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Olivia Colman puso algo de humor —y sentido— a la gala |
La opinión pública ha sido unánime, el pasado domingo el Dolby Theatre de Los Ángeles acogió una de las peores ceremonias de los
Premios Oscar. También una de las más cortas en años, lo que confirma que no es la duración lo que hace que la gala se haga más o menos pesada. Los problemas llegaban hace unos meses con la noticia de que
Kevin Hart, el cómico convenido para conducir la gran noche del cine, decidía apartarse del evento tras la aparición de unos tuits comprometedores. Lo cierto es que si los hubieran leído al comienzo de la gala, la noche habría ganado mucho. Ni la gran
Tina Fey estuvo oportuna —junto a
Amy Poehler y
Maya Rudolph— al comienzo de la ceremonia, claro que puede que el problema viniera de aparecer justo después de la actuación de los que algunos siguen llamando
Queen. Unos chistes sobre los problemas que han concernido a la preparación de la gala y todo arreglado, Oscar al canto para
Regina King (Mejor Actriz de Reparto por
"El blues de Beale Street", Barry Jenkins, 2018). Primer síntoma de que algo raro ocurría en Hollywood, estábamos ante una noche negra para el cine, en todos los sentidos. Nadie le quitará a
"Black Panther" (Ryan Coogler, 2018) sus tres premios de la Academia, decisiones que olían a chamusquina ya que todos dábamos por hecho que los premios a Mejor Vestuario y Diseño de Producción serían para
"La Favorita" (Yorgos Lanthimos, 2018), una auténtica obra maestra, de época y con una relevante acogida por parte de la crítica. El film del cineasta griego, al que algunos comparan con el maestro Kubrick —que nunca recibió un Oscar por su labor como director—, es una auténtica obra de arte, grandes angulares, frivolidades varias y una historia de ambición
shakesperiana. Todo el reparto es un regalo, al final
Olivia Colman se alzó con la estatuilla a la Mejor Actriz por su papel en la película, ofreciéndonos el discurso más divertido de la noche. Lo cierto es que parecía ser el "único premio justo" de la velada.
"¡Ahhhh Lady Gaga!", sentenció Colman al final de su discurso, en referencia a la cantante que estaba nominada en su misma categoría y que ya se había alzado con el Oscar a la Mejor Canción Original por
"Shallow" de
"Ha nacido una estrella" (Bradley Cooper, 2018).
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Angela Basset y Javier Bardem presenta "el premio de Cuarón" |
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Cate |
Parecía que los académicos se habían puesto de acuerdo para premiar a las minorías étnicas con el simple propósito de fastidiar al presidente Trump. Fue
Javier Bardem quien tuvo que poner el acento político —y en castellano— hablando de muros y fronteras a la hora de presentar la Mejor Película Extranjera, premio que venía prácticamente dado de antemano a la
"Roma" de
Alfonso Cuarón, que también se alzó con los premios a Mejor Fotografía y Dirección. Todo muy repartido. No le faltó sentido del humor al cineasta mexicano al decir que
"me encanta la categoría de Mejor Película Extranjera, porque crecí viendo grandes películas extranjeras como Tiburón
o El Padrino
". Lo cierto es que a este paso los mexicanos van a poder construir el muro a base de "óscares", pues en los últimos años han sido cinco los premiados a Mejor Director de esta nacionalidad, y eso sin contar los de Lubezki o los de Mejor Película. Este año no pudo ser para
"Roma", saltó la sorpresa con
"Green Book" de
Peter Farrelly, aunque desde el Oscar al Mejor Guión Original ya pudimos ir preparándonos. ¡Algo pasa con Hollywood! Ferrelly, director de comedias sofisticadas como
"Algo pasa con Mary" (1998) o
"Dos tontos muy tontos" (1994), ha escogido un gran año para estrenarse en la dirección en solitario —sus grandes éxitos los dirigió junto a su hermano Bob— con una historia de racismo y homofobia en la América de los 60'.
Mahersala Ali, con un peculiar gorro de lana, recogió el Premio al Mejor Actor de Reparto por su interpretación en la película. Sobria, calmada. Una película agradable. Una
buddy movie. La opción menos arriesgada, la más "académica". ¿De verdad la han creído mejor película que otros títulos como
"La favorita" o la estupenda
"El vicio del poder" (Adam McKay, 2018)? ¿O no se han atrevido a votar el film de una reina inglesa y sus "compañeras" o al
biopic del vicepresidente más temido de USA? El Oscar a
Rami Malek estaba cantado, nunca mejor dicho, aunque yo hubiese preferido al gran Christian Bale y su
Dick Cheney a base de tartas —engordó varios kilos para meterse en la piel del vicepresidente—. Poco que destacar en una gala sin presentador. En una Alfombra Roja llena de ridiculeces, en la que
Glenn Close se disfrazó del Oscar que se le escapaba y hasta la imprescindible
Cate Blanchett resultó cursi con su Armani Privé.
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El equipo de Green Book recoge Mejor Película |