miércoles, 31 de diciembre de 2014

Luise Rainer... vuelve a empezar

Llego de viaje y la primera noticia que encuentro por error es la del fallecimiento de la fantástica Luise Rainer, el que resulta un nombre muy recurrente en los libros de historia del cine y de la buena, pues al haber fallecido a los 104 años ha tenido la suerte de mantenerse como una joven estrella de una gran etapa de Hollywood, la década de 1930. Digo joven pues difícilmente la hemos visto anciana en una pantalla ya que, tras ganar dos premios de la Academia a la Mejor Actriz consecutivamente, se retiró del cine asegurando que los galardones habían sido lo peor que le podía haber pasado para su carrera. Cuando una joven como ella llegó al epicentro de la industria cinematográfica su origen europeo le permitía acceder a papeles que una actriz americana no podría interpretar con el realismo al que se aspira en el cine, y por esta razón obtuvo el papel de Anna Held, una actriz polaca, en "El gran Ziegfeld" (Robert Z. Leonard, 1936) en la que se narraba la vida del productor teatral Florenz Ziegfeld. Por este papel obtuvo su primer Oscar, el segundo se lo ganó a pulso por un extraño papel en "La buena tierra" (Sidney Franklin, 1937), la actriz debía interpretar a una mujer asiática durante más de dos horas largas, claro que en el comienzo del cine aquellos transeúntes de salas de cine no se cansaban de ver imágenes en movimiento. Papel que en cierto modo puede recordar al que la fantástica Katharine Hepburn interpretó en "Estirpe de Dragón" (Jack Conway y Harold S. Bucquet, 1944), por el gran cambio que suponía que algunos de los trabajos, como la misma guerra, en los que se enfoca más la figura de un hombre, sean protagonizados por mujeres, además de que en ambos casos dos grandes actrices sin aparente relación con China se pusieron en el papel de una mujer asiática, con la peculiaridad de los ojos rasgados.


Después de estas dos interpretaciones, que tanto elevaron su nombre la estrella brilló como nunca, pero fue este éxito fue efímero, ya que poco después ella misma decidió dejar el cine, muy decepcionada con Hollywood, lugar del que decía: "allí no se puede mantener ninguna conversación intelectual". Las críticas teatrales, desechadas en los rincones de los periódicos, nos recuerdan que continuó con su don de la interpretación en el teatro, y también que desapareció durante mucho tiempo. Es reconocido el papel que jugó la actriz a favor de la República Española durante la Guerra Civil, para la cual recaudó fondos, lo que ocurrió durante los siguientes cuarenta años ya nos lo sabemos... más o menos. Pero Luise Rainer fue sobre todo una anciana fantástica agradable, y con muchas historias que contar, como aquella fantástica Gloria Stuart (de la cual descubro ahora que nació el mismo año que Rainer y que falleció, también centenaria, en 2010) en "Titanic" (James Cameron, 1997). De Luise Rainer nunca olvidaré una fantástica imagen, en la que junto con Jack Valenti, decía los nominados del Oscar a la Mejor Película Extranjera de 1982, emocionada, y como su dicción le permitió, gritó con los brazos abiertos: "Volver a empezar", siempre sin olvidar aquel acento que su nacimiento en Düsseldorf le había dejado. Ahora triste hablo de su fallecimiento, esperando que disfrutéis de sus pocas, pero grandes, actuaciones y de este momento histórico para España, que les dejo al final de este artículo...

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