sábado, 30 de noviembre de 2013

Divisa recuerda a Berlanga

El gran escritor Javier Divisa, viene a Mondo Berlanga con la intención de hablaro sobre Berlanga, el director al que estamos homenajeando últimamente con motivo de su reciente aniversario. El escritor prefiere narrarse a sí mismo, con lo cual primero tenemos una pequeña introducción para averiguar quién nos escribe. 


"Tengo bastantes publicaciones en revistas literarias de España y Suramérica e incluso he ganado dos o tres premios literarios de los que no dan ni reputación ni dinero. Mi novela "Tres Hombres para Tres Ciudades" se puede comprar en cualquier librería, vale doce euros, y existe porque también existe gente que ha creído en ella, y es incluso buena. Por lo demás, tengo estudios de letras y escribo desde que aprendí a escribir y a mirar a la gente. Actualmente compagino la literatura con el mundo del trapo, es decir que me dedico a la moda en una empresa que se llama Divisa, aunque a veces me sonroje diciendo el término moda. Gracias a este business he viajado bastante por Asia y Europa, y he ido modelando mis letras pero conozco muy pocas instituciones culturales y casi ningún museo, valga el paradigma (y no muestro orgullo de ello) de que he estado unas veinticinco veces en París y no he entrado en el Louvre, entre otras cosas porque muchas páginas de mi pedazo de novela se han escrito tras los ventanales de las "brasseries" parisinas y a mi literatura le interesa mucho la gente y muy poco las obras de arte. Soy muy tragicómico para todo. Una vez en Nueva Delhi un amigo hindú me hizo pasar por famous-spanish-writer, y me homenajearon con Johnnie Walker y pastel de marihuana. 
Y eso es una verdad como un templo. Mi blog (en vigencia desde 2010) está siempre a vuestra disposición en el siguiente link: http://janpath-broadway.blogspot.com.es/. Actualmente me dedico a corregir una novela con el título de "Valientes Idiotas", y va a ser la hostia. ¡Ah, y soy un flipado de Berlanga!"

A continuación el artículo de Divisa, declarado y confirmado fan de Luis García Berlanga.

¡Cómo una película de Berlanga!:


Cuando uno tiene el gratificante encargo de realizar un artículo sobre Dios, cabe la gratificante posibilidad de salir derrotado, porque hacer un artículo a la altura del mejor director español de todos los tiempos es de un compromiso categórico. Merci querido Patricio, por esta bonita putada, aunque te lo agradezco mucho porque sabes que me van estas movidas de la retórica. Son parte sustancial de  la salsa de la vida. Salpimentemos pues.
Por si ustedes no están al tanto, estamos hablando de Luis García
Berlanga, es decir, del mejor director de cine español de todos los tiempos. "Bienvenido Mr Marsall". "Plácido". "La Vaquilla". "El Verdugo". Existieron más clarividencias del celuloide, todas con chile, guindilla y azafrán valenciano (Berlanga y los colorantes no sé entendían), aunque con con las precedentes hubiera sido suficiente, porque uno se puede morir tranquilo con cuatro obras de arte de tal magnitud. Y eso fue lo que ocurrió, que Berlanga se murió pero no se murió, y permítanme esa cursilería de que los grandes y quien a uno le da gana, no solo quedan aferrados al corazón (afectación) sino que no se mueren en la vida, como los cadáveres exquisitos de Peré Lachaise. Valgan los paradigmas de Balzac, Moliere, Wilde.
En fin , ustedes saben que Berlanga es recordar a su abuelo, a su padre, a su alcalde,  a su tía la del pueblo, a su prima, la precoz mujer de 14, escotada de vértigo y satén, y en general a todas esas personas de su entorno enmascaradas con las características principales de su cine, las cuales, quien suscribe admira para seguir viviendo o al menos para que el universo se pueda parecer de vez en cuando a una escena alegre de Berlanga: estamos hablando de ser incisivo, sarcástico y espontáneo.  De vivir con dignidad y de asignar letras del humor en los fondos de inversión de la tragedia. Tan importantes para vivir en high quality de emociones. Berlanga era como sus películas. "El dolor me jode, pero morirme me jode más", toda una declaración de intenciones, y un affair  de largo recorrido con la ironía, una de sus últimas frases, grande el Patriarca incluso cuando estaba ya buscando las tablas.
Nosotros decíamos: "Berlanga ha sacado peli, hay que verla. Aquí hay más
gente que en una película de Berlanga."  Porque todos estábamos dentro de esas cintas de celuloide que no eran cintas de celuloide sino retazos de esta España incorregible, visionaria y fracasada, divertida y tirana. "Como de película de Berlanga", amén. La inmortalidad. La vida misma. Berlanga. Desgarrar la miseria con la comedia. La sátira social de "Plácido", la crítica política de "El Verdugo", la parodia de la guerra, republicanos infiltrados en zona nacional, "La Vaquilla". "Bienvenido Míster Marshall", el alcalde, el cura y el boticario, ¡Americanos, os recibimos con alegría!. Para qué más.
P.D. Como bien te comenté Patricio, me dejo en el tintero "La Escopeta Nacional". Y otra escena mitológica de otro actor legendario, Agustín González.  "¡Baja de ahí y besa los pies a esta Santa! ¡Qué lo que yo he unido en la Tierra, no lo separa ni Dios en el Cielo!" 
Avanti.

La primera fotografía es un retrato del escritor, Javier Divisa, que nos ofrece este post.
La segunda fotografía es un fotograma del primer film en solitario de Berlanga, "Bienvenido Mr. Marshall".
La tercera fotografía la gran procesión con la participación de Plácido Alonso y su motocarro en el film "Plácido".
Nino Manfredi y José Isbert presiden esta cuarta fotografía que es uno de los momentos claves de "El Verdugo".
El reparto principal de "La Vaquilla" en el que es una de sus instantáneas más reconocidas, en esta la quinta fotografía.

Bajo estas líneas Luis José (José Luis López Vázquez) y Segundo (Luis Ciges) son descubiertos por Chus (Amparo Soler Leal) en un momento clave del film, "La escopeta nacional" de 1978.










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