¡Aitana, un símbolo!

Es una de las actrices más queridas de nuestro país, y aunque sus papeles cinematográficos no han podido, o no han sabido, enseñarnos la Aitana Sánchez-Gijón fuerte y dramática, allí ha estado el teatro. En la temporada pasada, la actriz, nos deslumbró con un impresionante papel en "La Chunga", de Mario Vargas Llosa. Y este año llega con ganas de más teatro y sin cine a la vista, manteniendo su papel en la exitosa serie de Antena 3, "Galerías Velvet" (Gema R. Neira y Ramón Campos, 2014). El otro día pude leer en una entrevista que la actriz bromeaba diciendo que ahora sí le gustaría ser considerada una sex-symbol, y yo ahora, digo sin bromear, que es una auténtica sex-symbol. Su madurez tanto en belleza como en interpretación, ha conseguido convertirse en un auténtico símbolo de los que perduran, y no la niña guapa que vimos en "Bajarse al moro" (Fernando Colomo, 1989) o la joven chica del universo de Bigas Luna en "La camarera del Titanic" (1997) o "Volàverunt" (1999). Pero sin duda fue en "El mar y el tiempo" (Fernando Fernán Gómez, 1989) , dónde nos demostró su raza de cine español, ya que junto con María Asquerino y Rafaela Aparicio supo recordarnos al mejor Fernán Gómez, con un tema tan tratado en nuestro cine, como es el regreso de un exiliado.

La actriz nacida en Roma comenzó en el mundo del espectáculo de la mano de Pedro Masó, cuando pudimos verla en la serie "Segunda Enseñanza" (1986), llegó a ser presidenta de nuestra Academia de Cine y mucho ha pasado hasta su última película de relevancia nacional, "Maktub" (Paco Arango, 2011), dónde interpreta a una mujer de mediana edad que tendrá que enfrentarse al conflicto de la llamada crisis de los cuarenta, dónde su marido sufre un cambio radical en su vida. Otro de los grandes aliados de la actriz ha sido el gran director asturiano Gonzalo Suárez, que nos la presentó en un papel casi imperceptible en "Remando al viento" (1987) y otro papel secundario en la última película del director, homenaje a su ciudad natal, "Oviedo Express" (2007). Pero sin duda la bomba de Aitana ha sido el teatro, le acogió en 1986 con un papel protagonista en "La Gran Pirueta" en el Teatro Monumental de Madrid. Y después, grandes éxitos como "Un Dios Salvaje" que se representó entre 2008 y 2010, y fue llevada al cine por Roman Polanski, han acompañado la carrera de la actriz. De momento nos quedamos a la espera de una nueva Aitana Sánchez-Gijón, ahora sí, sex-symbol...