jueves, 9 de julio de 2015

Minions, mis esbirros favoritos

"Gru, mi villano favorito" llegaba a nuestros cines en el año 2010, un gran atractivo para el público más agradecido: el infantil. Pierre Coffin y Chris Renaud hicieron una gran película de animación con un técnica mejorada, era diferente, incluso se había creado una productora (Illumination Entertainment), no dependía directamente de Dreamworks, Pixar o Disney, con ella han producido varios trabajos de los dos directores y se tienen proyectos futuros como una tercera entrega de Gru. La segunda entrega fue la gran revelación, con nominaciones al Oscar, BAFTA y a los Globos de Oro, su canción "Happy" de Pharrell Williams brilló como single del verano, mientras los niños empatizaban con los pequeños y amarillos "Minions" que disfrutaban de mayor parte en la trama, pues arrancaban la mayoría de las risas en la primera entrega. Estando en la época del spin-off y con tales beneficios se decidieron por una tercera película dedicada por completo a estos simpáticos esbirros, que hoy aplastan la taquilla a la espera de "Inside Out" (Pete Docter y Ronaldo Del Carmen, 2015), que se propone como el bombazo del verano. Para la dirección de "Minions" repite Pierre Coffin, al que se adjunta Kyle Balda, creador y promulgador de esta fiebre amarilla, autor también de Lorax, a quién también dirigió junto con Renaud en "Lorax. En busca de la trúfula perdida" (2012). Como detalle es Pierre Coffin quién pone voz, o sonidos, a los Minions, que tras sus años de historia saben desde alemán a español, cuanto me reí al escuchar entschuldigung para disculparse ante una rata de alcantarilla.


Tras un breve y simpático repaso por los "villanos" de nuestra historia de la mano de estos seres inevitablemente divertidos, la historia se desarrolla en el Nueva York de 1968, descubierto por una divertida valla publicitaria en la que se puede ver a Richard Nixon acompañado de la frase: "Por fin alguien en quien confiar". En este momento la película comienza a sucederse con varios gags que derivan en el descubrimiento de una convención de villanos, donde debemos estar atentos hasta el más mínimo detalle pues nos arranca carcajadas por doquier. Tres Minions protagonista con sencillos nombres que los convierten en llamativos: Stuart, Kevin y Bob, estos tres antihéroes se convertirán en los principales protagonistas de una aventura sencilla, cuyo mínimo contacto con la historia, y la aparición de Isabell II del Reino Unido despierta un cierto atractivo, inevitablemente baja el listón derivando en un final obligado a encontrarse con un joven Gru. El film está perfectamente cuidado, el enamoramiento de Stuart por una Boca de Incendios, o el amor de esta especie por las Bananas, va más allá de funcionales gags, introducen un concepto de veracidad dentro de una historia que resulta ridícula creerla como verdad. La veo como una película necesaria, no existe necesidad de comprensión de un pasado, sin embargo era necesario que los Minions tuviesen su propia película, lo que podrá abrirles paso a tener una divertida colaboración en la tercera entrega de Gru, que suponemos se superará en guión y detalle como ha ido ocurriendo con esta saga, y con la animación en general.

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