lunes, 5 de noviembre de 2018

De Shakira nadie se olvida

Lentejuelas a contrapelo. Sábanas de seda. Vajillas de duralex. Persona. El perfil de Najwa contra la inmensidad del mar. Un karaoke. Un vestido de noche sobre la arena de la playa. Trato de encontrar tiempo para hablar de "Quién te cantará" (Carlos Vermut, 2018), pero me cuesta, porque es una película que no se puede reducir a una crítica. Es puro sentimiento, imágenes, grafismo, música. Al final la trama es lo de menos, aunque funcione como una bonita fábula sobre el poder, la admiración y el arte. Una famosa cantante pierde la memoria, su representante acudirá a su mejor imitadora para que le enseñe a ser ella misma. Desde esta premisa nos sumergimos en un mundo marcado por la estética, el desafío y la interpretación. La grandeza de Najwa Nimri es que interpreta en todo momento, el personaje (Lila Cassen) está haciendo de sí mismo, existe en ella un lenguaje corporal que va más allá de lo verosímil, y es lo que hace que cada escena se convierta en dogma de fe. Esa cámara lenta presentando a Natalia de Molina como una suerte de Hermano Mayor rompe-cristales y maltratadora, un personaje alejado de todo el entramado central y que, sin embargo, termina por darle sentido a todo. Najwa es arte, Natalia es España. Y entre ambas está Eva Llorach, el exquisito portento que Vermut a descubierto y que nos sirve en forma de un personaje sencillo y puro, pero un personaje. No aspira a más. Carme Elías completa el reparto con un papel que había sido pensado para Marisol que, retirada desde hace décadas, es la sombra que se interpreta entre bastidores. Hablan de que el film es almodovariano, el ansia del crítico por etiquetar, puede que haya un par de referencias al cine de Almodóvar y un plano calcado de "Tacones lejanos" (Pedro Almodóvar, 1991), pero la esencia es puramente de Vermut. Como en "La isla desnuda" (Kaneto Shindô, 1960), la película favorita de la cantante protagonista, la fuerza natural del cine, de lo visual, arrastra una historia que termina por distanciarse de lo que realmente nos está contando. Después de todo, el film de Sindô no deja de ser otra de esas vanidades de la antigua Lila Cassen.


No estamos ante la desfasada puesta en escena de "Magical Girl" (Carlos Vermut, 2014), sin embargo, de ella rescata un particular sentido del humor. La mujer que imaginaba la cara de sus amigos al ver caer a su bebé por la ventana, se ha transformado en una frívola cantante descontenta con su imagen, harta de ser vegana, manteniendo ese humor seco que contiene la mueca, pues no termina de romper en risas. La fotografía del inmenso Eduard Grau es cautivadora, cada fotograba es un regalo. En plena recuperación, aún en la clínica, el personaje ve la imagen de Shakira y no duda en reconocerla, de Shakira nadie se olvida. Tuve la suerte de asistir al estreno de "Quién te cantará" en el Cine Capitol, donde vivimos una experiencia sensitiva metafílmica, pues en ese mismo escenario se vive una de las escenas culminantes del film. Fue un estreno extraño, los Javis fueron a por sus palomitas, Santi Alverú cogió buen sitio en las primeras filas y Carlos Areces subió a por sus refrescos en el último momento, cuando ya no hay gente. Hasta ahí, todo normal. Pero con la proyección el público empezó a romper en aplausos con cada productora, había un ambiente de juerga nunca vivido en un estreno. Pronto todo se rompió con las impactantes imágenes del comienzo, sobre la playa. Había ganas de ver la película y eso se notó, como pocas veces he vivido en un estreno. Enrique López Lavigne vuelve a consagrarse como el productor más audaz del panorama español, y es que es tan heterogéneo como acertado. Con "Quién te cantará" trae de vuelta a uno de los grandes del cine español reciente, y es que como dijo Carlos Vermut ese día sobre el escenario: "No he hecho la película que quería, hemos hecho una mejor". El film es sin duda lo mejor que ha dado esta temporada nuestro cine, una postal etérea, una historia fiel con un humor asilvestrado, una pieza exquisita para guardar como recuerdo sobre una repisa. Después de esto, ¿quién nos cantará? ¿Amaral?

Carme Elías y Carlos Vermut

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