Pedro Ruiz llena estos días el Teatro Bellas Artes de Madrid con un divertido monólogo muy diferente a los que nos tiene acostumbrados, por supuesto no faltan los gags bastos y absurdos que suelen provocar la mayoría de las risas del patio de butacas, el humor que se pide es tristemente chabacano y falto de personalidad, sin embargo en esta ocasión el showman consigue filtrar poco a poco cada sketch de tal manera que se acerca lo mejor posible a un equilibrio entre ambos arquetipos humorísticos, sacando además lo mejor de Pedro Ruiz, como es su faceta musical (ya sea en sus propias composiciones, o con las muy exageradas, y logradas, imitaciones de otros cantantes). No exenta de polémica, la carrera de Ruiz se reparte entre los escenarios, el cine y la televisión, y al igual que sus "compañeros de gracejo" como Pajares y Esteso ha estado acompañada de una importante acogida por el público, llegando a recibir el premio TP de Oro al Personaje más Popular por su exitoso programa "Como Pedro por su casa" que dirigió él mismo para TVE y que contó con una innumerable lista de personajes de nuestra sociedad como María Dolores Pradera, José Luis Coll, Antonio Mingote o Amparo Rivelles. Este repaso de la actualidad que nos trae bajo el nombre de "Uno, pequeño y libre", lleva desde el título la comedia, haciéndo pensar al espectador en su baja estatura, dando después una ambigüedad en este aspecto en el show, pues hay varias referencias a su altura y por su puesto a nuestro país, que es España.
El monólogo sorpende y avanza, ágil y extrovertido, cuando una función comienza a las 22:45 horas debe estar muy segura de lo hace fuerte y que cuyo contenido debe ser un in crescendo permanente, "Uno, pequeño y libre" lo consigue, pues al final del acto nadie diría que lleva casi dos horas disfrutando de una actuación, riendo, y guardando alguna que otra risa cuando lo basto se lleva al mayor de los extremos. Guión y dirección corren a cuenta del protagonista, que logra una fantástica armonía entre su personaje y la música, interpretada en directo por Rafael Rabay, tanto que consiguen que el personaje femenino interpretado por Laura Bascuñana no sea del todo necesario. La actuación del intérprete es tan eufórica que necesita balones de oxígeno, que los hay, y que bajan el ritmo de la obra. El personaje de Pedro Ruiz en "Moros y Cristianos" (Luis García Berlanga, 1987) es genial, pues uno llega a tener ganas de tirarle por la ventana, como a Andrés Pajares, o incluso, y sólo en este caso, a un antilujurioso José Luis López Vázquez, en la obra, donde por cierto hay un recuerdo a Berlanga, Pedro Ruiz repasa toda su carrera y desde luego interpreta ese personaje pesado e insoportable, pero también nos recuerda a ese avispado reportero de "Caiga quién caiga" o al chico que visitó a Salvador Dalí junto a Mercedes Milá. Hasta el 24 de abril, todos los viernes se puede sufri-disfrutar de este show disparatado, en el que el público interactúa con el intérprete y con Arturo Fernández, y que logra el objetivo de hacer pasar una buena noche.
El monólogo sorpende y avanza, ágil y extrovertido, cuando una función comienza a las 22:45 horas debe estar muy segura de lo hace fuerte y que cuyo contenido debe ser un in crescendo permanente, "Uno, pequeño y libre" lo consigue, pues al final del acto nadie diría que lleva casi dos horas disfrutando de una actuación, riendo, y guardando alguna que otra risa cuando lo basto se lleva al mayor de los extremos. Guión y dirección corren a cuenta del protagonista, que logra una fantástica armonía entre su personaje y la música, interpretada en directo por Rafael Rabay, tanto que consiguen que el personaje femenino interpretado por Laura Bascuñana no sea del todo necesario. La actuación del intérprete es tan eufórica que necesita balones de oxígeno, que los hay, y que bajan el ritmo de la obra. El personaje de Pedro Ruiz en "Moros y Cristianos" (Luis García Berlanga, 1987) es genial, pues uno llega a tener ganas de tirarle por la ventana, como a Andrés Pajares, o incluso, y sólo en este caso, a un antilujurioso José Luis López Vázquez, en la obra, donde por cierto hay un recuerdo a Berlanga, Pedro Ruiz repasa toda su carrera y desde luego interpreta ese personaje pesado e insoportable, pero también nos recuerda a ese avispado reportero de "Caiga quién caiga" o al chico que visitó a Salvador Dalí junto a Mercedes Milá. Hasta el 24 de abril, todos los viernes se puede sufri-disfrutar de este show disparatado, en el que el público interactúa con el intérprete y con Arturo Fernández, y que logra el objetivo de hacer pasar una buena noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario