Los Oscar darán el domingo, aún no sabemos cómo, el pistoletazo de salida a la
feminist week que se avecina, llena de protestas, reivindicaciones y huelgas. Cuando un tema tan importante como la posición y el trato de la mujer en la actualidad empieza a ser reiterativo y aburrido, como si del periplo catalán se tratase, es que algo estamos haciendo mal. Cada día sale un nuevo caso de abuso sexual en Hollywood, esto más que dar voz a otras víctimas se ha convertido en una nueva versión del cuento de la buena pipa donde el juicio popular trasciende al legal, si es que estos se están realizando, pues no he oído hablar de ninguno. La cantidad de información que se maneja es incontrolable, por saber sabemos hasta que Penélope Cruz realiza sus propias exégesis de los cuentos clásicos a la hora de dormir a sus hijos, convirtiendo a Blancanieves y Cenicienta en auténticos símbolos de la mujer independiente. La situación llega al absurdo, una huelga laboral el Día de la Mujer Trabajadora no es una reivindicación, no es apoyo feminista, es una incoherencia. Los movimientos más extremistas cada vez se radicalizan más, reafirman sus mismos argumentos gritando cada vez más fuerte, el problema no es que la gente no se haya enterado de las injusticias que viven algunas mujeres, es que no se hace por arreglarlo. Una huelga, un grito, un alegato o artículos con titulares cargados de indignación no van a cambiar eso.
Santiago Segura ha dirigido su primer largometraje alejado del mundo de Torrente,
"Sin rodeos" (Segura, 2018) es una comedia comercial, un remake de un éxito sucedido, que trata sin rodeos del empoderamiento femenino. Una gran
Maribel Verdú poniéndose el mundo por montera, que reza nuestro refranero.
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Candela Peña de ejecutiva agresiva |
La película no tiene mayor pretensión, sí en ese tratamiento limpio de la mujer. Sin gritar
"¡Nosotras parimos, nosotras decidimos!" y demás cansinos pareados que están acabando con el aguante de la parte occipital de mi cerebro. Esta última acotación empieza a ser un problema real, siempre que empiezan a cargarme con más información cansina un dolor punzante aparece en la parte trasera de mi cabeza, llegando a sufrir mareos y arcadas sin llegar al vómito.
"Sin rodeos" se queda en la simple adaptación, una historia simple con gags realmente buenos,
Candela Peña está gloriosa en una escena que ha engrandecido y llevado al extremo como sólo ella es capaz. Una pena que el film no haya ido más allá, en el cóctel posterior al estreno hablaba con
Toni Acosta, otro de los grandes recursos cómicos de la película, que precisamente es una historia que se prestaba mucho a traerla a nuestro terreno, a nuestro país. Obviamente no podemos utilizar la misma vara de medir con
"El hilo invisible" que con el film de Segura, y este es uno de los graves problemas que tiene la mayoría de espectadores y muchos de los críticos, en cuyo caso es peor pues lo saben y aún así la utilizan. El gran problema que tiene Santiago es que tira demasiado de "amiguetes", muchos de los momentos en los que decae la película y que podrían ser realmente buenos —¡lo que hace la interpretación!— se debe a que no tiene actores, sino personajes. En el caso de
Cristiana Pedroche bastante acertado, quizás un poco excesiva, pero igualmente divertida, sin embargo
David Guapo resulta completamente atonal. Lo malo del estreno es que no existe una percepción objetiva, el propio director anunciaba antes de comenzar la proyección:
"Si no os gusta os aguantáis, que es gratis", en ese momento uno piensa con lo brillante que es Santiago, tan rápido, tan mordaz y tan brillantemente hiriente, porqué no ha realizado una comedia personal donde de realmente de sí mismo. Lo que hace grande la película es que no engaña, lo dice desde el trailer
"no quiero más dramas en mi vida, solo comedias entretenidas". ¡Atento todo el mundo a la psicodélica sorpresa final que supone ya el desmadre padre! Y el día 8, ya que no van a trabajar, vayan al cine.
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El director y la protagonista |
La huelga feminista incluye la consumición, no sólo el trabajo. Así que siento no poder ir al cine por luchar por mis derechos, y sobre todo siento los terribles dolores de cabeza que te causo. Aún así veré la película, aunque no sea el 8 de marzo, no sin mencionar mi escepticismo ante una película, según tú dices, "realmente feminista", que para variar está dirigida por un hombre. Hilarante.
ResponderEliminarPD. Escribes realmente bien aunque tus ideas me den risa.