martes, 26 de mayo de 2015

Pasión por Aranda

Las pasiones humanas, el deseo carnal del ser humano siempre fue y es el eje central de la carrera cinematográfica de Vicente Aranda. Hoy, cuando él nos falta, descubrimos que es el legado lo que realmente trasciende, su cine ha sido siempre provocador e inteligente, con un importante factor erótico que funcionaba como un componente vital de sus personajes, que a su vez desarrollaban distintas historias que navegaban por el cine negro a la española. Precisamente el pasado viernes se emitió en el programa "Historia de nuestro cine" la película "Celos" (Vicente Aranda, 1999),  lo hacía dentro de un ciclo relacionado con el cine criminal. Pedro Costa, uno de sus productores, dedicó largo y tendido entorno a su figura, y a sus eficaces colaboraciones en "El crimen del capitán Sánchez" (1985),  "Intruso" (1993), "Juana la Loca" (2001) o "Amantes" (1991), por la que se hicieron con el Goya a la Mejor Película y al Mejor Director. Su nombre es sin duda imprescindible para conocer la verdadera historia de nuestro cine, un viaje desde la España más oscura, tapizada con la fina tela pantanal de Franco, en la que encontramos "Fata Morgana" (1965) o "La novia ensangrentada" (1972), "Cambio de sexo" (1977) es su propia transición, evoluciona hasta su cine, el cine que conocemos: sucio, perverso y Victoria Abril, son ejemplo de ello "Si te dicen que caí" (1989) o la ya citada "Amantes" (1991).


"La huella del crimen", fantástico proyecto de Pedro Costa, fue todo un nacimiento de ideas, el propio Aranda colaboró en ella con "El crimen del capitán Sánchez" (1985)"Amantes" (1991) nació de ello también, y sus obras "El Lute" (camina o revienta)" (1987) y "El Lute II: mañana seré libre" (1988) son también fruto de esa idea del cine negro/criminal que tanto triunfó en la España de los años 80' de la mano de directores como Eloy de la Iglesia, Pedro Costa, o el propio Aranda. "La pasión turca" (1994) incita al deseo desde el nombre de su protagonista, magníficamente interpretada por Ana Belén, como este son muchos los títulos que han consagrado a Vicente Aranda, merecedor de todos los honores y firme defensor de su cine, desde "El amante bilingüe" (1993) a "Luna Caliente" (2009), su última película. Un cine que pudo desarrollar por completo ideas compartidas por grandes directores como Berlanga o Bigas Luna, que lo intentaron en su día con filmes como "Tamaño Natural" (Luis García Berlanga, 1973) o "Las edades de Lulú" (Bigas Luna, 1990), cuya carga sea tal vez más erótica que sexual. Tuve la surte de conocer a Vicente Aranda hace poco más de un año en el Festival Internacional de Cine de Gijón, era entonces un anciano cargado de cine a sus espaldas, un hombre con la cabeza muy bien ordenada y dispuesto a nuevos proyectos, presentaba sus memorias, junto a su compañera de carrera, Victoria Abril, un hombre que con su sonrisa y su visera conserva todo lo que aún hoy sigue representando, por siempre recordaremos a Vicente Aranda...

No hay comentarios:

Publicar un comentario