Luc(y) Besson

Luc Besson se convirtió en el director francés que más se ha relacionado con Hollywood y los Estados Unidos en general, en 1997 rodó "El quinto elemento", con su entonces esposa, Milla Jovovich. Bruce Willis, Gary Oldman y el idioma inventado convirtieron la película en un éxito. Su anterior película, "León" (1994), es una de las mejores cintas de acción de los años 90', dónde se multiplicaban en cada esquina ese tipo d películas, aunque tampoco hubiese sido un gran bombazo sin los actores, americanos, Gary Oldman y Natalie Portman. "Juana de Arco" (Besson, 1999) se convirtió en un caro capricho de Milla Jovovich, quien protagonizó el filme, y una vez más actores americanos (Dustin Hoffman, Faye Dunaway y John Malkovich) estuvieron para mantener las casi tres hora sed película, que sin duda pierde aceite por todas partes. En 2006 su fantasía en la que mezclaba dibujos animados y carne y hueso se convirtió en un taquillazo francés, y "Arthur y los Minimoys" no tardaron en extenderse por el mundo alcanzando una gran reputación, sacando de la película original dos secuelas más. "Malavita" (Besson, 2013) es realmente un guión fantástico, aunque como película vuelve a ser salvada, esta vez por Michelle Pfeiffer, Robert DeNiro y Tommy Lee Jones, lo realmente importante es que se salvan, y resultan lo suficientemente entretenidas para no dejar de verse.

El director nos trae ahora "Lucy", una película que sinceramente no puede ser definida de otra

manera como desperdicio de efectos especiales. El corto papel informativo de Morgan Freeman es insuficiente para recomponer la escabrosa película. Scarlett Johansson nos ofrece una absurda interpretación, en una película con un guión que llega a ser muy reflexivo por parte de Besson, pero que se convierte en una locura en la que se intenta alcanzar el 100% del cerebro humano. Por otra parte, como cinta de acción deja mucho que desear, persecuciones estúpidas, ganas de meter un idioma que desconocemos, y efectos especiales por todas partes. Por otra parte puede ser divertido quedarse esperando ante la pantalla para ver que todo cabe en un pen-drive, la locura final del director es realmente extraña. También es verdad que los primeros diez minutos de metraje son realmente buenos, con un futuro prometedor, que tristemente se queda en algo...flojo... Ahora esperemos el siguiente filme de Besson, que unos los hace buenos y otros no...