maestro.

Siempre jugaba en otra división intelectual respecto a quien
dialogara con él, joven o viejo, profesor o alumno, cocinero o fraile. Nadie sabía más de horchata que él y ni la misma Emperatriz Sissi hizo tanto por el Imperio Austrohùngaro como él. Es curioso que un libertario, como se definía, tuviera una palabra fetiche (también usaba astrolabio y rotoprint, claro) tan autoritaria y rimbombante. Metió en una película final todo su mundo y no se puede entender a Luis sin ver "París-Tumbuctú" un par de veces.

Me fascinaba verle discutir con Azcona, y no precisamente del escote de las señoras que pasean por enfrente de Camino Real donde se ponían a escribir. O disfrutar como un niño pequeño en las mascletàs en el balcón del Ayuntamiento de Valencia. Porque esa es otra de las pistas para conocer a Berlanga: visitar los monumentos falleros y embeberse del arte cómico de los ninots.

Creo que frases como "sapos no gracias" con los que un pobre rechaza unos langostinos en "Plácido" o Pepe Isbert susurrando machaconamente "Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación...", para acabar con ese maravilloso cura que fue Agustín González gritando:"...lo que yo he unido no lo separa ni dios...", deberían sonar en altavoces debidamente instalados en la vía pública como remedio a la desesperanza que la crisis ha instalado en nuestro país.

Como desde muy pequeño estuve con él, con Mingote, Tono, Neville, Jardiel, mi padre...creo que nunca he valorado suficiente lo genios que eran.  Lo hacían todo de forma natural e igual Tono inventaba un cacharro nuevo para aparcar sin mirar atrás, que Mingote dibujaba un "Velázquez by Mingote", que Luis se escribía la escena final de "Calabuch" con el espectacular castillo de fuegos artificiales. Sin despeinarse. Ese es el verdadero genio.


Presumía de triste y solitario, desesperanzado y metido en su mundo donde no era fácil recibiera a nadie. Y es verdad que no era un dechado de simpatía o cariño, pero tampoco era un sieso que conste. Su personaje que más le define es ese verdugo heredero forzoso del oficio del suegro camino del garrote en peor estado que quien iba a ser ajusticiado. Ese contraste tremendo entre la vida y los sentimientos con una pizca de amargura y con lo estrambótico de la situación que la torna de dramática a cómica, si pudiera ser Luis. O no, porque creo que le importaba un pito los análisis de su persona o de su obra.

Hizo un cameo vestido de guardia urbano (de los del Madrid de los 50') en una de esas comedias de Toni Lebran y Manolo Gómez Bur y luego se burló de sus amigos haciéndoles salir en pantalla vestidos de iguales formas (el más recordado Mingote de Guarda Real en el Palacio de Oriente).

Al final, el pobre postrado porque no tuvo la suerte de ser rey, pero si la misma desgracia de que se equivocarán repetidamente en sus operaciones de cadera, disfrutaba con el fútbol y nuestro Valencia, aguantando estoicamente los berrinches de Fernando si, como era desgraciadamente habitual, los "chés" perdían y viendo compulsivamente toda serie de programas de televisión. Hasta su muerte que fue tranquila y tímida como el mismo gustaba de andar por la vida.

Hace tres años ya y parece un minuto porque, gracias a dios, nos quedan sus películas que pasan continuamente por los distintos canales de televisión porque siguen frescas, modernas y arrancando la sonrisa del espectador. Desde las más antiguas a la serie "Nacional" (¡cómo olvidar los porteros automáticos que Sazatornil intentaba colocar al ministro!) verlas hoy sigue siendo una gozada que se recomienda como el “Agua de litines” (soda para entendernos) para combatir el calor de verano.

Ácrata, libertario, cachondón, valenciano hasta la médula, taciturno, hipocondríaco, supersticioso e inmensamente español,  Luis Berlanga (perdón de nuevo por el García pero no me sale) era un fenómeno irrepetible y quienes tuvimos la suerte de conocerle sabemos, además, que disfrutó con lo que hizo y como vivió.


Ya sólo queda despedirnos con una imagen de alguno de sus actores preferidos (¿Manuel Aleixandre?), tocando el trozo de madera que siempre hay que llevar encima, un fundido en negro y

                                    ....FIN

jueves, 14 de noviembre de 2013

Willy Montesinos recuerda a Berlanga

El actor Guillermo "Willy" Montesinos colaborador de Berlanga en tres de sus películas viene hoy a Mondo Berlanga para recordar a uno de sus maestros. // Guillermo nace un 10 de enero en Castellón de la Plana, en 1976 hace su primera incursión en el cine en la película "La Carmen", y en 1979 lo hace en teatro con "De san Pascual a san Gil". A lo largo de su carrera realiza grandes éxitos, reconocidos como algunas de las mejores obras del cine español. En 1980 trabaja con la fantástica Pilar Miró en "Gary Cooper, que estás en los cielos" y hace un gran papel en "El crimen de Cuenca", protagonizada por la fantástica Amparo Soler Leal. A partir de ahí su carrera da un gran giro y realiza papeles de gran categoría como "Las aventuras de Enrique y Ana" (donde trabaja con actores como Luis Escobar, Agustín González o Amparo Soler), "Le llaman J.R" (donde interpreta el papel de Tobi en este film seguido por su secuela, "J.R. contraataca") o "Los Zancos". En 1985 aunque a penas le vemos la cara, hace uno de los papeles protagonistas en "La Vaquilla" de Luis García Berlanga. Otra gran oleada de éxitos entre los que destacan "Luces de bohemia", "Se infiel y no mires con quién" y "La Corte del Faraón" son algunos de sus mejores papeles protagonistas, por todos ellos recibió una nominación como Mejor Actor a los Fotogramas de Plata.

Su papel en el film de Fernando Colomo, "La Vida Alegre" es uno de los más recordados de su
filmografía, en la cinta trabajó con actores de la talla de Antonio Resines, Verónica Forqué, Rafaela Aparicio, Chus Lampreave, Javier Gurruchaga, El Gran Wyoming, Miguel Rellán o incluso la ganadora de Eurovisión 69', Massiel. Pero quizás el papel más recordado de su carrera sea el del Taxista en "Mujeres al borde del ataque de nervios", papel por el que fue nominado al Goya Mejor Actor de Reparto y que hizo que todos echásemos unas carcajadas. No sé si decir que la película fue dirigida por Almodóvar y proyagonizada por la fantástica Carmen Maura. Al final de los ochenta y en los noventa realiza algunos de sus mejores films como pueden ser: "Amanece, que no es poco" (fantástica de José Luis Cuerda), "Si te dicen que caí" o "Todos a la cárcel" y "París-Tombuctú" (junto con Berlanga). En los últimos años ha protagonizado grandes obras de teatro como "Ceniza", el pasado año. // Éste magnífico actor ha querido acercarse al blog para recordar al gran Berlanga.

"Sobre Luis García Berlanga"

Considero un privilegio el haber trabajado con Luis García Berlanga, y esto vino a que con anterioridad tuve un éxito relevante con la película “El crimen de Cuenca” dirigida por Pilar Miró y también producida por Alfredo Matas, magnifico trabajador y entrañable persona, se pusieron los dos de acuerdo en que encarnase a uno de los protagonistas de “La Vaquilla”. Supuso que mi carrera artística tomase un nivel de prestigio ilusionante y difícil de corresponder. Aquel rodaje fue para mí como una “tesina” y una oportunidad única. Un protagonista, una gran producción con un reparto de lo mejor del país y sobre todo el ser dirigido por ese gran maestro del cual aprendí y disfrute todo lo que pude. Qué gustazo vivir como se desarrollaban los ensayos de esos fantásticos planos secuencia, ver como Luis lo tenía todo tan bien pensado, era de los directores que llegaban al rodaje con los deberes hechos, todo planificado, con rigor y con talento e imaginación desbordante que hacia que todo el equipo funcionara perfectamente, con ese humor tan mediterráneo, valenciano, fallero incluso, con sorna morbosa y esa pizca de sadismo divertido y a veces poco comprendido. Yo disfrutaba enormemente, estar cerca de él ya era un aliciente diario.  Decía que no dirigía a los actores, no estoy seguro, es cierto que no era amigo para nada de felicitar y dar muestras de alegría al acabar un plano o secuencia, pero si había algo que no lo viese correcto si te lo hacía ver, con capacidad de síntesis, educación y cariño. En las secuencias de cierto riesgo físico preguntaba a los actores “¿soportable?” …  “pues a rodar”.

Compartí con Berlanga la afición al ciclismo, una vez propuso parar de rodar para ver una etapa del Tour o la Vuelta... lo dijo de broma pero en serio. También fue muy gratificante trabajar en “Todos a la Cárcel” dónde interpreté al escapista “Pajarito”, rodar rodeado de paisanos y amigos, la playa y la paella cerca, creo que se consiguió una película realista, peculiar y para mi absolutamente  vigente.

Aunque fue una pequeña colaboración, me hizo mucha ilusión estar en “Paris-Tombuctú”, rodar en Peñíscola, la vuelta a mi tierra, en el recuerdo “Calabuch”, Manuel Alexandre en una continuación del personaje que hizo treinta años antes, conocer a Michel Piccoli, y en fin, volver a estar con Berlanga… ¡y en su última película!


Quiero recordar la importancia que tuvo en su carrera el trabajo de ese gran productor que fue Alfredo Matas, y la estrecha colaboración con el guionista Rafael Azcona, uno de los mejores en la historia del cine europeo. A nivel personal y como es de la familia, deseo destacar mi amistad  con su hijo Jorge, escritor fino y punzante y también guionista, entrañable , cariñoso, compañero de correrías diurnas y nocturnas, que si a los toros, que si al fútbol, a los conciertos, siempre “aseaos”, bueno, de lo mejor de mi vida. Me gustan todas sus películas o casi, la que más me impactó fue “El Verdugo”, potente manifiesto contra la pena de muerte. “Novio a la vista” se rodó en Benicasim, mi tierra, por eso le tengo un especial cariño. Las “Nacionales” son irrepetibles y dignas de verse en las escuelas. Y una que no se le ha hecho el caso que merece es “Los Jueves Milagro”, tierno y agrio relato sobre la España más casposa.
Al dejarnos Luis García Berlanga noté un suspiro de alivio en los políticos, en los banqueros, el clero, financieros, militares, constructores, monárquicos, etc. , vamos, el poder más o menos, el que con talento y humor tan bien los retrató, ya no volvería a hacerlo.


"Creo que no hay continuidad, Berlanga fue y es único."

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Recuerdos de Berlanga

Mondo Berlanga recuerda hoy el tercer aniversario de la muerte de Luis García Berlanga, el director lo que escribimos, hace hoy un año, sobre Luis García Berlanaga recordando toda su carrera profesional. Y a continuación el primer recuerdo de Berlanga.
Recordamos a un rebelde de España. Reconocido como uno de los mejores del cine español hemos conseguido el testimonio de amigos y compañeros de profesión de Berlanga que le han querido recordar. A lo largo de estas semanas iremos publicando lo que esta gran gente ha querido recordar del maestro.
Y hoy y solo hoy, el primer día, queremos empezar con una excepción. Un admirador llamado Luis Lasso, cinéfilo reconocido que ha querido recordar a este gran director. Y lo ha hecho con su artículo "Pues se dice coño, se dice". Se lo mostramos (todas las personas que quieran colaborar en este homenaje puede hacerlo en los comentarios de estas entradas, muchas gracias).

"¡Pues se dice, coño, se dice!"



El cine ha sido una de mis grandes pasiones desde que tengo uso de razón y Luis García Berlanga ayudó a confirmar y extender esa pasión echando gasolina a las llamas que dentro de mí empezaron a arder a muy temprana edad. El Huracán Berlanga entró en mi vida siendo yo un chaval, y cómo no, lo hizo de forma especial, entrando por los oídos en lugar de por los ojos que hubiera sido lo normal. La expresión “Parece sacado de una película de Berlanga”  estaba a la orden del día en mi casa. ¡Qué misterio más apetecible de revelar para un mocoso inquieto como yo! ... ¿Cómo serían las películas de ese tal Berlanga? Tenía muchas ganas de averiguar este dato porque la enigmática frase siempre iba acompañada de un hecho insólito y grandes risas tragicómicas. Más tarde descubrí que La expresión estaba igualmente a la orden del día en la calle. Y poco a poco e irremediablemente yo también fui haciéndola mía como buen español.
Huelga decir que no tardaron en llegar a mi vida sus películas. La primera traca que explotó frente a mis ojos fue “La escopeta nacional”. A partir de esta eufórica experiencia quedé rendido de forma incondicional a su lenguaje y empecé a devorar todo lo que llevaba su nombre.
La saga del Marqués de Leguineche, Personaje que conquistó mi corazón desde su primera palabrota, quizá sea de toda su filmografía, a la que guarde más cariño por ser el principio de una larga amistad y objeto de mi desfloración. Plácido, el Verdugo, Tamaño natural, Bienvenido Míster Marshall, La vaquilla, Esa pareja feliz, bla bla bla ... todas ellas una magnífica visión de la ternura más jo´putesca dentro de las contradicciones del Homo Erectus.
Es reconfortable seguir continuamente siendo alumbrado por él
según uno va adentrándose en su cosmos, y es que uno, no deja nunca de adentrarse en el universo berlanguiano, ya que Berlanga da para dos o tres vidas, cosmos, universos. Desde Rafael Azcona pasando por La sonrisa vertical y continuando por su Festival de Cine, me ha confirmado sucesivamente que es “Cráneo Previlegiado” y sobre todo me ha enseñado a ganarle el pulso a la desgracia con la sonrisa. 
Desde éstas líneas brindo con QueroSeno por el Maestro Berlanga, el cual, como todo Gran Maestro, supo explicarnos las cosas más difíciles de la manera más sencilla : - ¡¡A SU SALUD!!

domingo, 10 de noviembre de 2013

Último adiós a la gran dama, Amparo Rivelles

Mondo Berlanga vuelve a hacer trabajo de calle y acude a la capilla ardiente para despedirse de la gran Amparo Rivelles en el Teatro Alcázar. Cientos de personas, admiradores/as de la señorita Rivelles, familiares y amigos han acudido al Teatro Alcázar de la calle Alcalá para despedir a la magnífica Amparo Rivelles que todos recordaremos siempre. La capilla ardiente se instaló en el teatro Alcázar de Madrid por expresa petición de la actriz, ya que en él interpretó varias obras y como otros grandes de la escena consideró este teatro como su casa. Entre los amigos y familiares que han acudido al teatro hemos encontrado actores, productores y algunos admiradores. En Mondo Berlanga hemos conseguido interceptar algunos de ellos.

Concha Velasco: trabajó con Amparo Rivelles en el film "Esquilache" de 1989, donde las dos fueron nominadas al Goya en la categoría de Mejor Actriz de Reparto. Muy afectada por la pérdida de la actriz ha dicho sobre ella: "En el caso de Amparo Rivelles no era solo una gran actriz sino también una amiga muy querida e irrepetible. Era una mujer muy inteligente y divertida que siempre supo ver el lado bueno de las cosas." Y añadió para las nuevas generaciones: "Queda su trabajo para que aprendan los jóvenes de ahora, aunque es difícil compararse con Amparo Rivelles por mucho que la estudies".



Jesús Guzmán: nunca trabajó con Amparo, pero siempre tuvo una gran admiración por esa familia de artistas. Ha dicho: "Era muy buena actriz y muy guapa. Yo tuve la suerte de trabajar con su hermano Carlos [Larrañaga] y luego en América coincidí con su madre, María Fernanda [Ladrón de Guevara]. Con su padre no trabajé, pero le vi en el teatro. Sinceramente hemos perdido una gran actriz como la copa de un pino". Y remarcando que este estaba siendo el fin de un generación contó una anécdota: "El otro día una señora me dijo que ya solo quedaba yo en esta generación".



Silvia Marsó: la querida "secretaria contable" del "Un, dos, tres... responda otra vez", que coincidió con Amparo en la obra "La loca de Chaillot", donde las dos compartían cartel, lamentaba hoy también la pérdida de esta genial actriz. Sencilla y sincera nos ha dicho emocionada: "Bueno ha sido una pérdida inmensa con la que estamos sufriendo todos". Además de halagar a la inmensa actriz de una manera excepcional.



Pilar Berdem: no tuvo ninguna relación profesional con la actriz, pero entre ellas se forjó una gran amistad. Con las palabras de una amiga, Pilar Bardem, dijo de Amparo: "Ha sido la pérdida de una de las mejores actrices que ha habido. Si siempre tuvo grandeza como actriz y como persona". Más personalmente añadió: "Lo que era la mujer más graciosa del mundo. Era de un ingenio y de una rapidez mental para hacer bromas, que la echaremos de menos porque por lo menos nos hacía reír".



Maribel Verdú: ligada a la familia por su marido, Pedro Larrañaga, que es sobrino de la actriz, hijo de Carlos Larrañaga y hermano de Amparo Larrañaga y Luis Merlo, Amparo y su marido Pedro Larrañaga también acudieron a la capilla ardiente. Maribel comento que por la capilla ardiente: "Estamos felices por ver toda la gente que la quería, las demostraciones de amor y lo bonito y especial que ha sido todo". Sobre la actriz añadió: "Se ha ido una de las más grandes en la historia del cine, del teatro, de la televisión de este país."




Julia Guitérrez Caba: una de las actrices más grandes que ha dado este país. Trabajó con Amparo por primera vez en 1956 cuando trabajaron en el film "La herida luminosa". Juntas forman una pareja magnífica. Julia la ha recordado: "Amparo era una excepcional actriz, una estrella en el cine y en el teatro. Y una gran amiga claro".

Asunción Balaguer: reconocida actriz que celebró su cumpleaños el día ocho de este mes se acercó hasta el teatro para despedir a su amiga Amparo. También saludó a su amigo Jesús Guzmán que marchaba cuando ella llegó. Ha dicho sobre ella: "Era una gran actriz y era una belleza impresionante". Recordando a su fallecido esposo desveló: "Paco [Rabal] la quería mucho".



María Luisa Merlo: una magnífica actriz que siempre demostró una gran admiración por su cuñada. Merlo estuvo casada con Carlos Larrañaga, y aunque se divorciaron siempre estuvo muy unida con su familia. Habló sobre como había afectado la muerte de su hermano, Carlos, a la actriz: "Ella fue caer su niño y caer ella, ya no querer vivir. Lo había cuidado ella, era su niño y... Aunque seamos una familia rara y atípica y divorciados no nos separamos nunca", dijo muy emocionada.



Aitana Sánchez Gijón: es una de las mejores y más guapas actrices que ha dado este país, y es que hay que reconocer que España ha dado mucha actrices mejores que las que han querido dar popularidad la prensa internacional. Aitana se acercó para despedir a la querida Amparo Rivelles con la que trabajó en la serie de Televisión Española, "La Regenta". En la fotografía vemos a Aitana hablando con Pilar Bardem (de espaldas) y al fondo a Maribel Verdú.


Lina Morgan: no pudo asistir a su despedida, pero mandó un enorme rosco de flores blancas en su nombre. La actriz siempre ha sido gran amiga de Amparo Rivelles, coincidió con ella en la serie que Morgan protagonizaba, "¿Se pude?", por la serie pasaron algunos de los actores más reconocidos del panorama español.



En el último momento aparecieron las compañeras (de profesión) de Amparo, Marisa Paredes (que se la vio muy afectada por la pérdida de su amiga) y Terele Pávez que también dio su pésame a la familia. Las dos grandes actrices tanto de cine como de teatro.


Marisa Paredes con chaquetón claro y Terele Pávez con abrigo oscuro.

Además al encuentro asistieron numerosos compañeros de profesión como Nuria Espert (que trabajó con la actriz en "Un soplo de vida", magnífica obra de teatro donde fueron dirigidas por Lluis Pasqual), Nati Mistral (con la que coincidió en su retiro en 2006, donde las dos protagonizaron "La duda", una obra de teatro basada en la obra "El abuelo" de Benito Pérez Galdós), Enrique Cornejo (amigo de la actriz y reconocido productor de teatro) y Pastora Vega son solo algunos de los que la visitaron. La actriz Ana Belén también acudió a dar el pésame, pero se escapó de nuestras cámaras.


Nati Mistral se acercó al teatro Alcázar para despedir a Amparo Rivelles.




Una afectada Nuria Espert, dijo adiós a la gran dama de la escena.


Pastora Vega vino y se fue acompañada de Ana Belén, ninguna de las dos concedió muchas palabras a prensa sobre el fallecimiento de la actriz.


El gran productor de teatro, Enrique Cornejo, acudió a la capilla ardiente para dar un último adiós a Doña Amparo.

Con esto abandonamos esta crónica con la que hemos querido despedir a la única  e inigualable, Amparo Rivelles (para información sobre la actriz pinche sobre su nombre). Para despedirnos les dejamos con las imágenes del desplazamiento de Amparo al coche, y es solo el comienzo de un largo viaje, ya que la actriz viajará hasta México donde será enterrada en un panteón familiar.


                    



viernes, 8 de noviembre de 2013

Amparo Rivelles, el fin de una generación

Amparo Rivelles una da las actrices con más carácter escénico del cine y el teatro español. Reconocida como una mujer dulce y apreciada por todos la que la conocían, Amparo Rivelles no es solo una de las actrices más reconocidas de su época, es la mujer más querida por la escena española (y mexicana). Fue también reconocido, y nunca se olvidará, su gran sentido del humor, despidiéndose de esta vida con las palabras: "No tengáis pena, lo pasé muy bien". Amparo siempre dio que prefería haber sido abogada o doctora, pero siendo nieta, hija y hermana de actores (después sería también tía) no le quedó más remedio que meterse a la escena con 14 años haciendo un pequeño papel en la obra de Adolfo Torrado, "La madre guapa". Hoy sus dos patrias (México y España) lloran a la que ha sido una de las mejores actrices de la historia del cine y el teatro, que dejó para siempre una señal en todas las personas que tuvieron, tienen y tendrán la suerte de poder ver una actuación suya. Quizás fuesen sus compañeros los que la ayudaron a ser la actriz que fue, ya que trabajó con algunos de los mejores tanto en la Gran Pantalla, como en las tablas y como en la televisión.

Fueron sus abuelos José Rivelles (destacado actor de teatro que hizo algunas apariciones en películas de sus nietos como "A sangre fría" o "Sin la sonrisa de Dios") y Amparo Guillén (tuvo una prestigiosa carrera sobre las tablas, y en 1923 hizo su pequeña participación en el cine con un corto papel en la película "La Bruja" de Maximiliano Thous) los que comenzaron a labrar esta gran familia de actores. Su hijo Rafael Rivelles, también trabajó en cine y destacó en teatro, se casó con María Fernanda Ladrón de Guevara, que trabajó en la década de 1910 en el teatro e hizo algunos papeles para cine y televisión, juntos tuvieron a Amparo. María Fernanda, su madre, se divorció de Rafael y se casó con el también actor Pedro Larrañaga con quien tuvo al hermano de Amparo, Carlos Larrañaga, que destacó en el cine desde infante. Carlos Larrañaga tuvo tres hijos que destacaron en la profesión, Amparo Larrañaga, Pedro Larrañaga y Luis Merlo, siempre han domostrado una gran admiración por su tía, al igual que la ex-mujer de Carlos, María Luisa Merlo también se ha declarado como fan de su cuñada. Pedro, además, está casado con la fantástica actriz Maribel Verdú, desde 1999. Una familia llena de artistas que nos ha estado regalando sus interpretaciones desde finales del siglo XIX.

En febrero de 1925 nacía en Madrid Amparo Rivelles, con tan solo catorce años se incorpora a la compañía de teatro en la que trabajaba su madre, "El compañero Pérez" y "La madre guapa" son sus primeros trabajos. Al año siguiente se incorpora a la aventura del séptimo arte y hace un pequeño papel en el film "Mary Juana" de Armando Vidal. Es una actriz que promete y con tan solo dieciséis año firma un contrato con la prestigiosa productora CIFESA que cuenta con actrices como Imperio Argentina o Aurora Bautista entre sus colaboradoras. Amparo colabora con CIFESA hasta 1951 cuando termina su contrato con la cinta "Alba de América", un gran éxito de Juan de Orduña. Durante su estancia en la productora adquiere una gran fama con títulos tales como "Alma de Dios", "Malvaloca", "Deliciosamente tontos", "La fe", "Fuenteovejuna" o "Angustia", y son los directores contratados por la productora los que le dan fama, Juan de Orduña, Rafael Gil e Ignacio G. Iquino son algunos de los más reconocidos. Por sus papeles en 1947 en "La fe" y "Fuenteovejuna", Amparito recibe el premio a la Mejor Actriz Principal del Círculo de Escritores Cinematográficos de España. Con CIFESA realiza grandísimas interpretaciones como la de Herminia en "Los ladrones somos gente honrada" basada en una obra de Jardiel Poncela, o la de Mariana en "Eloísa está debajo de un almendro" también de Poncela. Y como no en 1945 hace el papel protagonista de "El amor del gato y del perro" de Enrique Jardiel Poncela.Otro gran éxito con CIFASA fue "El Clavo" de Rafael Gil, co-protagonizado por otra estrella de la productora, Rafael Durán. Amparito Rivelles fue su nombre artístico durante esta primera etapa de su carrera artística. "A puerta cerrada" y "Una mujer cualquiera", en este último (de Miguel Mihura) fue dirigida bajo las órdenes de Luis Escobar. En 1955 llegó a España un rodaje de Orson Welles que quedó completamente prendado de este país e incluso compró un piso en Madrid donde vivió algunos de sus últimos años. La nueva película que llegaba era la versión española de "Mr. Arkadin" que dirigiría y protagonizaría el mismo Welles. Amparo Rivelles consiguió un pequeño papel en esta producción franco-hispano-suiza.
A finales de esta década Amparo se exilia por voluntad propia a México, donde tiene una buena acogida y se convierte en una estrella de la televisión nacional, protagonizando en su mayoría telenovelas. "El Otro", "Pecado mortal", "La Leona", "Tres caras de mujeres", "La tormenta" y "Sin palabras" son las telenovelas que alcanzan más éxito durante la década de los 60', en ellas trabaja con Fernando Rey, Ernesto Alonso y Chela Castro entre otros, en todas ellas se sitúa en México de alguna época y la "guerra de los sexos" está siempre presente. A parte de telenovelas algunos directores mexicanos escogen a Amparo para protagonizar sus films, Manuel Mur Oti (también español) trabaja con ella en "El batallón de las sombras", pero es tal vez su mejor interpretación (en su etapa mexicana) la de Mrs. Morales en "El esqueleto de la señora Morales" que alcanzó un tremendo éxito. Durante su estancia en México desarrolla su carrera de una manera impresionante, haciendo más de cincuenta trabajos distintos en veinte años que vive en el país. Desde 1960 hasta 1967 realiza todo telenovelas, interpretando algunos personajes que pasarían a la historia, uno de los más célebres el de "Anita de Montemar", la joven que estudia en el colegio de monjas. Ya en 1972 Rivelles protagoniza la comedia, "¿Quién mató al abuelo?" y consigue un pequeño papel en el western "Indio". En 1980 protagoniza el film "La coquito" de Pedro Masó por el cual recibió el premio a la Mejor Actriz de Cine de los ACE de Nueva York. Durante su estancia en México no pisa las tablas y después de actuar en algunos films y de protagonizar las telenovelas: "La hiena", "Lo imperdonable" y su último trabajo en México, "Pasiones encendidas".
La señorita Rivelles vuelve a España y protagoniza en el Teatro Alcázar (es su vuelta a España después de veinte años lo que representa este teatro, y es donde se instalará su capilla ardiente) "El hombre del atardecer" con dirección de Mara Recatero. Al año siguiente protagoniza la serie televisiva "Los gozos y las sombras", obtuvo un gran éxito ya que cuenta la historia de la Segunda República y la Guerra Civil, y eso al público español "nos encanta", además actores reconocidos completan el reparto de la serie, entre ellos su hermano Carlos. En 1983 trabaja en "Estudio 1" protagonizando "La Mamma", y en 1983 trabaja bajo las órdenes de José Sacristán en "Soldados de plomo", que protagoniza junto con Fernando Fernán.Gómez, Assumpta Serna y el propio José Sacristán. Para completar el año protagoniza en el Teatro Alcázar la obra de Mihura y Álvaro de la Iglesia, "El caso de la mujer asesinadita" dirigida por el reconocido, Gustavo Pérez Puig. Uno de sus mejores papeles lo realiza en la obra de teatro "Hay que deshacer la casa" de Junyent, al año siguiente el director José Luis García Sánchez adapta la obra al cine y escoge como protagonistas a la gran Amparo Soler Leal y a nuestra apreciada Amparito Rivelles. El reparto del film se completa con cantidad de reconocidos actores del panorama español como José Luis López Vázquez, Paco Valladares, Luis Ciges, Agustín González o Willy Montesinos, además su sobrino, Luis Merlo, también hace un papel. Su gran interpretación fue recompensada con un Goya a la Mejor Interpretación Femenina Protagonista.
En 1988 hace el papel que como digo toda actriz española quiere interpretar cuando llega a los sesenta años, el de "La Celestina" de Francisco de Rojas. Y Amparo Rivelles la interpretó a lo grande, en Madrid Capital, con una versión dirigida por Adolfo Marsillach. "Esquilache" fue un drama histórico indispensable en la historia del cine español, con un magnífico Marqués de Esquilache interpretado por Fernando Fernán-Gómez y con su ayudante el reputado Marsillach que recibió el Goya por su interpretación, Rivelles fue nominada al de Mejor Actriz de Reparto junto con Concha Velasco por el mismo film (al final el Goya fue para otra gran actriz de teatro, María Asquerino). Todos fueron dirigidos por Josefina Molina. Durante la década de los 90' vuelve a dedicarse al teatro y "Rosas de Otoño" o "Los árboles mueren de pie" son dos obras que la vuelven a dar nombre, así como la versión libre de Ana Diosdado (entonces mujer de su hermano) sobre la obra de Oscar Wilde, ella la tituló: "La importancia de llamarse Wilde". También hace un papel en la película de 1991 de Pedro Olea, "El día que nací yo" que cuenta la escandalosa historia de un cura y un profesor que se enamoran de una gitana interpretada por Isabel Pantoja. El joven director, Juan Cruz, realiza su cortometraje "El olor de las manzanas" que resulta ser el último trabajo en cine de Amparo Rivelles. En 1993 recibe el Fotograma de Plata a Toda una Vida por su colaboración al mundo del cine, el teatro y la televisión. Tres años después le es concedido el Premio Nacional de Teatro (un prestigio que han conseguido autores, directores y actores como Jardiel Poncela, Mihura, Miguel Narros, Julia Gutiérrez Caba, Adolfo Marsillach, Rafael Alberti, Nuria Espert, López Vázquez, Fernán-Gómez, Pérez Puig o Blanca Portillo) En el año 2001 vuelve a las tablas con "Paseando a Miss Daisy" una magnífica adaptación de la película, donde Rivelles nos demostró que a sus casi ochenta años seguía en perfectas condiciones de actuar.



En el año 2006 Amparo anuncia su retirada con la obra "La Duda", una versión de "El Abuelo" de Benito Pérez-Galdós. Ese mismo año le dan la Medalla de Honor del Círculo de Escritores Cinematográficos, y es nombrada Doctora Honoris Causa por la politécnica de Valencia. En el 2011 se levantó una estrella en el Paseo de la Fama de Madrid con su nombre. Y despedimos desde aquí a nuestra querida Amparo Rivelles, que ha marcado una generación clave en España, siendo un referente para muchos artistas. Adiós Amparito, nunca serás olvidada. Gracias por darnos tu vida de esa manera.

Galería fotográfica:

(De arriba a bajo) 
1- Retrato de la actriz en 1945.
2- Retrato de Amparo en 1982.
3- En el camerino de "La Duda". En 2006.
4- Junto con el director teatral Adolfo Marsillach y la actriz María Jesús Valdés.
5- Retratada en 1996 en su casa.
6- Amparo (con vestido oscuro) durante la interpretación de "La Celestina".
7- En "Paseando a Miss Daisy" de 2001.

Bajo estas líneas encontramos a la actriz recibiendo el Goya a la Mejor Actriz por "Hay que deshacer la casa", lo recibe de manos del actor José Luis López Vázquez. En 1986.