viernes, 14 de abril de 2017

1, 2, 3... llega MasterChef

Nada más y nada menos que la quinta edición de este programa viral que ha convertido a los chefs en los nuevos becerros de oro que llegarán puntuales cada semana, como una droga dura para adictos a la televisión. "MasterChef" se ha convertido en todo un hito, con un share que se mantiene asombroso desde el primer programa, se ha buscado un hueco en la historia de Televisión Española, ese canal público que está bajo mínimos desde la desaparición de su monopolio. Los miembros del jurado se han convertido en auténticos fenómenos de masa media, en la Feria del Libro disfrutan de las colas más largas y sus restaurantes se llenan de gente que ni siquiera puede permitírselo. Mientras en USA ahorran para su seguro de vida y la universidad de sus hijos, aquí con nuestra Seguridad Social y universidades públicas, nos desvivimos por ir a probar los ridículos platos de este personal. "La vida no imita el arte, sino la mala televisión" sentenciaría con razón Woody Allen en "Misterioso asesinato en Manhattan" (Allen, 1993), y en España nos hemos coronado como los reyes de la telebasura, cientos de programas de usar y tirar, nuestras emisiones se han convertido en una auténtica pesadilla en la cocina. Pese a todo me declaro uno de los mayores fans de este programa, que comienza su nueva temporada este domingo a las 22:05h en la primera de TVE. Seré el primero que pida un autógrafo a Samantha o a Pepe si los veo por la calle, a Jordi no, que nos cae peor en general, y así con todo.

Pareja de guapos que promete para esta edición

Kate Hepburn en "Estirpe de dragón"
Al fin y al cabo, después de ver MasterChef nos sentiremos bien por no haber estado viendo "Sálvame Deluxe", la cocina siempre es más sana que la prensa rosa. Después de todo los denominadores comunes son los mismos: gritos, nervios, suspense, melodrama, lágrimas y expulsiones del plató. Los programas comienzan a parecerse tanto entre sí que este domingo no tenemos muy claro si empieza el prestigioso talent show culinario o una nueva sesión de "Got Talent", pues nos lo venden como "una edición en la que compartirán plató un ex-futbolista, un ex-seminarista de Ohio y una punk que trabajó con Esperanza Aguirre". Qué sorpresa alcancé al ver que esa punk era Isabel Alcón, buena amiga de la familia, diseñadora de joyas y gran conocedora del protocolo, tanto con Esperanza Aguirre como con la Embajada de México. A saber pues si el seminarista llegará a cantar misa, o si el mongol que deambula por los vídeos publicitarios es realmente asiático, Katharine Hepburn ya demostró en su día que no es tan difícil hacerse pasar por uno. E incluso a Isa, a la que acompañé en el programa que se emitirá el domingo, han confundido con una punk salvaje, cuando solo hay que buscar su nombre en internet para darse cuenta que no hay nada más lejos de la realidad. Como entradilla no puedo más que aventurar que será una edición divertida por lo visto aquel día en plató, y que la televisión es la mejor mentira que ha creado el hombre.

Una punk que trabajó con Esperanza Aguirre

Investigando algo más sobre el programa he ido buscando testimonios de invitados presentes tanto en esta edición como en las anteriores, las anécdotas son realmente dispares, la mayoría acompañadas por la repetición y el aburrimiento, gajes de la televisión capaz de hacerte tomar tintos a las nueve de la mañana... ¡cómo si de una sobremesa se tratara! Si hay algo en lo que coinciden todos y cada uno de los encuestados es en la calidad del alimento servido: "¡Es una mierda!", exclamaban muchos de ellos recordando entre risas un postre horroroso que describían con pelos y señales (quizás con demasiados pelos). Tampoco nos puede pillar por sorpresa, el propio jurado no duda en decirles la verdad a la cara, no sin cierto desdén y humillación, por lo que María del Monte abandonó la edición de MasterChef Celebrity. Para mí, como para muchos, es este morbo, las rencillas entre concursantes, el desprecio con el que el jurado puede llegar a tratar un plato, la verdadera salsa del programa. Yo desde luego no pienso perderme ni uno solo, aunque, por lo visto en las pequeñas cuñas publicitarias lo mejor de MasterChef 5 promete ser la aparición de Loles León, estamos ante grandes profesionales que saben hacer reír sacando lo peor de nosotros. Fue el gran Alfred Hitchcock quien sentenció muy agudamente: "Ver un asesinato por televisión puede ayudarnos a descargar los propios sentimientos de odio", en este caso sobran los parelelismos. Espero que les haya hecho más amena su espera hasta este domingo, hasta entonces, ya saben: ¡Pónganle sabor a la vida!


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