martes, 17 de marzo de 2015

Terele Pávez recuerda a Berlanga

Fascinado tras disfrutar de la representación de "El cojo de Inishmaan", bajo dirección del genial Gerardo Vera, me espera una cita con una de sus protagonistas. Esto sucedió hace poco más de un año, siempre he sido un gran admirador de la figura de Terele Pávez, y ese año estaba especialmente entusiasmado con su interpretación en "La brujas de Zugarramurdi" (Álex de la Iglesia, 2013), sin olvidar su insuperable actuación en "Los santos inocentes" (Mario Camus, 1984) o su bruta y bestial Rosario en "El día de la bestia" (Álex de la Iglesia, 1995). Cuando me dirijo al bar del Teatro Español aún no sé que voy a conocer a una de las mejores actrices de nuestra cinematografía, contaba con la suerte de haber conocido a la otra, con la que precisamente compartía reparto, Marisa Paredes. 
Me encuentro, por casualidad, con Javier Timermans que conoce a la prestigiosa y gran intérprete, en unos minutos nos decimos a ir a saludarla al camerino, donde nos recibe con su hijo Carolo y nos acoge con su particular voz que ya pertenece a una parte de nuestra historia. No tardamos en comenzar a hablar sobre Luis, y sin saberlo descubro que Terele es una de las pequeñas niñas que revolotean por las playas de "Novio a la vista" (Berlanga, 1954), una fantástica obra nacida de un guión de Juan Antonio Bardem, José Luis Colina y el propio Luis Berlanga, además de la colaboración de Edgar Neville, aportando las ideas ya lejanas de la otra generación del 27' que se habían introducido en el mundo de Berlanga con la participación de Miguel Mihura en los diálogos de "Bienvenido, Mister Marshall" (L. G. Berlanga, 1953). A lo largo de este año he vuelto a coincidir con Terele Pávez, la última tras su interpretación en la obra teatral "Sueños y visiones del rey Ricardo III" (Carlos Martín, 2014). He tardado pues era una grabación larga y con la que mi teléfono no se portó muy bien, aquí intento reproducir el recuerdo de Terele Pávez a Luis García Berlanga. Quizás para algún que otro detalle deben saber que Terele Pávez es hermana de las también actrices Emma Penella (con la que Luis Gª Berlanga contaría en "El Verdugo", 1963) y Elisa Montés. 

INT. TARDE         CAMERINO "TERELE PÁVEZ"

Conocí a Berlanga cuando era novio de María Jesús, yo tenía once años, y fue un flechazo: nos miramos, yo iba al casting porque Jesús Franco, que era un habitual en mi casa, llegó y nos dijo que Berlanga estaba buscando a una niña para una película "que es Terele". Mi madre me llevó y entonces vino a vernos [Berlanga], empezó a reírse, porque era el tipo que estaba buscando de niña.
¡Qué bonita pulsera! –me dijo.
Me la he puesto hoy. Me la ha dejado mi hermana para venir aquí. –le contesté.
Y ya me dijo que vamos, que sí, y desde entonces fue un cariño... nos llevamos maravillosamente. Luego ya nos fuimos alejando poco a poco, pero fue muy bonito conocerle. Recuerdo del rodaje su despiste, parecía mentira que un hombre tan centrado en el cine y que sabía tanto luego en su vida se dejaba esto por aquí esto por allá... Lo bueno era cuando venía María Jesús que era guapísima, muy guapa, y me hacían bromas de meterme arena por el traje de baño y entonces al caminar se me caía toda. Me castigaban porque los compañeros me quitaban el guión y me lo escondían.
¿Dónde está el guión? –me decían.
Y yo con mis once años... 
Una actriz nunca pierde su guión, en una actriz eso es lo peor. –me decía Luis.
Pero sí lo he dejado aquí. –le respondía.
–Quieta ahí, por favor no te vayas. –concluía con la represalia. 
Y luego se les olvidaba, pasaban al rato y me decían: "¿Qué haces aquí Terele?" y yo: "Nada que estoy castigada porque he perdido el guión". Y para arreglarlo soltaba: "Pero qué le habéis hecho a la niña, la pobre está ahí...".



Me acuerdo de cosas muy simpáticas, además que conocer el cine a través de él era muy interesante porque yo ya le captaba que era un hombre al que no le gustaba el actor que pregunta y sigue unos pasos, decía que si éramos actores que actuásemos y que él ya diría lo que no funcionase. Y como yo ya era una niña muy pausada y atenta me gustaba que nos dejara libertad, pensaba: "¡qué bien, claro, como debe ser!". Durante ese tiempo hubo mucho cariño, muchas risas, muchas bromas... Con Agustín [Navarro]* otro director de cine que estaba de ayudante... Eran todo chicos jóvenes que empezaban, una gente muy interesante... Estaba también una francesita* que trajeron con unos bucles que iba por ahí, todos enamorados de la francesita, todas le teníamos una rabia tremenda porque era monísima y tenía ricitos, querían ir todos con la francesita. Fue todo muy bonito, había mucha gente de la profesión, actores que entonces no eran tan conocidos como López Vázquez, José María Rodero, lo que había allí de gente. De lo que me acuerdo perfectamente era de las paellas que comíamos, tan ricas, al sol...



*Agustín Navarro fue uno de los compañeros de Luis García Berlanga en la escuela de cine, juntos escribieron y dirigieron el trabajo "Paseo por una guerra antigua" (1949), junto con sus otros compañeros, Juan Antonio Bardem y Florentino Soria.
*La referencia a la "francesita" puede ser a la actriz protagonista del filme, Jossette Arno, que terminó su carrera en 1956 tras haber hecho sólo cuatro cintas más. Berlanga tras buscar en España a la actriz idónea y no encontrarla decidió llevar el casting a Francia, en un primer lugar se pidió a Brigitte Bardot pero fue rechazada por el productor y finalmente se escogió a la francesita de los bucles

1 comentario:

  1. Recuerdos que no mueren pero gusta recordar de la mano de una de las grandes. Un artículo muy bonito y anécdotas que vale la pena saber.

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