sábado, 21 de diciembre de 2013

La Fontaine de Hitchcock

Joan Fontaine ha fallecido la semana pasada siendo una de las rubias de Hitchcock más reconocidas, y se ha ido sin resolver la enemistad que llevó siempre con su hermana mayor, Olivia de Havilland, enemistad que las definió a las dos como dos grandes actrices, esforzándose cada una por su lado convirtiendo a su vez a Hollywood en una mina de oro. Desde esa de Havilland en "Lo que el viento se llevó" y Joan en "No más mujeres" hasta llegar a convertirse en la reinas de la pantallas sucedieron numerosas historias que fueron moldeando a estas dos hermanas como Grandes Actrices.
Joan nace (como su hermana) en Tokyo, Japón, ya que su padre, abogado de prestigio, ejercía allí. La madre de las niñas, una actriz de la antigua Inglaterra se divorció al poco tiempo de nacer sus hijas y se mudó con ellas a California, Estados Unidos, donde completaron el resto de su educación. Cuando Joan cumplió los quince decidió volver a Japón con su padre y a su vuelta a los Estados Unidos decidió subirse a los escenarios, cosa que ya llevaba haciendo su hermana Olivia desde hace tiempo, "desde pequeña le gustó la actuación". Al poco tiempo de debutar firmó un contrato con la RKO, esto no le permitió hacer grandes papeles, aunque sí hacerse conocer en Hollywood, y cuando su contrato expiró en 1939, (mientras su hermana presentaba "Lo que el viento se llevó") se casó con el actor Brian Aherne, muy a menudo encasillado en papeles mayores como el padre de la hija o el capitán del barco. Un año después el triunfador director de "Lo que el viento se llevó", David O. Selznick, decidió producir otro relevante film de suspense y para ello contó con el reputado actor teatral británico, Laurence Olivier, y con el naciente mago del suspense, Alfred Hitchcock, para que la dirigiese, hasta entonces había triunfado con su etapa británica-criminal-policíaca. "Rebecca" resultó otro éxito, pero había que encontrar una actriz para que la interpretase, de rebote llegó la secundaria hermana de Olivia y se hizo con el papel. Con su interpretación no solo fue reconocida por aparecer en tal obra con nombres tan reconocidos a su alrededor, sino que llegó a recibir una nominación a los Oscar, difícil llevárselo con tal panorama alrededor (Ginger Rogers, Bette Davis, Martha Scott y Katharine Hepburn) finalmente lo recibió Miss Rogers.
Después de esta primera etapa y el éxito de "Rebecca", Fontaine podría jugar bien sus cartas y apostar por grandes papeles. Hitchcock quedó cautivado por el color de su pelo y enseguida se convirtió en una fetiche del director. El mago del suspense no tardaría en hacerse un hueco en la industria y al año de estrenar su exitosa obra llevó acabo otra maravillosa película, "Sospecha", con el que sería su mejor colaborador y amigo, Cary Grant, y con su reciente descubrimiento, Joan. La película alcanzó cierto éxito con un tema como es el matrimonio y el marido aficionado a las apuestas, más el toque de Alfred era un prometedor proyecto. Fontaine fue nominada al Oscar a la Mejor Actriz ese año, entre las otras nominadas se encontraba su hermana Olivia, pero el presentador nombró el nombre de Fontaine, que fue aplaudida por su también emocionada hermana. Joan Fontaine no volvió a trabajar con Hitchcock en el resto de su carrera. Sin embargo fue él quien le dio la fama y quien la presentó al mundo, después de este papel que tanto la elevó le llegaron algunas ofertas de los mejores directores y se convirtieron en sus mejores y más productivos años. En 1943 fue otra vez nominada al Oscar pero no lo obtendría y sería la última nominación que recibiese la actriz. Trabajó a lo largo de los 40' y los 50' con directores del prestigio de Robert Stevenson, Sam Wood, Nicholas Ray, George Stevens, Orson Welles o el gran Billy Wilder, todos en algunas de sus obras más admiradas como "El vals del emperador" (de Mr. Wilder), "Otelo" (del señor Welles) o "Jane Eyre" (de Robert Stevenson). Grande fue el papel que interpretó en "Ivanhoe" junto con Liz y Robert Taylor bajo las direcciones del señor Thorpe. Es sin duda uno de sus mejores papeles el de Susan en "Más allá de la duda", donde Fritz Lang nos lleva a su particular eco hitchcockiano. Fue en 1966 cuando se retiró de la gran pantalla con un papel-homenaje en "Las Brujas" de Frankle. Continuó haciendo pequeños papeles en televisión en reconocidas series como "Cannon", "Hotel" o "Vacaciones en el mar". Su última aparición televisiva fue en 1994 en "El buen rey Wenceslao". Con una enemistad formada con su hermana se ha ido Joan Fontaine que quiera o no forma parte del cine, una mujer que en cierto modo vivió tras la sombre de su hermana. Qué ganó en dos ocasiones el Oscar y fue nominada en cinco ocasiones, así como su triunfo en televisión por la miserie "Anastasia".




Desde aquí un recuerdo a la bella Joan Fontaine y un saludo a Olivia. La primera fotografía es un retrato de la actriz en los años 50'. // La segunda inmortalizadas Olivia y Joan en una cena cuando su enemistad no era tan grande como los últimos cuarenta años de su vida. // Sobre estas líneas Alfred Hitchcock (fácil de reconocer, pero por si acaso es el que está entre las dos mujeres), Joan Fontaine (la que está entre los dos hombres) y a la derecha del todo Judith Anderson, en un archivo de la revista "Life". La fotografía corresponde a la promoción de la cinta "Rebecca". // Bajo estas líneas Joan Fontaine y Gary Cooper con los Oscar a la Mejor Actriz y al Mejor Actor que cada uno recibió en la gala celebrada en 1942.


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