Padre Lizarralde

Gregorio Lizarralde Uribarre fue uno de los sacerdotes más grandes de las últimas décadas, una de esas personas que simplemente te hace más agradable la vida. Un hombre que nunca será olvidado, en mi familia por lo menos, ya que ha oficiado la mayoría de nuestros actos eclesiásticos. Nacido en enero de 1927, Gregorio Lizarralde oficia y trabaja en la ciudad de Bilbao, País Vasco, donde se convierte en un referente, un guía, un símbolo de la ciudad. La luz que ilumina los caminos de muchos bilbaínos, y en general españoles, nace de la figura del Padre Lizarralde, una persona capaz de sacar lo mejor y de hacer risas con tan poco. Que sirvan estas líneas como sentido homenaje al fantástico Lizarralde, un nombre clave en mi vida, que me ha acompañado desde muy pequeño y que siempre estará en mí, en mi familia, y muchos corazones que seguramente ahora mismo estén sintiendo su pérdida tanto como yo.

El padre Lizarralde pertenecía a los Jesuitas, misma congregación del Papa Francisco que actualmente es la máxima autoridad de la iglesia católica, teniendo una gran acogida por parte de todos. Y es que no sé si será cosa de Jesuitas, Lizarralde será también recordado por sus oficios, por su manera de decir el sermón. Ágil, libre, simpático, agradable, realmente se disfrutaban sus misas. Y como este es un blog de cine, teatro, televisión, hay que decir que Gregorio hizo un papel en la obra "Cuatro corazones con freno y marcha atrás", papel que fue llevado más bien como un homenaje, además la obra fue representada en el prestigioso Teatro Arriaga de Bilbo, en la obra participaron otros nombres sonados en Bilbao como Julio Alegría (de Smith&Smith), Carmen Urrestarazu (de la Pastelería Arrese) o el médico de Basurto, Ricardo Franco. El grupo de teatro pasó a recibir el nombre de Producciones Solidarias Lizarralde, donde, Ricardo Franco, prestigioso médico y actor ocasional organiza la compañía que en 2012 realizó (también con Gregorio en el reparto) otra obra de Jardiel Poncela, "Un marido de ida y vuelta". La compañía le realizó al sacerdote Lizarralde un sentido homenaje en la Alhóndiga de Bilbao la primavera pasada, por cierto todo el dinero recaudado con las obras de tetaro fue destinado a difrentes causas benéficas.