Esta mañana despedíamos a la mítica Marujita Díaz, personaje inolvidable de nuestro cine, durante las décadas de 1950 y 1960 se convirtió en la vis cómica de un cine folclórico y popular que olvidado en los años 30' volvió a resurgir con "El último cuplé" (Juan de Orduña, 1957), con ello avivó también esa fantástica rivalidad entre Marujita y Sara Montiel que consiguieron dar algún sentido a los programas del corazón, ahora derivados en telebasura. Inspiradas en una serie de tonadilleras que brillaron en esa primera época del folklore como Amalia Molina o Raquel Meller, nació una generación de actrices que utilizaron su faceta como cantantes y un cierto atractivo físico para triunfar por muchos años y mantenerse hasta hoy como mitos de toda una época. Concha Piquer e Imperio Argentina fueron las primeras, seguidas por una jovencísima Lola Flores que finalmente encontró su lugar en la música, Sara Montiel, Nati Mistral y Marujita Díaz fueron otras de las más requeridas por el público, Carmen Sevilla culminó esta generación convirtiéndose en leyenda, su asistencia a festivales y fiestas era la habitual portada de revistas como "Blanco y Negro". Carmen Sevilla ha sido para muchos la historia de nuestro cine, primero en un papel protagonista y después al frente de "Cine de Barrio", donde nos lo descubrió a muchos, Concha Velasco ha sido después su heredera en ambas facetas. Destacable para muchas de ellas es la figura de Enrique Herreros, y varios de los integrantes de la "otra" generación del 27' como Edgar Neville o Miguel Mihura, cuya admiración hacia lo puramente español, el flamenco y las sevillanas, les llevó a descubrir el talento de muchas de ellas.
Marujita Díaz entra en el cine gracias Tony Leblanc, quién le consiguió un pequeño papel cuando a penas era una niña en "La cigarra" (Florián Rey, 1948), de la que Imperio Argentina era protagonista. Benito Perojo, Rafael Gil y Florián Rey son tres de los indispensables en este cine de posguerra, los encargados de convertir el panorama cinematográfico de los años 40' en un auténtico tablao flamenco. Las cintas que contaban con Marujita Díaz parodiaban a las serias interpretaciones de este género, véase su irrepetible interpretación de "Mamá cómprame unas botas" en "La corista" (José María Elorrieta, 1960), el ejemplo más claro de ello es "Y después del cuplé" (Ernesto Arancibia, 1959). Debemos destacar sus actuaciones en cintas míticas de nuestro cine como "La Revoltosa" (Juan de Orduña, 1950) o "Surcos" (José Antonio Nieves Conde, 1951), pequeños papeles ensombrecidos bajo la presencia de Carmen Sevilla, María Asquerino o la fantástica María Bru. Marujita Díaz triunfa en el teatro con la revista "Las cuatro copas" compuesta por Augusto Algueró, que hará mítico su "Soy Madrileña", y que tras seis años de representaciones (1951-1957) convertiría a Marujita Díaz en un personaje reconocido hambriento de cine. "Abuelita Charlestón" (Javier Setó, 1962), "La casta Susana" (Luis César Amadori, 1963), "Han robado una estrella" (Javier Setó, 1963) o la ya citada "La corista" se convertirían en sus grandes interpretaciones. La "gracia" personal que acompañaba a toda esta serie de artistas las hizo asiduas a los programas del corazón que ocuparían su agenda hasta el final de sus días, descubriéndonos así algunas leyendas como el particular movimiento de ojos de Marujita. Con su muerte desaparece un significativo símbolo de esta generación, que sumada a la triste noticia del avance de la enfermedad de Carmen Sevilla, nos hace pensar: ¿qué habrá después de nuestras amadas estrellas del cuplé y la canción española?
Marujita Díaz entra en el cine gracias Tony Leblanc, quién le consiguió un pequeño papel cuando a penas era una niña en "La cigarra" (Florián Rey, 1948), de la que Imperio Argentina era protagonista. Benito Perojo, Rafael Gil y Florián Rey son tres de los indispensables en este cine de posguerra, los encargados de convertir el panorama cinematográfico de los años 40' en un auténtico tablao flamenco. Las cintas que contaban con Marujita Díaz parodiaban a las serias interpretaciones de este género, véase su irrepetible interpretación de "Mamá cómprame unas botas" en "La corista" (José María Elorrieta, 1960), el ejemplo más claro de ello es "Y después del cuplé" (Ernesto Arancibia, 1959). Debemos destacar sus actuaciones en cintas míticas de nuestro cine como "La Revoltosa" (Juan de Orduña, 1950) o "Surcos" (José Antonio Nieves Conde, 1951), pequeños papeles ensombrecidos bajo la presencia de Carmen Sevilla, María Asquerino o la fantástica María Bru. Marujita Díaz triunfa en el teatro con la revista "Las cuatro copas" compuesta por Augusto Algueró, que hará mítico su "Soy Madrileña", y que tras seis años de representaciones (1951-1957) convertiría a Marujita Díaz en un personaje reconocido hambriento de cine. "Abuelita Charlestón" (Javier Setó, 1962), "La casta Susana" (Luis César Amadori, 1963), "Han robado una estrella" (Javier Setó, 1963) o la ya citada "La corista" se convertirían en sus grandes interpretaciones. La "gracia" personal que acompañaba a toda esta serie de artistas las hizo asiduas a los programas del corazón que ocuparían su agenda hasta el final de sus días, descubriéndonos así algunas leyendas como el particular movimiento de ojos de Marujita. Con su muerte desaparece un significativo símbolo de esta generación, que sumada a la triste noticia del avance de la enfermedad de Carmen Sevilla, nos hace pensar: ¿qué habrá después de nuestras amadas estrellas del cuplé y la canción española?
Su papel más emblemático quizá fué el de "PELUSA"del que se quedaría la nariz roja de payaso que se ponía en las entrevistas para soltar la carcajada.
ResponderEliminarOtra de sus películas más famosa fue " El Balcón de la Luna",cuyo reparto aparece en la foto en blanco y negro de más arriba:LOLA FLORES, PAQUITA RICO,CARMEN SEVILLA Y MARUJITA DIAZ.