domingo, 29 de marzo de 2015

Equinoccio de primavera

Para ciertas culturas el "equinoccio de primavera" es una gran fiesta, en España si no encontramos algún resquicio religioso que podamos aplastar con las nuevas costumbres, no consideramos como celebración ningún acto, eso sí, asintamos a lo que dice el gobiernos si nos van a dar días de vacaciones: no laborales, festivos, omisivos, de huelga o de acelga. Hemos utilizado el cine como expresión desde los comienzos del mismo, en España hemos sido especialmente amantes del contar historias prohibidas como si no lo fueran, Berlanga fue el gran maestro de este quehacer y "Plácido" (Luis García Berlanga, 1961) la máxima expresión del mismo. Se escucha en todas partes que ahora más que nunca hay libertad de expresión, y echando un vistazo a la cartelera de cualquier cine, cualquiera diría que con la censura encontrábamos muchas mejores historias que se atrevían a plantar cara a las autoridades religiosas con sensacionales diálogos que no correspondían del todo con la imagen y que pasaban desapercibidos ante la campanilla clerical. Hoy existe una censura moral en muchos directores que impiden, por ejemplo, satirizar la Semana Santa, y menos aún cuando se está en un gobierno que apuesta tanto por la religión que es capaz de prohibir los bailes y las risas en algunos lugares durante estas fechas. Por mi parte creo que no he terminado nunca una misa sin alguna risa o sonrisa causada por las palabras del mismo sacerdote, o sencillamente la cojera o moquera del monaguillo. 




¿Debemos esperar un año más los llantos andaluces ante la lluvia sevillana que impide el paseo de la virgen a hombros de sus feligreses? ¿Por qué tenemos que soportar durante estas fechas, año tras año, los dramas de Cristo y compañía en cintas como "Ben-Hur" (William Wyler, 1959) o "La pasión de Cristo" (Mel Gibson, 2004)? En cine siempre he preferido a "Barrabás" (Richard Fleischer, 1962) que a Jesucristo, una de la pocas películas de las que podemos decir que todo es cierto, porque si algo existe desde antes del Salvador es la injusticia, junto con la prostitución, el capricho preferido del hombre. Pedro Almodóvar nació del desmadre ochentero, a él le debemos la internacionalización de nuestro cine, y el despotrique cinematográfico nacional, sin embargo, como nos demostró al recoger su preciado Oscar, es como manchego un buen feligrés, con lo que no sería el ideal para esta sátira religiosa que buscamos, a no ser que busquemos que Jesucristo acabe como transexual en la cruz haciendo así un todo sobre su madre, reinterpretando las sagradas escrituras. Donde quedan ya los tiempos del general Franco, donde Ladislao Vajda era capaz de crear sobre una pequeña criatura, una moral y una fe enormes con su aclamado "Marcelino Pan y Vino" (1954). Si hiciésemos la sátira con Borja Cobeaga lo mismo terminaban negociando Cristo y Pilato una salvación que quedase bien pa' tos', si confiásemos en Emilio Martínez-Lázaro el éxito en taquilla sería tal que todo el mundo se salvaría, y eso tampoco, con Bigas Luna, María Magdalena se saldría del papel de discípula y si lo hiciese un director novel sería criticado por Carlos Boyero de tal manera que acabaría con su carrera antes de empezar. 



Mi perfecta comedia de Semana Santa tendría en la dirección a Álex de la Iglesia, aportando un toque satánico al asunto que le vendría que ni pintado, el guión sería fantástico con las aportaciones de Jorge Guerricaechevarría y el propio Álex a un original de Luis García Berlanga y Rafael, Carlos Areces sería un fantástico enviado para la salvación, así Dios se haría carne de verdad, el papel de Dios no se lo puede quitar nadie a Fernando Fernán Gómez, y la virgen María no podía ser otra que Victoria Abril. En los papeles secundarios encontraríamos a Álex Angulo como un San José rebelde enfadado con Dios por quitarle a su esposa, sin olvidarnos de un Poncio Pilato que podría interpretar Karlos Arguiñano, por eso de lavarse las manos, Santiago Segura un íntimo de Cristo el mismo San Pedro, Fernando Trueba que no entraba como director esta vez sería el niño de sus ojos, y siempre con la colaboración especial de Juan Echanove, Marisa Paredes, Terele Pávez, Carmen Maura y Raphael que pueden formar un coro emulando a los griegos que están ahora de moda. Produce El Deseo, by Agustín y Pedro Almodóvar. Que tengan ustedes unas felices fiestas nada censuradas. 

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