martes, 14 de octubre de 2014

Le charme discret de Buñuel

"El discreto encanto de la burguesía" (Luis Buñuel, 1972) fue sin duda una de sus películas más reconocidas, una de las más premiadas internacionalmente. Una cinta de Buñuel es marca de calidad, un director que no termina de olvidar en toda su carrera aquel surrealismo ("Un perro andaluz", 1929) que le llevó a convertirse en el mejor cineasta del siglo XX. Un joven de Calanda, Teruel, que se rodea de genios de la pintura y la literatura, como Salvador Dalí o Federico García Lorca, que decide adentrarse en ese nuevo y extraño mundo creado hace unas pocas décadas que es el cine, y que termina en los años setenta con setenta años, recogiendo un Óscar a la Mejor Película Extranjera por un filme que ha sido elogiado internacionalmente. En la película el mítico director retrata la clase alta francesa, con sus entresijos, amores cambiando los protagonistas de las parejas, sus conversaciones en los cafés de la ciudad, creo recordar que también andaba por allí un cura u obispo, y demás factores influyentes en una sociedad. Por otra parte en mi opinión diría que Luis García Berlanga recoge con una fantástica comedia, de una manera sensacional, esa alta sociedad española, en "La escopeta nacional" (Berlanga, 1978)



Es cierto que la etapa surrealista de Buñuel, es fantástica, esos primeros pinitos dl gran director junto
con Dalí. Sin embargo esa etapa del drama que tan bien sabe inmortalizar en "Él" (1953) o en la telenovelesca "Abismos de pasión" (1953), me resulta pesada y complicada, coincide también con su etapa mexicana, y quizás esté relacionada con la vida personal del director. Tristemente cuando el director vuelve a Europa, España continúa bajo el régimen de Franco, que censuraba completamente las nuevas ideas de Luis Buñuel. Mujeres, la prensa del corazón de la sociedad, quien está con quien, de quien son los cuernos de aquel, y la vida sexual de la camarera del bar de abajo, se refleja claramente en su etapa francesa, que comienza a mediados de los 60' con "Diario de una camarera" (1964). "El discreto encanto de la burguesía" está ya dentro de esta etapa. Sin duda ese ritmo fílmico de las película de Buñuel es una de sus marcas de la casa, todo sucede inesperadamente, los protagonistas pueden encontrarse pueden encontrarse en un restaurante, en casa de unos amigos que no les esperaban, o en su imaginación. Michel Piccoli, Fernando Rey, Delphine Seyrig, Jean Pierre-Cassel, y el resto de un amplio reparto, son los encargados de mantener la película, en la que he observado, como en el resto de su cine, la importancia recae con más fuerza sobre el director, que sobre los actores, clara diferencia con Berlanga, quien tras crear su fantástico mundo cuenta con sus actores para que lo levanten con él como vigía. Lo cierto es que "El discreto encanto..." es una cinta con su merecido éxito, que merece ser visionada, vista con ganas de ser vista.



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