Hollywood nos muestra este mes “Saving Mr. Banks”, traducida al castellano como “Al encuentro de Mr. Banks”, un
maravilloso drama transformado a comedia. La relación entre el productor y
empresario Walt Disney, y la escritora P.L. Travers que en los años 40’ creó
ese personaje que dio luz a tantos niños, “Mary
Poppins”. Mostrándonos la cara más tierna de las dos celebridades
recorremos los estudios más conocidos del mundo de la mano del Señor Disney,
enseñándonos la dura tarea de comprar los derechos de una obra, por los menos
digo “tarea dura” cuando la autora de esa novela es Pamela Travers. Una magnífica
puesta en escena con grandes detalles del film que nunca antes se han mostrado,
basándose una parte del film en la infancia de la escritora vemos como fue su
padre, Travers Goff, el que le mostró todos los detalles que completan la
novela más conocida de Los Ángeles, California. Por otra parte Tom Hanks, realiza una de las
interpretaciones más grandes de su carrera, y lo mismo, o algo parecido, para
variar, se pude decir de la actuación de Emma
Thompson, además de ese pequeño papel que nos muestra en que punto estoma
los espectadores, que es el que hace Paul
Giamatti. Quiero dar gracias a Walt Disney, ya que es un nombre que llevo
escuchando desde que nací, es un nombre que todos hemos escuchado desde que
nacimos. Pero con éste film, que con que represente un 0,1% de la realidad ya
estoy cautivado, he visto ese lado tierno y paternal que el señor Disney tenía,
las ganas de mostrar lo que a el le gustaba, lo que a sus hijas le gustaba, lo
que creía que a todos nos gustaría, esas ganas querer hacer feliz a los demás.
La película nos muestra como su hacer feliz a los
demás llega a Pamela Travers, la infeliz escritora que
lleva peleando con
Disney desde hace casi veinte años. Y la señorita Travers, como ella prefiere
ser llamada queda, le cuesta, pero queda cautivada por ese calor que transmite
Mr. Walt Disney. En el film el guionista de la cinta, el compositor y el autor
de las letras de la película acompañan a la difícil escritora que desde un
primer momento quiere imponer sus “formas”. Pero la película le sacará esos
lados tiernos de su infancia y de su relación con el padre de familia que fue
Travers Goff, el banquero australiano. Pequeños detalles como el siendo ella
australiana, como el resto de su familia, adapta la clase inglesa y se queda en
ella hasta que la consiguen arrancar de ella.
Me había quedado en las gracias a Mr. Disney por el
simple hecho de crear un Imperio que nunca se derribará, y todo eso a partir
del boceto de un gracioso ratoncito con el que persiguió a un productor de Nueva
York. Y ahora doy las gracias a John Lee Hancock, por mostrarme este lado tanto
de Disney como de Mary Poppins y por mostrarme a sus autora, P. L. Travers. No
me quiero meter en los siempre injustos premios de cine, ya que el film no ha
tenido influencia en los Premios Oscar de Hollywood, solo ha recibido esa
nominación que siempre se lleva Walt Disney, la de Mejor Banda Sonora Original,
para el señor Newman que realiza un gran trabajo recordándonos esa melodía que
todos los niños cantaban a mediados de los 60’. Ese: “Con un poco de azúcar, esa píldora que os dan” y cómo no, el
recordado “Supercalifragilísticoexpialidoso”.
Disney nos trae a Disney en esta magnífica obra.
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