martes, 9 de junio de 2015

Estrellas fugaces

Hoy es el cuarto aniversario del fallecimiento de Jorge Berlanga. Mi admiración por Jorge crece cada minuto, en lo personal demostró ser un auténtico caballero de espada en paragüero, distinguido por su extrema elegancia y buen tono, como define la Real Academia la palabra dandy. Un elegante bastón con empuñadura de azabache le mantuvo dentro de esta definición hasta el final de sus días, inolvidable para muchos, será por siempre recordado por su acertada y divertida conversación que hoy todos echamos de menos. En lo profesional se convirtió en uno de los primeros traductores del escritor y poeta Charles Bukowski, muy alejado del denominado realismo sucio del autor estuvieron siempre las obras de Jorge, su conocida novela "Un hombre en apuros" (1998) nos planteaba un pasado distinto teñido de comedia y personajes célebres de mérito cuestionable, ésta fue un fracaso también cuestionable. Junto con su hermano José Luis y Antonio Oliver surgió "Villarriba y Villabajo" (1994), fantástica serie repleta de comedia, rebosante de actitudes berlanguianas, y con un reparto sensacional, sólo superado en televisión por "Los ladrones van a la oficina" (1993-1996). De sobra son ya conocidas sus acertadas colaboraciones con su padre, "Todos a la cárcel" (Luis García Berlanga, 1993) se abrió como la gran oportunidad de premiar y dar a conocer al director de cintas como "El Verdugo" (1963) o "La escopeta nacional" (1978). Junto con Antonio Gómez Rufo y Javier G. Amezúa realizó un enorme trabajo de investigación en la filmografía de su padre, quién aportó su indispensable toque a "París-Tombuctú" (Luis García Berlanga, 1999), un film repleto de guiños, homenajes y pequeños detalles que completaban toda la vida de un director indispensable para nuestro cine.


A lo largo de este año he podido disfrutar de trabajos menos reconocidos y siempre brillantes en su justa medida donde indudablemente se es capaz de diferenciar el buen tono que incorporaba Jorge a sus trabajos. Así pues brilla como guionista de "Alas Rotas" (Carlos Gil, 2002), una cinta que intenta emular al cine americano que en los años ochenta giraba entorno a la comedia romántica y la acción, teniendo como principal referente "Top Gun" (Tony Scott, 1986). He tenido la inmensa suerte de conocer por casualidad a Teresa Nieto, directora de "El crepúsculo de las momias" (1993), cortometraje en vías de recuperación cuyo título respira la sátira de "El crepúsculo de los dioses" (Billy Wilder, 1950), cuenta con guión de Jorge y un reparto encabezado por Enrique San Francisco y Paula Soldevila, hija de la mítica Laly Soldevila, a Paula la hemos visto como monja y enfermera en numerosas cintas como "Tacones Lejanos" (Pedro Almodóvar, 1991) o "El Gran Vázquez" (Óscar Aibar, 2010).

Por todo ello pervivirá la gran figura de Jorge Berlanga, por ello y por todos aquellos que le tenemos presente en nuestro día a día, en cualquier momento, el más mínimo recuerdo nos lleva hacia él; muchos le reconocemos en "Tigres de papel" (Fernando Colomo, 1977) como fiel guardaespaldas de un corrupto policía interpretado por el propio Luis Berlanga, y cada vez que vemos "Patrimonio Nacional" (Luis García Berlanga, 1981) nos lo imaginamos entre la multitud que remueve un globo mientras Luis Escobar y José Luis López Vázquez graban Historia del Cine. Un año más sin Jorge que sin embargo, como recordaba hoy mismo Rafael Maluenda, está presente en todo momento.
"La efímera tiene una existencia fugaz, todo un ciclo urgente que incluye su nacimiento, reproducción y muerte en menos de 24 horas, tras conocer un amor ciego y desesperado y caer flotando desfallecida en la aniquilación tras el éxtasis". [Jorge Berlanga para la revista GQ].

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