
Mati de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría "producen" el cortometraje, y es el propio Álex quien se encarga de distribuirlo por los Festivales, como el Cinema Jove de Valencia donde coincidirá con Santiago Segura, finalmente acabará frente a Pedro Almodóvar, quien decide producir el próximo proyecto de estos dos jóvenes de indudable futuro cinematográfico. Este primer proyecto del cineasta bilbaíno funciona como una pequeña escuela en la que se reúnen una serie de amigos de enorme potencial, así encontramos a Arri (José Luis Arrizabalaga) y Biaffra (Arturo García) en la dirección de arte, indispensables en el resto de la filmografía del vizcaíno, terminarían en producciones internacionales como "Frida" (Julie Taymor, 2002) o "Arritmia" (Vicente Peñarrocha, 2007). Fascinante es también encontrar a Kiko de la Rica, inmenso director de fotografía que nos ha dado su particular visión en cintas como "Lucía y el sexo" (Julio Medem, 2001), o "Blancanieves" (Pablo Berger, 2012) cuyo magnífico trabajo (la película fue rodada en color pensando en transformarla al blanco y negro) le valió el Goya a la Mejor Fotografía. Por supuesto destaca Álex Angulo, un actor al que todos estimamos como hombre agradable y sonriente, y que sin embargo brilla en el papel de este ácrata poco convencional, con arrebatos de cordialidad y admirador de la Mirinda, y casualmente dos de los supervivientes (Saturnino García y Ramón Barea), son algunos de los grandes representante de esta generación adulta de actores que surge en el País Vasco y que aún hoy nos continúa convenciendo en los cines. Actores muy admirados por Álex de la Iglesia, que tanto a los nuevo-viejos como a los clásicos rescata en sus películas.
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