DE CHARLA CON EL ILUSTRÍSIMO SEÑOR…
DON
GABRIEL AUGUSTO CHATEAUBRIAND (DUQUE DE SALMOREJO)
(PARA ESCUCHAR LA ENTREVISTA PINCHE AQUÍ)
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Don Jaime de Mora y Aragón |
Hoy en día da gusto encontrar una ocasión donde
hacer buen uso del título de uno, las celebraciones de sociedad no son ni las
migajas de lo que eran. Mientras los de siempre tratamos de sobrevivir de
canapé en canapé, los nuevos “socialdemócratas” (comunistas con otro collar,
que diría mi excelentísima abuela) se alían con los jóvenes herederos de los
enriquecidos socialistas del pelotazo para pimplarse los Gyn-Tonics que nos corresponden por legitimidad. Como decía, el
concepto del honor, la aristocracia y la licitud distan mucho de nuestro
presente. Ese “savoir faire” que ya pronosticó
aquel personaje interpretado por Rafael Alonso en “La escopeta nacional”–la mejor película sobre el fin de la memoria
y las buenas formas– a quien Berlanga y Azcona bautizaron como Cerrillo. Los
que empezaron riéndose del Marqués de
Leguineche, creyendo que era fácil, comenzaron con la compra de títulos
(hoy ya no sabe uno de quién fiarse) y terminaron por convertirnos a los
auténticos aristócratas en parias. Grandes de España como Ágatha Ruiz de la Prada se escudan tras corazones, estrellas y
demás estampados llamativos. El marqués
de Griñón se ve obligado a inscribirse como pareja de hecho con su amante
de turno para ser portada del “Hola”
–¡válgame el cielo!– si hasta sacaron del armario a la Duquesa Roja. En una de mis últimas comidas con la condesa de Montarco comentamos que al
final el título sólo iba a servirnos para ilustrar nuestra esquela, ¡cuánta
razón tenías querida Charo! Claro que ahora, con eso de que la sociedad nos ve
como piezas de museo (otra predicción berlanguiana)
nos dedican una página de “obituarios” con la que nuestros vástagos se pueden
ahorrar esos gastos póstumos que hasta resultan impropios de un título.
Por suerte, antes de que mi Marquesado de
Carabás embellezca esas perniciosas páginas, he tenido la fortuna de
encontrarme con un “camarada” (como dirían los rojos) de pasta de té. Descubrir los audios de “Gabriel
llama a Cosme” en YouTube me abrió los ojos, alguien estaba dando luz a
todos estos problemas que nos suceden a la gente bien en el día a día. Lo más
probable es que nos hubiéramos conocido “en
fiestas altísimas”, como él mismo recuerda, pero nuestra presentación
oficial no ocurrió hasta hace unas pocas semanas. Nos citamos en el Embassy
de Potosí y descubrimos que no es más que un “take away”, cuál sería mi sorpresa al encontrarme allí con Don
Gabriel Augusto Chateaubriand, Duque
de Salmorejo, un hombre de los de antes, dispuesto a poner voz a
nuestra situación. Tal fue el mutuo asombro que nos decidimos por concederles
la entrevista que se reproduce a continuación.
"Novio a la vista" (Luis García Berlanga, 1953) |
Marqués
de Carabás: Buenas tardes Gabriel, ante todo un placer conocerle…
Duque de Salmorejo: El placer es mío, pero antes
de nada, trátame de “tú”, amigo, porque somos de la misma cuerda, de familia
bien y es un placer tomarme esto contigo… que por cierto, no hemos podido ir a Embassy, cuéntalo en la entrevista,
porque no hay sillas ni mesas, es un Embassy
para llevar. Uno lo cierran y el otro lo hacen moderno…en fin, un horror.
M.C:
Es terrible sí… oye, cuéntame en qué momento decides darnos voz con tus audios…
D.S: Hemos acabado en un bar que es un sitio de
servilleta de papel de esta… [señalando en el servilletero] ¡Fíjate, con
publicidad de TriNaranjus! ¡Un
horror! Pero bueno, déjame que me centre en lo que me estabas preguntando… Yo
soy amigo de Cosme de toda la vida antigua del colegio y de pronto, un día
cualquiera, me llama un amigo: “Oye Gabriel,
qué gracioso el mensaje que le has dejado a Cosme en el contestador” Le
digo: “¿Perdona?” Claro, yo me quedé
asombrado al ver que nuestras llamadas son públicas… Se conoce que Cosme, como
es un golfo y se pasa el día con negocios de pacotilla, se cambió a una de esas
compañías low cost y la gente oye
nuestras llamadas. Yo no tenía ni idea, y de ahí se hicieron virales y se
perdió la intimidad. ¿Qué te parece?
M.C:
Me dejas a cuadros. Pero entonces, Cosme te responde también…
D.S: Bueno, Cosme me llama de higos a brevas, de
cada diez llamadas que le hago yo, él me devuelve una, porque es un pájaro y se
pasa el día por ahí de viaje. No tiene el concepto de la amistad de gente fina
como nosotros Patricio.
M.C:
¿Y Dolo? ¿Qué opina de esta fama que has cogido con los chismes de Cosme?
D.S: ¡Uy, Dolo! No me hables. Llevo tres días
sin verla, se ha apuntado a un curso de yoga intensivo con las amigas esas que
tiene, que son todas unas arpías. [Toma un carácter sarcástico] Luego se va a
un retiro que dice que es “espiritual”, de espiritual nada… Me la cruzo por el
pasillo pero hacemos vida completamente distinta. Creo que tiene envidia de que
se hayan hecho virales nuestras llamadas, porque ella siempre ha sido muy
envidiosa, ¿sabes?
M.C:
Yo quería comentarte, porque estuve el otro día en un concierto de “Taburete”, fui porque me invitaron, ya
sabes que si no yo no me meto ni loco con tanta chusma… estaba lleno de todos
los hijos de los socialistas del pelotazo, con el jersey cruzado, la camisa por
fuera… ¿qué sabes de esta gente?
D.S: Como sabes tengo dos hijos, Bosco y Pelayo,
y ya por Navidad me han pedido que les regale una flauta y una guitarra. Estoy
asustadísimo de que me monten un grupo de Rock
and Roll o peor, de electrolatino con las mulatas refrotándose ahí en el
videoclip… Porque ya sabes que yo le doy a la pieza clásica, pero no sé quiénes
son los “tampurete” estos, aunque estoy encantado de ir a un concierto… ¡Eso
sí! Siempre que sea de gente fina y de aristocracia como nosotros. ¡Avísame!
M.C:
Es verdad, que pudimos disfrutar de su pieza “¿Cosme? Soy Gabriel”. ¿De dónde le vino este gusto, por otra parte tan popular, por la
rumbita y la canción?
D.S: Fíjate, toda la vida mi abuela y tía Fifí
montaron cantatas en casa, eran
reuniones aristocráticas de gente altísima con dotes artísticas. Ellas hacían
rancheras… cosas finas, y yo desde pequeño tuve una vena folklórica. Claro,
imagínate, en casa teníamos clase de música, clase de guitarra… Y un oído fino
y formado como el mío, que ha estado tanto en pieza clásica y en ópera como en
orquesta… Me junté un día con unos amigos, y tengo que decir que es verdad que
unas copitas ayudan a salir al escenario, y estaba hecho. Ya cuando se hicieron
famosas las llamadas de “Gabriel llama a
Cosme”, me lancé con la rumbita, luego hice el villancico electoral… y lo
que vendrá, Patricio, y lo que vendrá. (Pinche para oír la canción)
M.C:
Ya que decías que estábamos en este sitio cerca de Embassy, que por lo menos se nota que estamos cerca… Primero Príncipe de Viana, Balmoral y ahora Embassy. ¿Cómo va a acabar esto?
D.S: No lo sé… Estoy horrorizado… Fíjate que
tenemos un localcito monísimo, que no sé si tendrá licencia comercial (porque
ya sabes que de esto se ocupa la gestoría de papá), en Barrio Salamanca, y ya
me han dicho amigos que monte algo. Si me decidiera, sólo hay un nombre que le
podría poner a mi bar: “Los de toda la
vida”, como ya llamé a mi partido político, que no triunfó… una lástima
porque hubiéramos sido magníficos. Yo creo que desde que se ha metido el
populacho en esto del poder, el de la coleta, la Carmena… todos estos que ya no
sé ni como llamarlos, nos están cerrando los lugares de alcurnia y de finura de
toda la vida. Qué te voy a decir, estoy preocupadísimo.
M.C:
Ese partido tuyo sería por fin al menos de derechas en condiciones, o al menos
de gente de título… Porque iba bajando el otro día por Alberto Aguilera (en
taxi, no te confundas) y me encontré a la Cifuentes… ¡con unas pintas que ríete
tú de Carmena!
D.S: Mira Patricio, yo con la política española
cada día me sorprendo más… Te hablo de lo que he mamado en casa: soy una
persona que ha nacido en buena familia, con fincas, con servicio… y cosas de ir
por la calle y ver a la gente con chancla, con el movimiento 15M y cosas raras… La verdad qué no sé qué problema hay,
lo que hay que hacer es trabajar, estar en el candelero y que España salga de
esta crisis que nos metió Zapatero y no nos saca nadie. La verdad, que yo lo
veo todo fatal, el que no ha metido la mano en la caja, la ha metido en otro
lado… En fin, chico, si me hubieran dejado con mi partido esto iría mucho mejor.
M.C:
Claro, porque tú… ¿en qué trabajas?
D.S: ¿Qué en qué trabajo? Qué curioso oye... Es
una pregunta que viniendo de ti la entiendo y no me importa contestarte, hay
veces que en círculos me la hacen un poco para importunarme, pero no lo
consiguen… Yo soy Terrateniente, qué chollo, dirás tú… Pues mira, trabajo
bastante porque estoy todo el día en la gestoría firmando temas de tierras… Quedamos pocos, estamos todo el día ocupados con
las monterías, las fincas y temas nobiliarios, que te reirás pero llevan
muchísimo trabajo social y de relación aristocrática. Y luego, desde que el
servicio libra tantos días los fines de semana, hago mucho de padre con los granujillas,
Bosco y Pelayo. En resumen, soy terrateniente, noble por supuestísimo y padre
de familia, que es mi labor más “progre” por así decirlo.
M.C:
Te entiendo perfectamente… Una de las preocupaciones que tenemos es cómo va a
terminar todo esto de la aristocracia… Ya el anarquista aquel de Berlanga hizo “Patrimonio Nacional” poniéndonos como
piezas de museo…
D.S: La conozco amigo, la conozco. Reconozco que
me ha llamado la gestoría alguna vez, por todo esto de renovar los títulos y
alguna cosa rara… y te digo que aunque un día me quiten el ducado yo siempre
seré Duque a ojos de mis círculos y amistades íntimas.
M.C:
[Salto horrorizado por la noticia] ¡Cómo te van a quitar el ducado!
D.S: [Todavía nervioso] No lo sé, no lo sé pero
me preocupa que me lo quiten, como a ti y de verdad, como pase algo de esto
pienso poner una denuncia o algo a la Policía Nacional porque eso es un hurto
flagrante y un atentado al honor y la intimidad de las personas, como el día
que tuve que dar mi segundo apellido para hacerme el dichoso DNI… Dolo, que me
mete en cada lío. (Pinche para oír la historia)
M.C:
Bueno, estuve el otro día en el funeral de mi tía, la turquesa de la
Rochelambert…ya sabes que patrocinó todo un barrio en Sevilla.
D.S: De altísima cuna, siempre se van las
mejores…No pude ir porque estaba en Gales en una cacería del zorro, que ya
quedan pocas. Era íntima de mamá, pescaban salmones en Noruega juntas. Oye, cómo
nos trataba en la feria de Sevilla… ¡qué gozada! Tenía quince casetas, y nos
daba platos de Jabugo… pero de los que pesan, no de esos con laminitas para
adornar el plato. (Pinche para oír la historia)
M.C:
Andaba Espe por allí, me comentó que iba a dimitir, y luego fue y dimitió…
Mataron a Rita, porque la mataron, ahora Espe sale con estas, la duquesa de
Alba hace unos años, la Chacón para meter a un socialistas y que no
sospechemos, pero esto es un complot.
D.S: Mira, al final la gente se aprovecha de la
gente buena y de la gente fina. Entonces, lo que te decía amigo, hay muchos que
por llevarse unos euros a la tumba, se ciegan y la ambición, les pierde… y queda
gente finísima y honradísima, que al final sale escaldada. Yo ahora tengo miedo
de que mis sueños con la Carmena terminen por hacerse realidad… (Pinche para oír la historia)
Te voy a decir una cosa, yo creo que
terminaríamos haciéndonos amigos, Carmena y yo, porque ella al final no es
mala, lo que pasa es que ha tenido esta aventurilla en el ayuntamiento e
improvisa mucho… Que si recoger las basuras del botellón, que si prohibir
circular a los coches avisando la noche antes… claro, en un ayuntamiento como
el de Madrid se pone a improvisar todo lo que quieras… ¿A ti qué te parece?
M.C:
A mí la señora Carmena me parece una viejecita adorable, y creo que lo mejor
que le puede pasar es, como a Tierno-Galván, morir en el cargo, que sería lo
más honroso… Hombre, no creo que la llevasen en coche de caballos como a aquel,
pero en un Ford Fiesta seguro. Recuerda que es esta gente la que está detrás de
la desaparición del billete de 500 euros.
D.S: Algo he oído, aunque si te soy sincero, a
mi eso no me afecta mucho, porque yo no manejo dinero con las manos… En
Mallorca me fían y luego va el servicio a pagar la cuenta a final de mes, como
toda la vida.
M.C:
Cuéntame Gabriel, ¿qué es lo más surrealista que te ha podido pasar?
D.S: Pues chico, ya se lo conté a Cosme, y se ha
enterado un montón de gente, el famoso día que fui a hacerme el DNI fue
dantesco, que “no se podían inscribir títulos nobiliarios”… Ahora que hace
calor, me acuerdo de la aventurilla del día que fuimos a Aquopolis... (Pinche para oír la historia)
Pero a mi es que me pasan cosas todos los días…
M.C:
¿Cómo es tú relación con la monarquía y con la Familia Real?
D.S: Pues mira, magnífica. Creo que hemos tenido
una tremenda suerte con los reyes, y tenemos ahora un rey, Don Felipe, que me
parece un fenómeno. No sé si has leído las encuestas que dicen que ahora el
español medio confía mucho más en la monarquía que hace unos años.
El elenco de "Arriba y abajo" (Jean Marsh y Eileen Atkins, 1971-1975) |
M.C:
No me extrañaría nada, porque esta gente es muy de encuestas. Como esa que
hicieron los periódicos ingleses de Gibraltar, para ti, ¿a quién pertenece el
peñón?
D.S: He estado muchas veces porque lo que es la
roca era de una tía mía, pero se conoce que en la guerra de Gibraltar, no sé
cómo lo hicieron, pero perdieron… ¡Un horror! Yo he pasado allí veranos
alimentando a los monos, cuando eran pequeños, ahora creo que son
peligrosísimos, si te oyen hablar español se tiran a morderte la mano. Se
pongan como se pongan, eso tiene que ser español.
M.C:
Lo mismo viene por aquí la moda de los nombres de Jonathan, Jennifer, etcétera
para niños españoles.
D.S: Yo la verdad, estos nombres me parecen bien
para gente inglesa y americana porque son nombres propios de allí. Lo que no
entiendo es la moda que hubo, yo creo que fue culpa de Kevin Costner, de
ponerle a los españoles nombres de estos. Tú figúrate que un inglés se llamase
Paco o Alfonso McCarthy… Chico, con los nombres tan bonitos que tenemos en
castellano… Tú fíjate, Godofredo, Bosco, Pelayo, Gabriel… Tenemos nombres
magníficos por lo que no hace falta irnos a experimentos que quedan muy
horteras, a la postre.
M.C:
No te has traído a Klaus, pero ¿eres de los que recoge las cacas?
D.S: Lo tengo en casa malito, está resfriado.
Sabes que está el tiempo loco, por eso me he venido con esta chaqueta finísima
de lino, dilo en la entrevista… Por eso estoy un poco tristón, si me lo notas…
Con lo de las cacas me tocas un tema sensible, si me está mirando la gente sí…
o por lo menos hago el amago, sino la dejo ahí porque las cacas de Klaus son el
mejor abono para el Retiro, ten en cuenta que son cacas de alcurnia porque es
nieto de Lassie. (Pinche para oír la historia)
M.C:
Completamente de acuerdo, yo no entiendo esas posturas de los verdes por andar
detrás de causas perdidas…
D.S: Creo que hay bastante gente aburrida. Acabo
de estar en una cacería altísima , con mi amigo Godofredo Torcaz, Conde de
Picapleito, cazando muflones y de pronto me aparecieron unos señores con banderas,
pensé que era un muflón porque iba sin las gafas, y casi le tiro a uno de
ellos… Y eran los de Greenpeace, que no se podían matar muflones… Porque yo al final me hago amigo de todo el
mundo y les invitamos a una migas, pero casi nos arruinan la cacería.
M.C:
Yo no sé si tienes el mismo problema… Yo que soy de veranear en San Sebastián…
D.S: ¡Oh, qué gozada!
M.C:
Sí, pero la cantidad de extranjeros que empieza a haber en estas ciudades…
D.S: Ahí te tengo que decir que últimamente que
se ve con las tiendas de los chinos, yo cuando voy a buscar una mercería
española no encuentro… Han proliferado estas tiendas, bazares, de una forma
horrorosa. Tienes toda la razón, cada vez es más difícil encontrar un
castellano puro. Desde que se abrieron las fronteras, que no fue si fue ya en
la época de Aznar o de González, no hay gente fina española de padre y madre.
M.C:
Claro, a mí desde pequeñito me habían hablado, en el norte, de la marea negra y
oye, no la había visto hasta hace unos años… ¿Crees que nos vino bien eso de
entrar en la U.E. o vale más marcharnos como los ingleses?
D.S: Yo me llevo con toda la aristocracia
europea fenomenal, porque ten en cuenta que tía Fifí tiene castillo cerca del
Loira y toda mi familia ha tenido mucha relación desde los zares de Rusia. Los
ingleses yo creo que se han equivocado, ellos se creen la bomba, y tienen
muchas cosas buenas como el té que me estoy tomando ahora mismo [clava bien la
taza en la mesa], pero de ahí a irse de la Unión Europea, no creo que haga
falta exagerar tanto…
Amor entre criados en "Lo que queda del día" (James Ivory, 1993) |
M.C:
Yo veraneo en San Sebastián, alquilamos château en el sur de Francia… No sé si
estás muy atento a la actualidad de allí…
D.S: Si te digo la verdad no estoy muy puesto,
desde los atentados esos horribles que hubo estoy intentando evitar París.
M.C:
Yo al revés, ya sabes que la aristocracia estamos de capa caída y cualquier
cosa que rebaje los precios de estancia me viene bien… Estoy pendiente de que
me pongan uno en Nueva York…¿Qué te parece Trump?
D.S: A mí lo de los precios de vuelos no me
preocupa, porque me lo lleva todo la gestoría, además el dinero, como es de
Dolo…
Trump me parece gracioso pero peligroso, fíjate
qué pelo lleva, parece la oveja Dolly pero es un poco temerario e impredecible.
De este solo me habla Cosme, porque tiene negocios allí con mexicanos y si
levantan el muro, van a tener que pasarse la mercancía con catapultas. (Pinche para oír la historia)
M.C:
Ah… porque Dolo es también de buena familia.
D.S: Entre tú y yo, y qué no me oiga… Esto no lo
publiques, pero yo me casé con Dolo un poco por patrimonio, aunque hubo que
renunciar a estirpe. Esto te lo estoy confesando a ti que me estás cayendo
bien, pero ella no lo debe saber nunca. No es de tan buena familia como yo,
pero taco gordo tiene un rato.
Celia Imrie en "La niñera mágica" (Kirk Jones, 2006) |
M.C:
Si por algo se conoce al Marquesado de Carabás es por su discreción… Todo esto
viene de la moral del esclavo de Nietzsche, los burgueses que treparon, ponían
el dinero y la nobleza el título… No te avergüences…
D.S: Absolutamente amigo… Creo que tanto tú como
yo tenemos un ojo entrenado para eso, y cuando pasas veladas en Embassy, qué en paz descanse, o en algún
otro salón de té fino y ves a una señora que es de buena familia y a otra que
lo intenta ser… se las ve a la legua. En el detalle, el zapato, en la forma de
expresarse… el tipo de arruga que se nota si es de salón o de campo.
M.C:
¿Desde cuándo se conocen Gabriel y Cosme?
D.S: Compañeros de colegio, me copiaba todos los
exámenes, ha sido un golfo toda la vida… En mi época había dos o tres colegios
finos para ir, y no sé porqué fue Cosme, pero yo fui porque era el colegio que
a mamá más le gustaba…y
claro, los directores de entonces se mataban porque los nobles estudiáramos
allí, ahora todo es distinto.
M.C:
Yo que me declaro gran partícipe de nuestra monarquía, y me llevo fenomenal con
el rey, tanto con el actual como con el emérito… No puede ser lo de los
catalanes.
D.S: ¡Uy, qué horror! Si vieras lo harto que
acabé de Artur Mas. Menos mal que ya no le tengo que ver la cara, aunque el que
le ha sustituido tampoco se queda corto. Cuando voy por ahí, a la Costa Brava,
la mayoría de mis amigos no se quieren independizar… Deben de ser cuatro o
cinco gatos que hacen mucho ruido pero creo que esto no va a ningún lado, así que
puedes estar tranquilo, Patricio.
Geoffrey Rush en "El discurso del rey" (Tom Hooper, 2010) |
M.C:
Tienes razón, siempre se dan las manos y hacen unas colas que nunca llegan a
ninguna parte… Bueno
Gabriel, no te quito mas tiempo que estarás liadísimo, pero antes de nada, una
pregunta urgente, ¿tú cómo haces para encontrar una sastrería buena por aquí?
D.S: Mira eso se lo tengo que agradecer a papá.
Mi padre fue un visionario toda la vida, y antes de que desaparecieran las
sastrerías le hizo una oferta a nuestro sastre, a Damián, que no pudo rechazar…
y le tenemos en nómina. El pobre hay semanas, que las pasa viendo la tele en el
office con el chofer que es un
caradura, pero siempre que le necesitamos, ahí está.
Nos despedíamos así aquella fantástica tarde con
olor a sándwich de pollo y a otra época que siempre fue mejor. Seguimos en
contacto y descubro gustos comunes, como nuestro amor por la ya desaparecida
publicación de “La moda de España”, me
dice que le encanta “revisar todas las
revistas antiguas”. Hablamos también de nuestra pasión por “Downton Abbey”, de la que llegamos al acuerdo
de que sólo pueden hacerla los ingleses, qué alcurnia implícita llevan.
Recientemente me habla de su nueva faceta amenizando fiestas, de amigos que le
piden que les grabe audios para las fiestas de sus hijos. Por lo que les invito
a todos ustedes a que tengan su propio audio personalizado enviando sus señas
al siguiente mail: "gabrielllamaacosme@gmail.com". Me quedo pues guardando mi preciado título, y
buscando el momento de lucirlo como en esta amena velada. Espero que hayan
disfrutado dándose una vuelta por la alta alcurnia, pues esto será lo más cerca
que muchos de ustedes podrán estar de ella. Saludos varios.
Patricio Alvargonzález Royo-Villanova, Marqués
de Carabás.
Maggie Smith y Shirley MacLaine en "Downton Abbey" |
¡Qué gran noticia ver que aún pervive gente de alta alcurnia, pese al cierre de tantos lugares de moda para sus encuentros sociales!.Espero que como Marqués de Carabás nos mantengas al día de las vicisitudes de la nobleza pura y dura. Tu amigo del Condado de Cerrageria y Marqués de Ayala. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGenial
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