Tengo una cita a las siete de la tarde con Antonio Resines, que tras años como el eterno actor español, calvo y lejos de ser un galán de cine, sus papeles nos lo han hecho reconsiderar, como también nos ocurrió en el pasado con José Luis López Vázquez o Tony Leblanc, hoy Resines se enfrenta a un nuevo reto, la presidencia de la Academia de Cine, un trabajo muy duro que ha terminado con más de un dirigente, el último, González Macho, dimitía por la incapacidad de compaginar su cargo como dirigente de la institución cinematográfica y su trabajo como productor. Entramos en el despacho y allí se encuentran Porfirio Enríquez (director general de la Academia, y un gran director de fotografía) y Antonio Resines con una sencilla barba que le hace más acogedor, más presidente, no tardo en imaginarme a ambos bajo la dirección de José Luis Cuerda en "Amanece que no es poco" (1989). Ambos me tienden su mano, Enríquez debe marcharse, y una vez a solas con Antonio Resines comenzamos la entrevista, nos confiesa su pasión por la serie Benjamin Black de novela negra del Príncipe de Asturias de las Letras, John Banville, y el detective Quirke en la Irlanda de los años 50'. También nos habla de "La gran belleza" (Paolo Sorrentino, 2013), a la que ha sucumbido como media Europa, ¡y Hollywood! Los huevos fritos con patatas, es el plato, prohibido por el colesterol, con el que todos disfrutamos, incluido Antonio Resines que, casi cinco años después de su fallecimiento, nos dice que quizás Morente sea su cantante favorito. Nos llama la atención el proyecto de Historia de nuestro cine, y Resines se deshace en halagos para en genial programa de la 2, confesándonos que ellos tienen un proyecto de recuperación del cine español parecido. Y que gracias a él a visto por primera vez películas como "El destino se disculpa" (José Luis Sáenz de Heredia, 1944), de las que se declara un admirador. Además de encontrárnoslo mientras conducimos tiene en emisión la serie "Aquí paz y después gloria", los lunes a las 23:20 en Telecinco. Comenzamos la entrevista así...
Mondo Berlanga - Usted no esperaba la dimisión de González Macho, y como presidente en funciones [antes de ser elegido oficialmente] declaró que le caía un "marrón"...
Antonio Resines - [Interrumpe] Quiero aclarar que lo dije porque me cogieron desprevenido, en realidad me refería a que era una grandísima responsabilidad... A pesar que tengo una edad soy un poco inconsciente, era vicepresidente y en realidad el que lleva toda la representatividad de la Academia es el presidente... Ya solamente por la reacción que produjo la dimisión de Enrique González Macho vi que me caía una gorda, y dije eso, luego ya me regañaron...
En cualquier caso mi idea no era la de continuar siendo presidente. Convoqué elecciones, que era lo que mandaban los estatutos, y durante un tiempo intenté que se presentase alguien que representase mejor el sector, pero no encontré a nadie [risas]... Al final me liaron y estoy aquí, ¡y encantado! Me acompañan en la junta directiva Gracia Querejeta (directora, guionista, incluso hizo sus pinitos como actriz de joven) y Edmon Roch, que es un magnífico productor...
M.B. - ¿Cómo es su relación con ellos? ¿Los propuso usted o...?
A. R. - En el caso de Gracia me lo propusieron muchos de los miembros que estaban en la junta, de todos modo somos un colectivo que, dando trabajo a muchísima gente, nos conocemos todos, yo a Gracia la conozco desde siempre y somos vecinos de barrio, me pareció perfecta... Y Edmon me había llamado para hacer una película, "Lope" [Andrucha Waddington, 2010], para hacer un secundario que no pude hacer, y en este tiempo ha evolucionado muchísimo y tiene un currículum expléndido, es el productor de "Tadeo Jones" [Enrique Gato, 2012], ganó el Goya por un documental magnífico ["Garbo: El espía", Roch, 2009], y lo último que había hecho era "El Niño" [Daniel Monzón, 2014]... Me dije este es nuestro hombre, y sí que fui yo el que le propuso...
M.B. - Publicó una carta en la revista Fotogramas, en la que exponía todos los proyectos que se tenían para la Academia. ¿Los ve factibles? Sobre todo en el aspecto de la bajada del I.V.A. y beneficios fiscales...
A.R. - Las grandes líneas eran:
-Mejor relación con la Administración, que se está consiguiendo, en un mes se han desbloqueado una serie de ayudas que estaban paradas.
-Memoria del Cine Español.
-La creación de un Fundación, que es un tema que está ahora mismo en la junta.
Y todo el problema del I.V.A. y la piratería lo estamos llevando con la Administración para intentar resolverlo, no es fácil y afectan muchos factores, aunque que sí está claro es que los profesionales del cine están de acuerdo en que son los dos problemas más fuertes contra el gremio... Por lo que vamos a incidir mucho en ello porque nos va la supervivencia en ello.
M.B. - Hemos tenido una serie de presidentes que han destacado por su lucha: González Macho contra la crisis, Álex de la Iglesia con la piratería, hace tiempo José Luis Borau y el terrorismo... ¿Cómo cree que será la "etapa Resines"? Elogiando la mítica frase de Cuerda, ¿un presidente en la Academia, es siempre un presidente?
A.R. - Sí, si actuase como Antonio Resines haría otra serie de cosas, probablemente algunas lamentables, pero como presidente debo escuchar a todo el mundo. Yo soy la cara, pero detrás de mí hay mucha gente, y... aunque suene un poco como Adolfo Suárez, si llegamos a una presidencia de consenso para conseguir resultados habríamos logrado mucho.
M.B. - Muchos presidentes han dimitido por no poder compaginar bien su carrera con la presidencia... ¿Cómo lo lleva?
A.R. - Pues complicado, he tenido la suerte y desgracia de que se estaba emitiendo una serie mía y de momento está parada, si tuviera que trabajar sería complicado, de todos modos quiero pensar que es por el aterrizaje. Cuando trabaje la Academia continuará trabajando perfectamente en funciones, lo único que no podré salir tanto, si se organiza se puede hacer.
M.B. - Rescatando "Aquí paz y después gloria" [su serie para Globomedia], parece un proyecto destinado al fracaso, hace unos años no terminó de salir, y ahora ha pasado un poco desapercibida. ¿Qué tienen pensado para el proyecto?
A.R. - De momento está parado, desde el cuarto capítulo de emisión, y creo que se emitirá en verano, que no creo que sea el momento adecuado. Lo que me duele de esta historia es que arrancó muy bien de audiencia, y tengo la sensación de que la serie gustaba, que divertía, en tan pocos capítulos no se puede saber, nos fuimos con un 11,5% de audiencia que no está nada mal.
M.B. - Además que ha coincidido con muchísimas series nuevas...
A.R. - Exacto, ha sido todo... "Allí abajo", la vuelta de"El Príncipe"... Salimos en Semana Santa, y aún así yo lo hubiese mantenido un poco más, pero no mando en la tele. Conseguimos hacer ocho capítulos con cambio de equipos y directivos, y por otro lado había que salir "ya".
M.B. - Usted comenzó su carrera con Fernando Trueba, ¿ha avanzado su próxima película juntos, "La Reina de España"?
A.R. - Sí, sí, el guión está terminado, se está preparando la producción y creo que a primeros del años que viene empezamos a rodar... Lo demás es secreto [sonríe].
M.B. - En los años 80' usted crece muy rápidamente como actor, ¿cómo notó este ascenso?
A.R. - No sé si se hacían más películas que ahora, yo desde luego si rodaba más... Había distintas tendencias y nosotros apostamos más por la comedia, por otra corriente surgía Pedro Almodóvar, a la gente le gustó lo que hacíamos, cuando en realidad no veníamos del mundo de la actuación "académica" precisamente. Muchas películas funcionaban y se creó una especie de caldo de cultivo, a raíz sobre todo de "Ópera Prima" [F. Trueba, 1980] y antes con Fernando Colomo en "Tigres de papel" [1977]. Tuvimos la suerte de que nos fueron llamando y fue todo rodado, se amplió mi registro poco a poco y fui haciendo otros géneros, también tuve la enorme suerte de coincidir con una generación de guionistas y directores estupenda, que me vino muy bien.
M.B. - Sí, como por ejemplo José Luis Cuerda, con el que protagonizó dos de sus eternas "Amanece que no es poco" (1989) y "La Marrana" (1992)...
A.R. - Con José Luis Cuerda hice también su primera película, "Pares y nones" [1982], que la coproducimos nosotros, teníamos una empresa de producción. Yo estaba en el cine, al igual que Jorge [Berlanga] escribía en un sitio, y luego hacia guiones con su padre... hacíamos un poco de todo. Al final salió bien.
M.B. - Además usted ha trabajado en muchas óperas primas, como la de Enrique Urbizu "Tú novia está loca" (1988) o "Acción Mutante" (Álex de la Iglesia, 1993), ¿nota la diferencia entre un director novel y uno ya reputado, o incluso con esos mismos directores con los que después ha coincidido?
A.R. - Lo que pasa en las primeras películas es que suelen ser más juveniles, por ejemplo en "Tú novia está loca" yo interpretaba un detective que estaba entre el cine negro y la comedia... Luego Álex era igual, "Acción Mutante" es brutal, si la hiciese ahora nadie se extrañaría porque ha seguido completamente esa línea. Enrique ha ido más hacia el niego, aunque en su segunda película "Todo por la pasta" [1991], hay mucho de él y su trabajo posterior. Con los años se sabe más, y mejor aún si has hecho ciertas películas con alguna repercusión, a nosotros actuando nos pasaba igual, al principio era como un juego, luego ya no es un juego, ahora te la juegas.
M.B. - Quería destacar el personaje de Ramón Yarritu, porque es un personaje bestial como lo es "Acción Mutante", que después de "El día de la bestia" quedó un poco desaparecida.
A.R. - Sí quedo un poco... Pero "Acción Mutante" durante un tiempo, en determinados ambientes, era una película casi de culto, no como "Amanece que no es poco", pero fíjate que yo, sobre todo en el País Vasco entraba en bares y siempre había algún gracioso que decía: "Ramón Yarritu a la puta calle"... Pero sí, "El día de la bestia" la eclipsó un poco, yo creo que "Acción Mutante" es una película estupenda, y recuerdo que Álex tenía 25 o 28 años, era una cabeza privilegiada como ha demostrado.
M.B. - Completamente... Bueno, luego en lo que podemos llamar su "madurez como actor", en los 90' comienza hacer mucho cine, distintos géneros, algunos papeles malos, y otros con mucho éxito como "La buena estrella" (Ricardo Franco, 1997), ¿cómo le favoreció el Goya al Mejor Actor?
A.R. - Muchísimo, muchísimo, me empecé a acercar a otros géneros, como te comentaba, y me estaba gustando, cuando me ofrecieron "La buena estrella", que no estaba previsto que fuese yo, fue una decisión de Ricardo Franco que nos conocíamos por amigos comunes, pero muy tangencialmente, a mi me hizo pasar a otra categoría. Estaba considerado un actor única y exclusivamente de comedia, con todo lo bueno que significa eso, y entendió todo el mundo que podía hacer otras cosas. Todo el mundo hemos hecho cosas malas, buenas y regulares, pero "La buena estrella" me llevó al mejor cine que he hecho. Los Goya, sobre todo desde principios de los 90' empezaron a ser muy importante, y ayudan mucho...
M.B. - A mi me llama la atención, en sus trabajos de televisión como "Los ladrones van a la oficina" (1993-1996) o en la misma "Amanece que no es poco", comparte reparto con una serie de actores impresionantes, estaban Fernando Fernán Gómez, López Vázquez, Alexandre... ¿Qué aprendió usted de ellos?
A.R. - Era como ir a la universidad todos los días con los mejores catedráticos, asombroso, "Los ladrones..." fue una escuela que a mi, sabiendo que personalmente no les llegaba ni a la suela del zapato, entre que me tenían cariño y les daba cierta envidia porque no tenía que estudiar (hacía de mudo), me llevaba muy bien con ellos, y daba gusto... Solamente por verles actuar, y es que por "Los ladrones..." pasó todo el mundo, Agustín González, circunstancialmente Fernando Rey, y en "Amanece que no es poco" estaban los que faltaban, Cassen, Saza... Yo he tenido la suerte de trabajar con todos, hasta con Berlanga, son Historia del Cine Español, y aunque algunos se empeñen en decir que nuestro cine es un espectáculo, también es cultura y esencial.
Yo he comido dos años con Fernando Fernán Gómez y eso es impagable, hay que tener suerte, y estar ahí.
M.B. - Rescatando a Berlanga, ¿qué recuerda de los rodajes de "Moros y cristianos" (1987), "Todos a la cárcel" (1993) o "París-Tombuctú" (1999)?
A.R. -Yo era socio de una compañía que produjo "París-Tombuctú", y en las demás películas era más cercanía con Luis que con el trabajo en general, la relación era magnífica, era un ser excepcional, y sobre todo era el hombre que a cualquiera que preguntes por las mejores películas del cine español dos o tres salen de él, seguro. Y para mi es orgullo decir "Yo también trabajé con Berlanga", como actor poco pero me lo pasé muy bien. "Moros y cristianos" fue la primera, era una mañana que estaba haciendo otra cosa, me escapé un momento y me encontré con Fernán Gómez, López Vázquez, ¡María Luisa Ponte! que se nos ha olvidado nombrarla, Verónica Forqué que estaba muy jovencita y Rosa María Sardá, y yo me puse a hacer el tonto de fotógrafo y... luego "Todos a la cárcel" era más de lo mismo, luego la gente no lo entiende, pero es como si un chico que quiere ser escritor merienda con Cervantes. Luego con Luis tenía más relación, venía mucho a la oficina, y aunque sean papeles pequeños yo estoy muy contento de haber trabajado con él.
M.B. - Antes de conocerle y trabajar con él, ¿cuáles eran sus películas favoritas?
A.R. - Ya sé que es un tópico pero sin ninguna duda "Plácido" [1961] y "El Verdugo" [1963], y espero que no me hagan escoger entre ellas. Luego también me gusta mucho "Los jueves, milagro" [1957] que no se reivindica mucho, y "Bienvenido Mr. Marshall" [1953] es un fenómeno que no me puedo creer que hayan hecho en ese año, es que son todas estaba también "Calabuch" [1956], en definitiva todas las clásicas, y luego también la saga Leguineche... Tiene alguna caída como todo el mundo, es imposible ser siempre genial, pero incluso las menos brillantes son muy buenas, en "Novio a la vista" [1954] ya se ven muchas de las pautas que le acompañarán en el resto de su carrera.
Las tres "B" (Buñuel, Bardem, Berlanga), el orden da igual, siempre han sido los mejores, y todos han hecho películas malas.
M.B. - Como Fidel le pidió cuentas al rey, pero ¿a quién le pediría cuentas Antonio Resines?
A.R. - [silencio momentáneo] Al gobierno de turno, al Estado, que aplican las leyes como prefieren... Lo que la gente debe entender es que el cine es industria, y es empresa, y todo eso, pero ante todo es cultura, y puestos a pedir les pediría que consideren el audiovisual, que esté en la educación, igual que se imparte literatura debe estar el cine, que es parte de nuestra historia.
Con este concepto nos despedimos, me acompaña hasta la puerta de su despacho, y ahí queda trabajando por el cumplimiento de todos esos proyectos de los que hablábamos. Y pienso, ¿no sería magnífico que los niños estudiásemos a Goya y su influencia en Buñuel, los frescos costumbristas con "Patrimonio Nacional" (Luis García Berlanga, 1981), las ingles y "Amanece que no es poco", o el contraste entre la comedia de corral europea y el cine de Woody Allen, nos despedimos del presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España hasta la próxima.
Fotografías: ©Enrique Cidoncha - Cortesía de la Academia de Cine.
Fotografía de rodaje de "Todos a la cárcel" (Luis García Berlanga, 1993) de Rafael Maluenda.
Fotogramas de: "Amanece que no espoco" (José Luis Cuerda, 1989); "Acción Mutante" (Álex de la Iglesia, 1993); "Pares y nones" (José Luis Cuerda, 1982).
Mondo Berlanga - Usted no esperaba la dimisión de González Macho, y como presidente en funciones [antes de ser elegido oficialmente] declaró que le caía un "marrón"...
Antonio Resines - [Interrumpe] Quiero aclarar que lo dije porque me cogieron desprevenido, en realidad me refería a que era una grandísima responsabilidad... A pesar que tengo una edad soy un poco inconsciente, era vicepresidente y en realidad el que lleva toda la representatividad de la Academia es el presidente... Ya solamente por la reacción que produjo la dimisión de Enrique González Macho vi que me caía una gorda, y dije eso, luego ya me regañaron...
En cualquier caso mi idea no era la de continuar siendo presidente. Convoqué elecciones, que era lo que mandaban los estatutos, y durante un tiempo intenté que se presentase alguien que representase mejor el sector, pero no encontré a nadie [risas]... Al final me liaron y estoy aquí, ¡y encantado! Me acompañan en la junta directiva Gracia Querejeta (directora, guionista, incluso hizo sus pinitos como actriz de joven) y Edmon Roch, que es un magnífico productor...
M.B. - ¿Cómo es su relación con ellos? ¿Los propuso usted o...?
A. R. - En el caso de Gracia me lo propusieron muchos de los miembros que estaban en la junta, de todos modo somos un colectivo que, dando trabajo a muchísima gente, nos conocemos todos, yo a Gracia la conozco desde siempre y somos vecinos de barrio, me pareció perfecta... Y Edmon me había llamado para hacer una película, "Lope" [Andrucha Waddington, 2010], para hacer un secundario que no pude hacer, y en este tiempo ha evolucionado muchísimo y tiene un currículum expléndido, es el productor de "Tadeo Jones" [Enrique Gato, 2012], ganó el Goya por un documental magnífico ["Garbo: El espía", Roch, 2009], y lo último que había hecho era "El Niño" [Daniel Monzón, 2014]... Me dije este es nuestro hombre, y sí que fui yo el que le propuso...
M.B. - Publicó una carta en la revista Fotogramas, en la que exponía todos los proyectos que se tenían para la Academia. ¿Los ve factibles? Sobre todo en el aspecto de la bajada del I.V.A. y beneficios fiscales...
A.R. - Las grandes líneas eran:
-Mejor relación con la Administración, que se está consiguiendo, en un mes se han desbloqueado una serie de ayudas que estaban paradas.
-Memoria del Cine Español.
-La creación de un Fundación, que es un tema que está ahora mismo en la junta.
Y todo el problema del I.V.A. y la piratería lo estamos llevando con la Administración para intentar resolverlo, no es fácil y afectan muchos factores, aunque que sí está claro es que los profesionales del cine están de acuerdo en que son los dos problemas más fuertes contra el gremio... Por lo que vamos a incidir mucho en ello porque nos va la supervivencia en ello.
M.B. - Hemos tenido una serie de presidentes que han destacado por su lucha: González Macho contra la crisis, Álex de la Iglesia con la piratería, hace tiempo José Luis Borau y el terrorismo... ¿Cómo cree que será la "etapa Resines"? Elogiando la mítica frase de Cuerda, ¿un presidente en la Academia, es siempre un presidente?
A.R. - Sí, si actuase como Antonio Resines haría otra serie de cosas, probablemente algunas lamentables, pero como presidente debo escuchar a todo el mundo. Yo soy la cara, pero detrás de mí hay mucha gente, y... aunque suene un poco como Adolfo Suárez, si llegamos a una presidencia de consenso para conseguir resultados habríamos logrado mucho.
M.B. - Muchos presidentes han dimitido por no poder compaginar bien su carrera con la presidencia... ¿Cómo lo lleva?
A.R. - Pues complicado, he tenido la suerte y desgracia de que se estaba emitiendo una serie mía y de momento está parada, si tuviera que trabajar sería complicado, de todos modos quiero pensar que es por el aterrizaje. Cuando trabaje la Academia continuará trabajando perfectamente en funciones, lo único que no podré salir tanto, si se organiza se puede hacer.
M.B. - Rescatando "Aquí paz y después gloria" [su serie para Globomedia], parece un proyecto destinado al fracaso, hace unos años no terminó de salir, y ahora ha pasado un poco desapercibida. ¿Qué tienen pensado para el proyecto?
A.R. - De momento está parado, desde el cuarto capítulo de emisión, y creo que se emitirá en verano, que no creo que sea el momento adecuado. Lo que me duele de esta historia es que arrancó muy bien de audiencia, y tengo la sensación de que la serie gustaba, que divertía, en tan pocos capítulos no se puede saber, nos fuimos con un 11,5% de audiencia que no está nada mal.
M.B. - Además que ha coincidido con muchísimas series nuevas...
A.R. - Exacto, ha sido todo... "Allí abajo", la vuelta de"El Príncipe"... Salimos en Semana Santa, y aún así yo lo hubiese mantenido un poco más, pero no mando en la tele. Conseguimos hacer ocho capítulos con cambio de equipos y directivos, y por otro lado había que salir "ya".
M.B. - Usted comenzó su carrera con Fernando Trueba, ¿ha avanzado su próxima película juntos, "La Reina de España"?
A.R. - Sí, sí, el guión está terminado, se está preparando la producción y creo que a primeros del años que viene empezamos a rodar... Lo demás es secreto [sonríe].
M.B. - En los años 80' usted crece muy rápidamente como actor, ¿cómo notó este ascenso?
A.R. - No sé si se hacían más películas que ahora, yo desde luego si rodaba más... Había distintas tendencias y nosotros apostamos más por la comedia, por otra corriente surgía Pedro Almodóvar, a la gente le gustó lo que hacíamos, cuando en realidad no veníamos del mundo de la actuación "académica" precisamente. Muchas películas funcionaban y se creó una especie de caldo de cultivo, a raíz sobre todo de "Ópera Prima" [F. Trueba, 1980] y antes con Fernando Colomo en "Tigres de papel" [1977]. Tuvimos la suerte de que nos fueron llamando y fue todo rodado, se amplió mi registro poco a poco y fui haciendo otros géneros, también tuve la enorme suerte de coincidir con una generación de guionistas y directores estupenda, que me vino muy bien.
M.B. - Sí, como por ejemplo José Luis Cuerda, con el que protagonizó dos de sus eternas "Amanece que no es poco" (1989) y "La Marrana" (1992)...
A.R. - Con José Luis Cuerda hice también su primera película, "Pares y nones" [1982], que la coproducimos nosotros, teníamos una empresa de producción. Yo estaba en el cine, al igual que Jorge [Berlanga] escribía en un sitio, y luego hacia guiones con su padre... hacíamos un poco de todo. Al final salió bien.
M.B. - Además usted ha trabajado en muchas óperas primas, como la de Enrique Urbizu "Tú novia está loca" (1988) o "Acción Mutante" (Álex de la Iglesia, 1993), ¿nota la diferencia entre un director novel y uno ya reputado, o incluso con esos mismos directores con los que después ha coincidido?
A.R. - Lo que pasa en las primeras películas es que suelen ser más juveniles, por ejemplo en "Tú novia está loca" yo interpretaba un detective que estaba entre el cine negro y la comedia... Luego Álex era igual, "Acción Mutante" es brutal, si la hiciese ahora nadie se extrañaría porque ha seguido completamente esa línea. Enrique ha ido más hacia el niego, aunque en su segunda película "Todo por la pasta" [1991], hay mucho de él y su trabajo posterior. Con los años se sabe más, y mejor aún si has hecho ciertas películas con alguna repercusión, a nosotros actuando nos pasaba igual, al principio era como un juego, luego ya no es un juego, ahora te la juegas.
M.B. - Quería destacar el personaje de Ramón Yarritu, porque es un personaje bestial como lo es "Acción Mutante", que después de "El día de la bestia" quedó un poco desaparecida.
A.R. - Sí quedo un poco... Pero "Acción Mutante" durante un tiempo, en determinados ambientes, era una película casi de culto, no como "Amanece que no es poco", pero fíjate que yo, sobre todo en el País Vasco entraba en bares y siempre había algún gracioso que decía: "Ramón Yarritu a la puta calle"... Pero sí, "El día de la bestia" la eclipsó un poco, yo creo que "Acción Mutante" es una película estupenda, y recuerdo que Álex tenía 25 o 28 años, era una cabeza privilegiada como ha demostrado.
M.B. - Completamente... Bueno, luego en lo que podemos llamar su "madurez como actor", en los 90' comienza hacer mucho cine, distintos géneros, algunos papeles malos, y otros con mucho éxito como "La buena estrella" (Ricardo Franco, 1997), ¿cómo le favoreció el Goya al Mejor Actor?
A.R. - Muchísimo, muchísimo, me empecé a acercar a otros géneros, como te comentaba, y me estaba gustando, cuando me ofrecieron "La buena estrella", que no estaba previsto que fuese yo, fue una decisión de Ricardo Franco que nos conocíamos por amigos comunes, pero muy tangencialmente, a mi me hizo pasar a otra categoría. Estaba considerado un actor única y exclusivamente de comedia, con todo lo bueno que significa eso, y entendió todo el mundo que podía hacer otras cosas. Todo el mundo hemos hecho cosas malas, buenas y regulares, pero "La buena estrella" me llevó al mejor cine que he hecho. Los Goya, sobre todo desde principios de los 90' empezaron a ser muy importante, y ayudan mucho...
M.B. - A mi me llama la atención, en sus trabajos de televisión como "Los ladrones van a la oficina" (1993-1996) o en la misma "Amanece que no es poco", comparte reparto con una serie de actores impresionantes, estaban Fernando Fernán Gómez, López Vázquez, Alexandre... ¿Qué aprendió usted de ellos?
A.R. - Era como ir a la universidad todos los días con los mejores catedráticos, asombroso, "Los ladrones..." fue una escuela que a mi, sabiendo que personalmente no les llegaba ni a la suela del zapato, entre que me tenían cariño y les daba cierta envidia porque no tenía que estudiar (hacía de mudo), me llevaba muy bien con ellos, y daba gusto... Solamente por verles actuar, y es que por "Los ladrones..." pasó todo el mundo, Agustín González, circunstancialmente Fernando Rey, y en "Amanece que no es poco" estaban los que faltaban, Cassen, Saza... Yo he tenido la suerte de trabajar con todos, hasta con Berlanga, son Historia del Cine Español, y aunque algunos se empeñen en decir que nuestro cine es un espectáculo, también es cultura y esencial.
Yo he comido dos años con Fernando Fernán Gómez y eso es impagable, hay que tener suerte, y estar ahí.
M.B. - Rescatando a Berlanga, ¿qué recuerda de los rodajes de "Moros y cristianos" (1987), "Todos a la cárcel" (1993) o "París-Tombuctú" (1999)?
A.R. -Yo era socio de una compañía que produjo "París-Tombuctú", y en las demás películas era más cercanía con Luis que con el trabajo en general, la relación era magnífica, era un ser excepcional, y sobre todo era el hombre que a cualquiera que preguntes por las mejores películas del cine español dos o tres salen de él, seguro. Y para mi es orgullo decir "Yo también trabajé con Berlanga", como actor poco pero me lo pasé muy bien. "Moros y cristianos" fue la primera, era una mañana que estaba haciendo otra cosa, me escapé un momento y me encontré con Fernán Gómez, López Vázquez, ¡María Luisa Ponte! que se nos ha olvidado nombrarla, Verónica Forqué que estaba muy jovencita y Rosa María Sardá, y yo me puse a hacer el tonto de fotógrafo y... luego "Todos a la cárcel" era más de lo mismo, luego la gente no lo entiende, pero es como si un chico que quiere ser escritor merienda con Cervantes. Luego con Luis tenía más relación, venía mucho a la oficina, y aunque sean papeles pequeños yo estoy muy contento de haber trabajado con él.
M.B. - Antes de conocerle y trabajar con él, ¿cuáles eran sus películas favoritas?
A.R. - Ya sé que es un tópico pero sin ninguna duda "Plácido" [1961] y "El Verdugo" [1963], y espero que no me hagan escoger entre ellas. Luego también me gusta mucho "Los jueves, milagro" [1957] que no se reivindica mucho, y "Bienvenido Mr. Marshall" [1953] es un fenómeno que no me puedo creer que hayan hecho en ese año, es que son todas estaba también "Calabuch" [1956], en definitiva todas las clásicas, y luego también la saga Leguineche... Tiene alguna caída como todo el mundo, es imposible ser siempre genial, pero incluso las menos brillantes son muy buenas, en "Novio a la vista" [1954] ya se ven muchas de las pautas que le acompañarán en el resto de su carrera.
Las tres "B" (Buñuel, Bardem, Berlanga), el orden da igual, siempre han sido los mejores, y todos han hecho películas malas.
M.B. - Como Fidel le pidió cuentas al rey, pero ¿a quién le pediría cuentas Antonio Resines?
A.R. - [silencio momentáneo] Al gobierno de turno, al Estado, que aplican las leyes como prefieren... Lo que la gente debe entender es que el cine es industria, y es empresa, y todo eso, pero ante todo es cultura, y puestos a pedir les pediría que consideren el audiovisual, que esté en la educación, igual que se imparte literatura debe estar el cine, que es parte de nuestra historia.
Con este concepto nos despedimos, me acompaña hasta la puerta de su despacho, y ahí queda trabajando por el cumplimiento de todos esos proyectos de los que hablábamos. Y pienso, ¿no sería magnífico que los niños estudiásemos a Goya y su influencia en Buñuel, los frescos costumbristas con "Patrimonio Nacional" (Luis García Berlanga, 1981), las ingles y "Amanece que no es poco", o el contraste entre la comedia de corral europea y el cine de Woody Allen, nos despedimos del presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España hasta la próxima.
Fotografías: ©Enrique Cidoncha - Cortesía de la Academia de Cine.
Fotografía de rodaje de "Todos a la cárcel" (Luis García Berlanga, 1993) de Rafael Maluenda.
Fotogramas de: "Amanece que no espoco" (José Luis Cuerda, 1989); "Acción Mutante" (Álex de la Iglesia, 1993); "Pares y nones" (José Luis Cuerda, 1982).
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