sábado, 28 de noviembre de 2015

Divorcio civilizado, Colomo magnificado

"Isla Bonita" (Fernando Colomo, 2015) es el resultado de una espléndida trayectoria llena de una comedia manchada por la calle que se viste de gala para pasear por la isla menorquina. Durante toda la luminosidad de que desprende el film hay un canto de libertad, y de regeneración en un cineasta que siempre ha ido por delante en el nuevo cine. Siendo la máxima expresión de ello "El caballero del dragón" (Colomo, 1985) con Klaus Kinski, Fernando Rey y un Harvey Keitel antes de convertirse en el señor Blanco. "Isla Bonita" es la perfecta antítesis de aquella superproducción, muestra de la evolución de Colomo que lleva a los propios orígenes del cineasta, capaz de levantar magníficos diálogos en un film low cost que guarda la fantástica comedia que le dio a conocer con títulos como "Tigres de papel" (Colomo, 1977) o "¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?" (Colomo, 1979), pero reluce con una estética más limpia y clara que la presente en aquellas muestras de la 'comedia madrileña', como como él mismo afirma "nunca existió". El guión parte de un planteamiento sencillo, una interesante intromisión en diferentes etapas de relaciones muy distintas, todas ellas capaces de dar pie a geniales situaciones basadas en un diálogo probablemente planteado, pero fruto de una magnífica improvisación que encuentra su mejor refugio en actores no profesionales con ganas de hacer reír... y de reírse. Así descubrimos a Olivia Delcán, como una alegre protagonista capaz de todo, y a unos geniales Miguel Ángel Furones, Nuria Román, Lluís Marqués o Marcos de Quinto de escasa experiencia interpretativa, que sin duda nos regalan algunos de los mejores momentos de la película, todos ellos impulsados por su particular protagonista, el propio Fernando Colomo.


En una entrevista con el motivo del estreno de "Alegre ma non troppo" (Fernando Colomo, 1994) se preguntaba con la relación hithcockiana de Colomo al aparecer en películas, a lo que bromeó aclarando que en muchas ocasiones se debía a falta de figuración y a sus ganas de verse en unos años. Curiosamente hay una escena sensacional en su última película donde comienza a hablar de sus anteriores relaciones con Olivia, entonces aparecen en pantalla fantásticas escenas de sus pequeñas aportaciones a películas como "Todos los hombres sois iguales" (Manuel Gómez Pereira, 1994), "Todo es mentira" (Álvaro Fernández Armero, 1994) o "Entre vivir y soñar" (Alfonso Albacete y David Menkes, 2004), que se introducen como una perfecta memoria visual, realmente genial, puro y clave para este nuevo crecimiento del director madrileño hacia un cine barato y de gran calidad. Después de todo resulta curioso que sea el propio Colomo quién opta como candidato al Goya al Mejor Actor Revelación, siendo un film donde la mayoría de los personajes brillan por esa revelación interpretativa bajo este secreto documental que el director plasma también como el objetivo profesional de su personaje. Se trata de una película bonita, agradable, muestra de una fantástica 'comedia menorquina', puede que también inexistente, pero más viva que nunca en este film que va más allá de la fantástica fábula de curiosa moraleja que se nos presenta en la pantalla. Como el divorcio civilizado que el personaje de Colomo bromea haber tenido, el director parte de un divorcio civilizado con su filmografía, después "La banda Picasso" (Colomo, 2012) como resultado de un ligero exceso, con "Isla Bonita" busca el mejor "exceso artístico" con el menor presupuesto y un poco de la chispa de la vida.


"Siempre he tenido ganas de volver a rodar un film alejado de la parafernalia del cine que tanto entorpece"
                                                                   Fernando Colomo (Director de cine)

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