Manolo Escobar, Raphael, Palomo Linares, Alberto Ruiz-Gallardón, dedicados al mundo de la canción, el toreo y la falsa política, personajes del panorama nacional se pusieron delante de las cámaras sin ser esta su profesión. La idea principal era la de utilizar el cine como medio de comunicación para resaltar estrellas, y se puso en práctica en los años 60'. Otro de los grandes atractivos era que esa estrella, fuera del cine, fuese acompañada por una prometedora artista cinematográfica. Así pues Escobar brilló como nunca al lado de Concha Velasco, al igual que Linares con la prodigio Marisol. El caso de Raphael cómo siempre es especial, las cintas solían llevar el título de su canción y él era la estrella, aún así llegó a compartir reparto con actores como Shirley Jones o José Sacristán. Lo de Ruiz-Gallardón fue un papel en el que se vistió como su bisabuelo, Isaac Albéniz, en la última película del director español ganador del Oscar, José Luis Garci, "Holmes&Watson: Madrid days". No quiero ser injusto con él, aunque él lo sea con todos nosotros, pero es un caneo absurdo y propagandístico. Después de este pequeño repaso queda aclarar que, excepto Manolo Escobar, que cultivó un poco más su carrera como actor, los demás siempre hacían de lo que sabían hacer, de cantante, de torero y de compositor (porque de Ministro de Justicia poco).
A todas estas grandes estrellas se unió el hoy desaparecido, Alfredo Di Stéfano, llegado del la Argentina en un momento futbolístico cumbre para aquel país, Di Stéfano, pisó suelo catalán y en pocos días ya estaba jugando en el Real Madrid. Ganador de cinco Copas de Europa y una del Generalísimo, a demás de las ligas pertinentes, Alfredo se convirtió en una estrella nacional, en poco tiempo adquirió la nacionalidad española y jugó en la selección de España. No tardaron en unirle al grupo de actores que no siendo actores, triunfaban en la Gran Pantalla, y no del todo en "bragas", como se suele decir, el futbolista ya había realizado una película en Argentina en el año 1949,"Con los mismos colores". Pero en España había que convertirle en héroe, aún no lo era más que en Argentina, y decidimos atropellarlo para que todos supiésemos quién era "La Saeta Rubia", película que causó gran expectación y contó con todo el apoyo del lado más futbolero de un hombre que se había convertido en caudillo de España por su gracia. Pero sin duda dónde triunfó fue en el filme en el que compartió reparto con un verdugo del cine español, José Isbert, y con la entonces joven actriz, que se convertiría en marquesa. En "Once pares de botas" (1954) se convirtió en héroe nacional. Desde entonces mucha carrera le quedaría por delante, como jugador y entrenador, eón repitió clubes en los dos oficios. Ya tarde fue reconocido con la presidencia honorífica de su equipo más querido, el Real Madrid. Hoy decimos adiós a un futbolista que era tan grande, que tuvieron que invertarse un premio para él, el Superbalón de Oro. Adiós a Alfredo Di Stéfano.
A todas estas grandes estrellas se unió el hoy desaparecido, Alfredo Di Stéfano, llegado del la Argentina en un momento futbolístico cumbre para aquel país, Di Stéfano, pisó suelo catalán y en pocos días ya estaba jugando en el Real Madrid. Ganador de cinco Copas de Europa y una del Generalísimo, a demás de las ligas pertinentes, Alfredo se convirtió en una estrella nacional, en poco tiempo adquirió la nacionalidad española y jugó en la selección de España. No tardaron en unirle al grupo de actores que no siendo actores, triunfaban en la Gran Pantalla, y no del todo en "bragas", como se suele decir, el futbolista ya había realizado una película en Argentina en el año 1949,"Con los mismos colores". Pero en España había que convertirle en héroe, aún no lo era más que en Argentina, y decidimos atropellarlo para que todos supiésemos quién era "La Saeta Rubia", película que causó gran expectación y contó con todo el apoyo del lado más futbolero de un hombre que se había convertido en caudillo de España por su gracia. Pero sin duda dónde triunfó fue en el filme en el que compartió reparto con un verdugo del cine español, José Isbert, y con la entonces joven actriz, que se convertiría en marquesa. En "Once pares de botas" (1954) se convirtió en héroe nacional. Desde entonces mucha carrera le quedaría por delante, como jugador y entrenador, eón repitió clubes en los dos oficios. Ya tarde fue reconocido con la presidencia honorífica de su equipo más querido, el Real Madrid. Hoy decimos adiós a un futbolista que era tan grande, que tuvieron que invertarse un premio para él, el Superbalón de Oro. Adiós a Alfredo Di Stéfano.
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