El fallecimiento de Chus Lampreave ha causado una conmoción general. Con los años se había convertido en la "abuela del cine español", un nombramiento popular por ser una de las mayores representantes de nuestra comedia clásica en la actualidad. Hace unos días, Penélope Cruz, con quien compartió reparto en films como "Belle Époque" (Fernando Trueba, 1992) o "Los abrazos rotos" (Pedro Almodóvar, 2009), recordaba su figura en Instagram. Su muro, cara, libro, o como se llame, se convirtió en un auténtico nido de amor y souvenirs hacia la mítica intérprete, no sólo citando algunas de sus frases más reconocidas, que nos hacían volver a reír como la primera vez, sino también con vídeos del rodaje de "La Reina de España" (F. Trueba, 2016). En estos vídeos podíamos ver a uno de los mejores repartos de las últimas décadas completamente entregado a la figura de una gran maestra, Loles León, tomaba las riendas narrando un maravilloso viaje a Hollywood con motivo de la nominación al Premio de la Academia de "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (Pedro Almodóvar, 1988), y como la decepción de no hacerse con la estatuilla se convirtió en el mejor vehículo para pasar uno de los fines de semana más divertidos y cinematográficos de reciente cine nacional. Una vez se demostró que lo que nos dejó Chus fueron risas, alegría, y emoción. En el vídeo también se podían ver magníficos escenarios, más propios de cintas como "El Cid" (Anthony Mann, 1961) o "55 días en Pekín" (Nicholas Ray, 1963), iluminados por rostros como el de Neus Asensi, recuperando también su personaje de "La niña de tus ojos" (F. Trueba, 1998), y quien reafirmaba la sencillez de Chus, con quien trabajó en la Saga Torrente (Santiago Segura, 1998-2014).
Poco más tarde la propia Rossy de Palma, que también participó de aquel fin de semana, nos ofreció un álbum ilustrado de aquel viaje, donde las chicas Almodóvar se convirtieron en chicas Almodóvar, con Chus Lampreave como cabeza de lista, creando una nueva comedia, necesaria en la transición que España vivía, mucho más allá de la política. Era la Chus Lampreave que acomodaba al Marqués de Leguineche mientras contemplaban el Golpe de Estado de 1981 en "Nacional III" (Luis García Berlanga, 1982), quizás la más sutil muestra de la transición en nuestro cine, pues la propia Lampreave había rechazado un papel en "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón" (Almodóvar, 1980), cuando en la portada del guión aún se leía "Erecciones generales". La conocida Movida Madrileña tuvo entre sus ídolos a grandes genios de la cultura moderna, desde Pink Floyd en la música a los grandes de la comedia clásica de Hollywood en el cine de Colomo o Almodóvar, Lampreave llegó en el momento justo para ser alabada, idolatrada, y convertirse en una auténtica protagonista, desde aquellos personajes que hay quienes prefieren llamar "secundarios", pero que sin embargo, desde siempre, han sido la vida, la historia y el origen del cine español. La reconocida fotógrafa, Ouka Leele, también se decidió a recordarla con algunos de los retratos que ella misma había recogido, en ellos volvemos a su habitual explosión de color, a su modernidad marcada por el peinado, el estilismo o el maquillaje. Pero pese a todo se aprecia la mirada de Chus, siempre agradecida, feliz de ser un símbolo, y feliz de que ello funcionase para algo, para urdir una pequeña sonrisa en alguien. Me uno a todos estos cómplices de nuestra cultura, para recordar a la genial Chus Lampreave, más allá de un triste obituario, un souvenir.
Poco más tarde la propia Rossy de Palma, que también participó de aquel fin de semana, nos ofreció un álbum ilustrado de aquel viaje, donde las chicas Almodóvar se convirtieron en chicas Almodóvar, con Chus Lampreave como cabeza de lista, creando una nueva comedia, necesaria en la transición que España vivía, mucho más allá de la política. Era la Chus Lampreave que acomodaba al Marqués de Leguineche mientras contemplaban el Golpe de Estado de 1981 en "Nacional III" (Luis García Berlanga, 1982), quizás la más sutil muestra de la transición en nuestro cine, pues la propia Lampreave había rechazado un papel en "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón" (Almodóvar, 1980), cuando en la portada del guión aún se leía "Erecciones generales". La conocida Movida Madrileña tuvo entre sus ídolos a grandes genios de la cultura moderna, desde Pink Floyd en la música a los grandes de la comedia clásica de Hollywood en el cine de Colomo o Almodóvar, Lampreave llegó en el momento justo para ser alabada, idolatrada, y convertirse en una auténtica protagonista, desde aquellos personajes que hay quienes prefieren llamar "secundarios", pero que sin embargo, desde siempre, han sido la vida, la historia y el origen del cine español. La reconocida fotógrafa, Ouka Leele, también se decidió a recordarla con algunos de los retratos que ella misma había recogido, en ellos volvemos a su habitual explosión de color, a su modernidad marcada por el peinado, el estilismo o el maquillaje. Pero pese a todo se aprecia la mirada de Chus, siempre agradecida, feliz de ser un símbolo, y feliz de que ello funcionase para algo, para urdir una pequeña sonrisa en alguien. Me uno a todos estos cómplices de nuestra cultura, para recordar a la genial Chus Lampreave, más allá de un triste obituario, un souvenir.
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