Una vez más vuelve el gran Woody Allen a nuestro blog, y lo hace de celebración, pues en este 2016 se cumplirá el cincuenta aniversario del primer film del joven Allan Stewart Königsberg, un reconocido cómico teatral y televisivo que daba el gran salto al cine. Mientras en España, Paco Martínez Soria, triunfaba en las salas con "La ciudad no es para mí" (Pedro Lazaga, 1966), disfrutando del auge de su carrera, que le llevaría a crear su propio subgénero cómico. En Francia, Truffaut, adaptaba la mítica novela de Ray Bradbury, "Fahrenheit 451" (François Truffaut, 1966), revolucionando la ciencia-ficción y el futurismo cinematográfico, prácticamente estancado desde los trucos de Méliès, y que termina por culminarse con la carrera espacial de "2001: Odisea en el espacio" (Stanley Kubrick, 1968). Aunque sin duda el mayor golpe cinematográfico de 1966 lo dio Alfred Hitchcock, una auténtica gloria cinematográfica que, después de amotinarse contra las habituales producciones de Hollywood con "Psicosis" (1960) o "Los pájaros" (1963), volvió a la carga con otra obra maestra del suspense, "Cortina rasgada", protagonizada por un sublime Paul Newman y una genial Julie Andrews, que supo romper con la ternura y bondad que la acosaban con papeles como el de "Mary Poppins" (Robert Stevenson, 1964) o la Maria von Trapp de "Sonrisas y lágrimas" (Robert Wise, 1965). Por lo que entre tanto bullicio cinematográfico, el neoyorquino supo abrirse paso con un film atípico, una obra de la que aún hoy se duda si tomarla como de culto o de broma. En su versión original se tituló "What's Up, Tiger Lily?", aunque en España haya pasado por títulos como "Lily la tigresa" o "Woody Allen, el número uno".
Después de todo, este 2016, es el cincuenta aniversario de Woody Allen como profesional del cine, cincuenta años en los que nos ha regalado algunas de las historias más psicóticas, sus neurosis más profundas, y personajes excepcionales, siempre repletos de filias, dispuestos ha extraer de la cotidianidad la mejor de las comedias. "What's Up, Tiger Lily?" resulta una ópera prima interesante, un proyecto claramente fallido, que recuperó una vieja idea que ya propusieron Tono y Mihura con "Un bigote para dos" (Antonio de Lara y Miguel Mihura, 1940). Se trataba de coger un metraje completamente ajeno, y a partir de sus fotogramas conformar un guión completamente nuevo. Woody tomó un film asiático y puso a medio Japón en busca de la receta de una ensalada de huevo, incluyendo una pequeña aportación personal a mitad de metraje. Ni que decir tiene que el doblaje español cuenta con una serie de catastróficas traducciones, que no hacen más que aumentar lo surrealista de la situación, al encontrarse unos marineros cantando el "Asturias patria querida". Después de todo fue un comienzo, una bomba diferente que resultó ser de corto alcance, y terminaría completamente eclipsada por los grandes títulos de la carrera posterior del director, que por otra parte han permitido su conservación. Puede encontrarse también el primer acercamiento al humor europeo, y sobre todo puede que una oculta relación con el cine español, pues años después incluiría una escena en "Días de radio" (Woody Allen, 1987) que sería una auténtica calcamonía de "Historias de la radio" (José Luis Sáenz de Heredia, 1955). No sería hasta el año 2006 cuando recibiría un Goya a la Mejor Película Europea por "Match Point" (2005). De momento tiene pendiente su estreno anual, aún sin título, pero con un reparto de lujo encabezado por Blake Lively, Kristen Stewart, Jesse Eisenberg y Steve Carrel, además de su esperada serie para Amazon, de la aún no sabe nada más que su protagonista será Miley Cyrus.
Después de todo, este 2016, es el cincuenta aniversario de Woody Allen como profesional del cine, cincuenta años en los que nos ha regalado algunas de las historias más psicóticas, sus neurosis más profundas, y personajes excepcionales, siempre repletos de filias, dispuestos ha extraer de la cotidianidad la mejor de las comedias. "What's Up, Tiger Lily?" resulta una ópera prima interesante, un proyecto claramente fallido, que recuperó una vieja idea que ya propusieron Tono y Mihura con "Un bigote para dos" (Antonio de Lara y Miguel Mihura, 1940). Se trataba de coger un metraje completamente ajeno, y a partir de sus fotogramas conformar un guión completamente nuevo. Woody tomó un film asiático y puso a medio Japón en busca de la receta de una ensalada de huevo, incluyendo una pequeña aportación personal a mitad de metraje. Ni que decir tiene que el doblaje español cuenta con una serie de catastróficas traducciones, que no hacen más que aumentar lo surrealista de la situación, al encontrarse unos marineros cantando el "Asturias patria querida". Después de todo fue un comienzo, una bomba diferente que resultó ser de corto alcance, y terminaría completamente eclipsada por los grandes títulos de la carrera posterior del director, que por otra parte han permitido su conservación. Puede encontrarse también el primer acercamiento al humor europeo, y sobre todo puede que una oculta relación con el cine español, pues años después incluiría una escena en "Días de radio" (Woody Allen, 1987) que sería una auténtica calcamonía de "Historias de la radio" (José Luis Sáenz de Heredia, 1955). No sería hasta el año 2006 cuando recibiría un Goya a la Mejor Película Europea por "Match Point" (2005). De momento tiene pendiente su estreno anual, aún sin título, pero con un reparto de lujo encabezado por Blake Lively, Kristen Stewart, Jesse Eisenberg y Steve Carrel, además de su esperada serie para Amazon, de la aún no sabe nada más que su protagonista será Miley Cyrus.
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