lunes, 25 de agosto de 2014

Sir Richard Attenborough, biógrafo del cine

Hemos perdido uno de los rostros más divertidos y sugerentes del cine británico y mundial, su acento inglés y su gracia en la interpretación le convirtieron en uno de los ingleses más productivos, con más de setenta películas como actor. Richard Attenborough supo conmovernos con papeles como el anciano dueño de "Jurassic Park" (Steven Spielberg, 1993), o cuando participó junto con Rex Harrison en "El extravagante doctor Dolittle" (Richard Fleischer, 1967). Sin duda el cine bélico estuvo presente en su carrera, mostrándonos aquel recluso que se encontraba en el mismo campo que Steve McQueen en "La Gran Evasión" (John Sturges, 1963) o aquella batalla que disputó, también, al lado de McQueen en "El Yang-Tsé en llamas" (Robert Wise, 1966). Sin duda su divertida expresión, siempre contenta ante las cámaras funcionó como uno de sus principales atractivos, su amor por la historia le convirtieron en director, y a su vez en el rey del biopic. Películas biográficas son las principales en su carrera dónde triunfó como uno de los más grandes. La primera fue la Familia Smith, el prestigioso clan tan influyente en la política y religión de Estados Unidos, quedó inmortalizada en "¡Oh, qué guerra tan bonita!" (Attenborough, 1969). El genial Churchill, de gran porte y con su "v" de victoria marcada con los dedos, fue un gran Primer Ministro, al igual que general, para el Reino Unido, fallecido con noventa años, poca gente se había preocupado por la juventud del curioso personaje, Sir Richard, no tardó en rodar "El joven Winston" (1972), dónde conocemos a Churchill, antes de su papel en la Segunda Guerra Mundial.


Attenborough es un símbolo del cine, y su fallecimiento ha sentado como una pedrada, la pregunta de "¿por qué han de irse los más grandes?" vuelve a nuestros pensamientos, y sin duda recordamos al simpático hombre que en uno de sus papeles más cómicos hubo de cuidar de un bebé en plena guerra, dentro de un país que no era el suyo, la fantástica cinta "El bebé y el acorazado" (Jay Lewis, 1956). Como decía, Sir Richard, fue uno de los más grandes en reproducir ante la pantalla personajes que destacaron en la historia, sobre todo inglesa, aunque probó otros géneros como director, la extraña mezcla del terror y el amor hizo mella en su cinta "Magia" (1978), dónde el genial Anthony Hopkins realiza una increíble interpretación como mago sin gracia. Pero en 1982, Attenborough quiso recordar la figura del hombre que liberó a la India de los ingleses, Gandhi, en una superproducción, dónde Ben Kingsley se llevó para él las tres horas de fantástico metraje. La película "Gandhi" fue reconocida con ocho premios de la Academia Americana, entre ellos el de Mejor Actor para Sir Ben, y Mejor Director y Película para Sir Richard.


"Gandhi" es sin duda el epicentro latente del desaparecido director. Tras la exitosa película dirijo "A Chorus Line" (1985) supongo que como un reto para llevar el prestigioso musical a la gran pantalla, con centenares de bailarines en un musical hall. Desde entonces pudo rendir homenaje a todas aquellas personas que recorrieron su mente durante los años posteriores, cuando Nelson Mandela se convirtió en toda una leyenda desde su prisión, Sir Richard quiso rendir homenaje a otro luchador contra el apartheid. Steve Biko fue interpretado por Denzel Washington en "Grita Libertad" (1987). Su siguiente filme fue otra joya para el cine, "Chaplin" (Attenborough, 1992), convirtió la imagen del célebre humorista Charles Chaplin, en un hombre comprometido y feliz al final de su vida, disolviendo los conflictos que hubo con el simpático actor, tras ser acusado de comunista y mujeriego, que tampoco se niega en la cinta. Robert Downey Jr. realiza una genial interpretación, de la que quisieras seguir siendo cómplice otras tres horas. C.S. LewisErnest Hemingway y el indio blanco: Búho Gris, fueron algunos de los otros personajes que quedaron para siempre encumbrados en el cine gracias al genial director.


Su última película, un drama descompasado, "Cerrando el círculo" (2007), resulta complicada,
aunque cumple el objetivo principal del Séptimo Arte, entretener. Reúne en un reparto a dos grandes de siempre que nos regalan grandes actuaciones, Shirley MacLaine y Christopher Plummer. En ella Sir Richard vuelve a huir del presente enterrándose en los años noventa, en una película personal en la que recuerda los años de la Segunda Guerra Mundial, tal vez un final bonito, para el final de su carrera, y ahora de su vida. Es realmente triste esta noticia, pero el gran biógrafo de Cambridge nos regaló su vida para enseñarnos otras vidas, gracias a él el cine y todo es diferente. Sir Richard Attemborough nos acompañará siempre en el cine, lo bueno de ellos es que siempre podremos ver una de sus películas, y así no olvidarnos. Cambio señor Attemborough, pero no corto...


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