Inés París ha demostrado su particular dominio de la comedia desde su ópera prima junto a Daniela Fejerman, "A mi madre le gustan las mujeres" (2001) por la que fueron nominadas al Goya a la Mejor Dirección Novel, rompedora comedia con la mejor ristra del cine independiente. Su primer largometraje en solitario, "Miguel y William" (Inés París, 2007) resulta un curioso experimento capaz de unir a Cervantes y Shakespeare en una comedia romántica, una perfecta base para levantar su último film "La noche que mi madre mató a mi padre" (Inés París, 2015), que tiene su estreno previsto para el próximo año. La directora dedica este film desde un primer momento a su padre, Carlos París, ilustre filósofo y gran estudioso del pensamiento antropológico y de la enorme evolución del mismo en la sociedad actual. Inés París levanta además de una gran película un gran homenaje a su padre, en una comedia donde hay un fuerte reconocimiento del factor humano y una descarada burla a nuestra acostumbrada sociedad de selfies, tuits y running. "Nada hay de nuevo bajo la luz del sol" versaba Carlos París en su obra "Crítica de la civilización nuclear", como consecuencia de la fuerte relación entre nuestro futuro y el pasado. La directora arma un guión con las bases clásicas de la comedia, un repertorio teatral digno de los mejores entremeses cervantinos, y a partir de ahí comienza a levantar su propia historia, muy marcada por unos geniales giros en la trama donde no se puede olvidar que en la comedia casi todo es factible. Colabora en el guión de esta auténtica pieza teatral (aún siendo filmada para cine) un espléndido Fernando Colomo en estado de gracia con su "Isla Bonita" (Colomo, 2015), que aporta un matiz de ligereza y pequeñas dosis de un esperpento más cercano a un Woody Allen de criminalística literaria (véase "Misterioso asesinato en Manhattan", W. Allen, 1993) que a Valle Inclán.
"La noche que mi madre mató a mi padre" tiene todas las de convertirse en una de esas grandes comedias de título kilométrico que siempre brillarán ante cualquier crisis cinematográfica, Almodóvar siempre ha tendido a darle longitud a sus títulos, no olvidemos su "¿Existe alguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar lo nuestro?" que finalmente vio la luz como "La flor de mi secreto" (1995), aunque la comedia de este film no se asemeje a la de Almodóvar si que posee una fuerte herencia fílmica en el papel de la mujer, París distribuye los distintos personajes como un perfecto análisis de la mujer desde la femme fatale, a la madre que le gustan las mujeres o la amante. Todo el montaje al rededor de una figura reconocida, como es en este caso un genial Diego Peretti, recuerda también a "Mi familia italiana" (Cristina Comencini, 2015) llena de frivolidad y genialidad de la mujer, siendo el film de Inés París más blanco y directo. El personaje de Eduard Fernández es un genial hervidero de tópicos que dominados por el genial actor sobre los que recaen se convierten en una nueva puerta a la novela negra de la que se alimenta. María Pujalte, Belén Rueda y Patricia Montero forman una red perfecta en donde el propio Eduard Fernández, Peretti y Fele Martínez se mueven como pescadilla intentando escapar de su mudanza a la lonja donde serán vendidos al mejor postor. Interpretaciones atípicas, sensacionales en la comedia, con bases indestructibles como la evolución de la sobriedad al sálvese quien pueda, que domina María Pujalte desde hace tiempo. Si intentamos encontrar antecedentes encontramos maravillosas obras como "Arsénico por compasión" (Frank Capra, 1944), a la que también le cuesta unos minutos empezar, pero que desemboca en una de las grandes comedias del Hollywood de Oro, de donde París recoge magníficos gags.
Encontrándonos a día de hoy entre escándalos judiciales cinematográficos, donde ex-presidentes de la Academia y directores de la talla de José Luis Garci pelean por ensombrecer la afluencia a sus últimos proyectos. Nos encontramos antes esta divertida comedia por la que todas las distribuidoras deberían pelear para lanzarla a las salas, además de preparar una exitosa adaptación teatral, sin embargo el estreno del film no está previsto hasta 2016. Esperemos se convierta en un signo de emoción, que vaya despertando la atención de buen espectador que conduce a las masas, quizás no tanto como esa incógnita que nos ha levantado esta mañana la película "100 Years" de Robert Rodríguez con guión de John Malkovich que se estrenará en el 2115 (y no me he equivocado de cifra), proyecto que adquiere cierta estupidez ya que no puede uno manipular los datos de audiencia, sin embargo en breve disfrutaremos todos de "La noche que mi madre mató a mi padre", y lo haremos con el recibimiento digno de una curiosa comedia con aire indie y muy española, que no españolada, a su vez. Ante el ruido que causan películas como "Ocho apellidos catalanes" o "Star Wars", resulta fantástico que sobrevivan películas como este pequeño entremés que si es descubierto por el público adecuado, tiene muchas papeletas para hacerse con una gran taquilla, lo único que le falta al cine español evitando los grandes casos especiales como "Torrente", "La isla mínima" u "Ocho apellidos vascos", y se descubriese así un gran cine que se alza entre las sombras de un bosque publicitario al que llevan tiempo sin cortar las ramas.
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