Adolfo Suárez González cambió la historia de España, supo sacarnos de una manera acertada de ese franquismo, haciendo la transición (de mejor o peor manera, en mi opinión propia de la mejor manera posible, sin duda era algo complicado y Suárez lo desarrolló de la mejor manera posible, que más tarde fue confirmado por los demás partidos políticos) y sacando al país adelante con grandes avances como la aceptación del Partido Comunista como candidato a las elecciones, o como la construcción de un constitución en 1978. La figura de Adolfo Suárez es fuerte y admirable, este susto que ha habido estos días nos ha traído a recordar al mejor presidente que ha tenido la Democracia Española. Digo susto porque espero que haya sido tan solo un susto, Adolfo Suárez Illana nos comunicaba ayer que "el desenlace es inmediato", sin embargo ya han comunicado que está estable dentro de su gravedad. Claro es que está enfermo pero esperemos que siga vivo mientras no sufra lo insoportable, ya que aunque no recuerde lo que fue y lo que hizo, los demás si lo hacemos, es toda una referencia, no solo para los políticos, sino para todos. Desde aquí un recuerdo.
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Esto lo escribía ayer, convencido de que la figura de Suárez
persistiría algún tiempo más. En la conversación de la mesa ha estado presente el ex-presidente, todos estábamos apenados por su marcha y en lo que se estaba convirtiendo esta "transición" de Adolfo al cielo. Al finalizar el primer plato llegaba la cocinera a advertirnos de que ya se había dado la noticia de la muerte de Suárez. Silencio. Paz. En ese momento algo recorrió mis entrañas, me avisaba de que algo iba a cambiar. La comida fue seguida por una riquísima merluza y una mala noticia en la que yo creo todos pensábamos mientras nos servíamos el pescado. Ahora estoy viendo al que yo creo un emocionado Matías Prats, y quiero dar mis condolencias a Adolfo Suárez Illana y demás familiares del presidente, ya que esa tristeza que hemos visto en él al acercarse a prensa ha sido realmente humana y preciosa, nos ha demostrado el amor que se sentía hacia él, el de un hijo hacia un padre que poco a poco se iba desvaneciendo y que ya su alma había escapado de esa cárcel que es el cuerpo, es cárcel que todos los que nos quedamos con los pies en el suelo, echamos de menos.
La figura de Adolfo Suárez me llega de niño, gracias a mi abuela Carmen, me enseñó una fotografía en un periódico local de Cantabria, se le había rendido homenaje al presidente levantando un busto en la plaza central de una ciudad de la comunidad ya citada. Mi abuela me decía: "Pero que horror, no se parece en nada". Yo completamente inducido por su saber afirmé que no se parecía en nada, pero no tardó en aparecer un panfleto del Centro Democrático Social con la cara del presidente en la portada y pude confirmar el saber de mi abuela, el busto era un bonito símbolo pero no se parecía ni en el cuello de la camisa. Desde ese momento no he parado de escuchar el nombre de Suárez y la imagen que se ha creado de él en mi mente ha sido la de un maestro, es decir, alguien que enseña, y que enseña bien. Yo mismo me interesé especialmente en esa época de "transición" en España, algunas cosas las aprendí leyendo, otras me enteré por "Cuéntame como pasó" y otras gracias a entrevistas que le hacía a mi abuela que vivió de lleno esa época. Cuando vi por primera vez el vídeo del golpe de estado del 23-F, me quedé asombrado de como todos los diputados se escondían como cobardes, mientras que Suárez y más aún Gutiérrez-Mellado (con el que supongo ya estará tomando un vermut) se quedaban de pie y plantaban cara a esos golpistas. Adolfo Suárez es una de esas personas que no hace falta conocer para saber que es una buena persona dedicada a los suyos, y no solo a su familia, sino también a su país.
Es por esto, es porque gracias a Dios, Adolfo Suárez ha sido indispensable en mi vida, ya que sin él una parte muy profunda de mi se hubiese perdido. Le tengo que agradecer muchas cosas al presidente Suárez, y ahora por distintas causas no puedo escribirlas todas. Entre otras cosas por la tristeza que me llega al recordarle. Suárez, nos supiste sacar de una dictadura, gracias a ti puedo escribir, gracias a ti puedo reír sin mirar a mi espalda, gracias a ti puedo soñar con los dos ojos cerrados. Buen día y espero esté bien por allá arriba, gracias por todo. Por cierto, durante todo el artículo me refiero a Suárez como "presidente", ya que sigue siendo el presidente de España, por lo menos sigue siendo el único que ha estado a la altura de ser presidente de España.
Gracias a ti puedo pasear con más de dos personas por la calle, gracias a ti… Y gracias a ti puedo recordar esta simpática melodía que muchos jóvenes de cuarenta años recuerdan con ese pegadizo: "Vota CDS, vota libertad…"
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